- Nuestro barrio está pasando por dificultades para tomar ímpetu con Mi Deber a Dios. ¿Qué sugerencias tienen?
- ¿Cuál es la mejor manera de hacer un seguimiento de las experiencias de los hombres jóvenes al cumplir su deber a Dios?
- ¿Cómo deben trabajar juntas las presidencias de quórum, los ayudantes del obispo y los asesores adultos?
- ¿Cuánta participación debe tener el obispo con los presbíteros semanalmente?
Nuestro barrio está pasando por dificultades para tomar ímpetu con Mi Deber a Dios. ¿Qué sugerencias tienen?
El entusiasmo se crea cuando las presidencias de estaca, los obispados, los asesores, las familias y las presidencias de quórum dirigen y participan en las experiencias recomendadas de Mi Deber a Dios ellos mismos: activamente aprendiendo, actuando y compartiendo. También se crea el entusiasmo cuando los padres y los demás con regularidad y detenidamente guían a sus hijos u hombres jóvenes, proporcionado apoyo, ánimo y elogios por haber cumplido con su deber a Dios (véase Cumplir Mi Deber a Dios, págs. 95–102).
Otro aspecto del entusiasmo es la calidad de la relación que tenemos con nuestros hijos y los hombres jóvenes. “ Si usted tiene lazos estrechos con su hijo o con los jóvenes del quórum, hay más probabilidades de que ellos aumenten su conversión al Evangelio y se mantengan fieles. Las actividades del libro Mi Deber a Dios ofrecen una excelente oportunidad de estrechar esa relación. Por ejemplo, si usted elabora su propio plan y lo sigue junto con su hijo o con un miembro del quórum, esto les permitiría pasar tiempo juntos realizando actividades con propósito. El compartir experiencias les brinda la oportunidad de dar testimonio y fortalecerse el uno al otro espiritualmente” (véase Cumplir Mi Deber a Dios, pág. 102).
¿Cuál es la mejor manera de hacer un seguimiento de las experiencias de los hombres jóvenes al cumplir su deber a Dios?
El guiar y compartir son el mejor medio para el seguimiento de las experiencias que los hombres jóvenes tienen al cumplir con su deber a Dios. Al guiar con cuidado y regularmente sabemos cuáles son los planes de los hombres jóvenes, qué es que piensan y cuáles son sus preocupaciones. Cuando los padres, asesores del sacerdocio y quiénes los guían toman tiempo para escuchar, se fortalecen las relaciones y aumenta la comprensión de lo que está ocurriendo en la vida de su hijo o joven.
Sin embargo, debe alentarse y brindar apoyo al compartir en las familias, quórumes y entrevistas con los líderes del sacerdocio. Toma tiempo a los hombres jóvenes sentirse cómodos al compartir experiencias espirituales. Con frecuencia, los padres, asesores, integrantes del obispado o miembros de la presidencia de quórum crean el deseo de compartir al hablar acerca de sus propias experiencias espirituales diarias. Por ejemplo, expresar sentimientos especiales y las bendiciones que provienen de su propia oración personal, el estudio de las Escrituras y el servicio en el sacerdocio. Poco a poco, se establecen tradiciones en las familias, quórumes y en otros lugares donde el compartir ocurre espontáneamente y con regularidad.
Otros métodos para guiar incluyen una revisión de los planes escritos y las respuestas a esos planes. Además, los padres y quienes guían pueden analizar los esquemas de enseñanza para varias doctrinas que un hijo u hombre joven ha creado. Para obtener más información al respecto, considere el material que se encuentra en Cumplir Mi Deber a Dios, págs. 8–9 y 93–102.
¿Cómo deben trabajar juntas las presidencias de quórum, los ayudantes del obispo y los asesores adultos?
Los asesores de quórum deben preparar a los líderes de quórum en las reuniones de presidencia de quórum para cada reunión que llevan a cabo (véase D. y C. 107:99). Esto permite a cada líder de quórum actuar en su llamamiento, a estar totalmente preparados, a sentarse en concilio con los miembros del quórum y a llevar a cabo los asuntos del quórum, mientras que los asesores ofrecen asesoramiento y guía según sea necesario (véase Manual 2, 8.3.2, 8.9.3 y Cumplir Mi Deber a Dios, págs. 91-102).
¿Cuánta participación debe tener el obispo con los presbíteros semanalmente?
Como los presidentes del Sacerdocio Aarónico, los obispos velan y cuidan a los hombres jóvenes (véase Manual 1, 2.2). Los obispos prestan servicio personalmente y activamente como presidentes de quórum. Ellos asisten con regularidad y presiden sobre las reuniones de presidencia de quórum y de las reuniones dominicales de quórum. Participan en actividades y reuniones de quórum tan a menudo como sea posible (véase Manual 2, 8.3.1). Con la ayuda de los asesores de quórum, también desempeñan funciones clave en enseñar habilidades de liderazgo y ayudar a los líderes de quórum a cumplir con sus responsabilidades (véase Manual 2, 8.3.1).
