Padres


 

Algunas de las responsabilidades de los padres relacionadas con el Sacerdocio Aarónico son:

Preparación de los Hombres Jóvenes para recibir el Sacerdocio Aarónico

8.6.1 Los padres de un niño de 10 u 11 años tienen la responsabilidad primordial de ayudarlo a prepararse para recibir el Sacerdocio Aarónico. Colaboran otros familiares y los maestros orientadores.

1.4.1 Los padres tienen la responsabilidad primordial de ayudar a sus hijos a conocer a nuestro Padre Celestial y a Su Hijo Jesucristo (véase Juan 17:3). Se ha mandado a los padres y a las madres Santos de los Últimos Días enseñar a sus hijos las doctrinas, las ordenanzas y los convenios del Evangelio, así como a vivir en rectitud (D. y C. 68:25–28). Los hijos a quienes se cría y se educa de esa manera estarán más preparados a la edad adecuada para recibir las ordenanzas del sacerdocio, hacer convenios con Dios y cumplirlos.

Las bendiciones del sacerdocio: El sacerdocio es el poder de Dios y se da al hombre para actuar en Su nombre. (3:04)


Bienestar espiritual y físico

8.2 Los padres tienen la responsabilidad primordial del bienestar espiritual y físico de sus hijos (véase D. y C. 68:25–28). El obispado y otros líderes del Sacerdocio Aarónico apoyan a los padres en esta responsabilidad, pero no los reemplazan. Ofrecen apoyo de las siguientes maneras:

  • Asisten a los padres a ayudar a sus hijos a prepararse para las ordenaciones al sacerdocio, la investidura del templo, el servicio misional de tiempo completo, el matrimonio en el templo y la paternidad.
  • Fomentan la comunicación entre los Hombres Jóvenes y sus padres.
  • Se aseguran de que las actividades del quórum y otros eventos para la juventud no pongan cargas excesivas en la familia ni compitan con las actividades familiares.

Los líderes deben ser especialmente sensibles a los Hombres Jóvenes que provengan de hogares que carezcan de un fuerte apoyo para vivir el Evangelio.

Un verdadero padre: La historia de un padre y esposo comprometido que constantemente demuestra su amor y devoción a su esposa e hijos. (7:08)


Ayudar para los propósitos del Sacerdocio Aarónico

8.1.3 Los hombres jóvenes se encuentran en un momento de preparación y de crecimiento espiritual personal. Por consiguiente, los padres y el obispado, y los demás líderes del Sacerdocio Aarónico, ayudan a cada joven a:

  1. Convertirse al evangelio de Jesucristo y vivir según sus enseñanzas.
  2. Servir fielmente en los llamamientos del sacerdocio y cumplir las responsabilidades de los oficios en el sacerdocio.
  3. Dar servicio significativo.
  4. Prepararse y vivir dignamente para recibir el Sacerdocio de Melquisedec y las ordenanzas del templo.
  5. Prepararse para servir en una misión honorable de tiempo completo.
  6. Obtener la mayor instrucción académica posible.
  7. Prepararse para llegar a ser un esposo y padre digno.
  8. Dar el debido respeto a las mujeres, a las mujeres jóvenes y a los niños.

Los padres y los líderes ayudan a los hombres jóvenes a lograr estos objetivos en las noches de hogar, el estudio familiar de las Escrituras, las reuniones, las actividades y las entrevistas, alentándolos a participar en el programa Mi Deber a Dios (véase 8.12).

Seamos hombres: Un hombre honesto hace sacrificios a fin de honrar sus compromisos. (3:11)


El cuidado y fortalecimiento de los Hombres Jóvenes

8.3.1 El obispo supervisa los quórumes del Sacerdocio Aarónico del barrio. Él y sus consejeros componen el obispado y la presidencia del Sacerdocio Aarónico del barrio (véase D. y C. 107:13–15). Ellos velan por los hombres jóvenes y los fortalecen de manera individual, colaborando estrechamente con los padres y con otros líderes.

Ser padres: Tocar el corazón de nuestros jóvenes: Ser buenos padres implica dedicar tiempo a escuchar y comprender el corazón de nuestros hijos a fin de crecer juntos en fe, amistad y amor. (3:02)


La preparación de los Hombres Jóvenes para misiones de tiempo completo

8.7 Los padres tienen la responsabilidad primordial de ayudar a sus hijos a prepararse para servir en misiones de tiempo completo. Otros familiares, miembros del obispado, presidencias y asesores de los quórumes del Sacerdocio Aarónico, maestros orientadores y otras personas apoyan a los padres en este esfuerzo.

La obra misional: Un deber del sacerdocio: El presidente Thomas S. Monson habla a los jóvenes acerca del servicio misional, un deber para los jovencitos y una opción gratificante para las jovencitas.

Tu momento de servir una misión: A los 18 años, Sid Going tenía garantizado un puesto en el equipo nacional de rugby de Nueva Zelanda, pero eligió servir una misión primero. El élder Neil L. Andersen cuenta por qué Sid tomó esa decisión y comparte su testimonio de que las bendiciones de una misión superan con creces cualquier sacrificio.

Una obra en progreso: Sus sueños de baloncesto casi no se hicieron realidad, pero entonces Tyler Haws aprendió hacia dónde pueden conducir el trabajo arduo y la dedicación.


La participación de los Hombres Jóvenes en el programa Mi Deber a Dios

8.12 Programa Mi Deber a Dios: Se anima a todos los poseedores del Sacerdocio Aarónico a participar en el programa Mi Deber a Dios. Este programa da a los poseedores del Sacerdocio Aarónico oportunidades de desarrollar fortaleza espiritual, aprender sus deberes del sacerdocio y cumplir con ellos, prepararse para recibir el Sacerdocio de Melquisedec y servir en misiones de tiempo completo, mantener la salud física y mejorar sus relaciones con los demás. Los padres y los líderes animan a los jóvenes a participar en el programa tan pronto como sean ordenados a su primer oficio en el sacerdocio. Los jóvenes siguen fijándose metas durante todos sus años en el Sacerdocio Aarónico.

Instrucciones para los Hombres Jóvenes, padres y líderes

Cumplir tu Deber a Dios: “Cuando te fijas una meta en Mi Deber a Dios, estás haciendo un compromiso con tu Padre Celestial de que vas hacer algo. Es tu deber con Él”.

Mi Deber a Dios: Un presidente de quórum de diáconos explica cómo cumple con su deber a Dios al servir a un miembro de su quórum.