Cómo empezar


¿Qué se me ha llamado a hacer?

Como líder de las Mujeres Jóvenes se le llama a ayudar a los padres y líderes del sacerdocio a guiar a la mujer joven por la senda del templo.

A fin de ayudar a las mujeres jóvenes a crecer, usted misma debe estar en la senda, convertida y creciendo espiritualmente. Al hacerlo, podrá enseñar, influir y dirigir a las mujeres jóvenes hacia el templo por medio de su propio ejemplo recto.

Como líder de las Mujeres Jóvenes necesitará:

Prepararse espiritualmente

  • Estudiar las Escrituras, teniendo en mente a las mujeres jóvenes.
  • Orar, meditar, ser digna, asistir al templo y atender a la revelación.
  • Ser estrictamente obediente a los mandamientos y ser un ejemplo de las normas de conducta, lenguaje, vestimenta, etc.
  • Regocijarse en el privilegio de servir.
  • Aprenda sobre cómo prepararse espiritualmente, en el Manual 2: 3.2.1.

Participar en consejos

Salmos 55:14: "Juntos nos comunicábamos en dulce consejo, y en la casa de Dios andábamos en amistad".

Como miembro de la presidencia de las Mujeres Jóvenes, usted participa en varios consejos. La reunión de la presidencia de las Mujeres Jóvenes es un consejo. Usted enseña a las presidencias de clase a deliberar en consejo en sus reuniones. Como presidenta de las Mujeres Jóvenes también es llamada como miembro del consejo de barrio. Acuda al consejo de barrio habiendo deliberado en consejo con su presidencia para así poder:

  • Exponer las necesidades de cada una de las mujeres jóvenes y sus familias ante el consejo.
  • Ofrecer observaciones, preocupaciones y recomendaciones para su consideración.
  • Seguir las directrices de los líderes del sacerdocio.
  • Aprenda más sobre reunirse en consejo con otros, en el Manual 2: 3.2.2.
  • Aprenda más sobre el consejo de barrio, en el Manual 2: sección 4.

Ministrar a cada mujer joven

3 Nefi 17:21: "Y tomó a sus niños pequeños, uno por uno, y los bendijo, y rogó al Padre por ellos".

Así como el Salvador ministró a Sus niños uno por uno, su liderazgo debe centrarse en ayudar a cada mujer joven a progresar desde el punto del camino en el que esté. El presidente Gordon B. Hinckley enseñó: "Cuando se salva a una joven, se salva a generaciones" (véase "Our Responsibility to Our Young Women", Ensign, Sept. 1988, pág. 8).

  • Esfuércese por retener a cada mujer joven; conózcalas, ámelas y reconózcalas individualmente.
  • Fortalezca la fe en Jesucristo de cada mujer joven. Fortalézcala en su familia.
  • Prepare a cada mujer joven para sus futuras responsabilidades de esposa, madre, ama de casa y líder.
  • Reúna a las mujeres jóvenes para que aprendan, dirijan, sirvan y vivan los principios del Evangelio.
  • Aprenda más sobre cómo ministrar a los demás, en el Manual 2: 3.2.3.

Enseñar a las Mujeres Jóvenes

D. y C. 109:7: "Buscad conocimiento, tanto por el estudio como por la fe".

Todo líder es un maestro. No olvide que la mayoría del aprendizaje de una mujer joven puede captarse más que enseñarse. Una líder de las Mujeres Jóvenes es un ejemplo a seguir para toda persona a la que sirve. Cuando las mujeres jóvenes se fijen en usted y en cómo vive el Evangelio, aprenderán lo que significa ser una mujer, esposa y madre fiel.

  • Aprenda más sobre la enseñanza del evangelio de Jesucristo, en el Manual 2: 3.2.3.
  • Aprenda más sobre cómo mejorar el aprendizaje y la enseñanza en el barrio, en el Manual 2: 12.5.
  • Presidente Dieter F. Uchtdorf, "La influencia de una mujer justa".

Además de la enseñanza informal que se imparte mediante el ejemplo, tendrá la oportunidad y la responsabilidad de facilitar un aprendizaje más formal por medio de las lecciones dominicales. Incluya a las mujeres jóvenes en el aprendizaje. Las mujeres jóvenes se reúnen cada domingo con el fin de comprender mejor el Evangelio, reconocer cómo el Evangelio contesta las preguntas que tienen a diario, tener oportunidades de sentir el Espíritu y fortalecer y compartir sus testimonios. Esto sucede cuando la maestra invita a las jovencitas a participar en el proceso de aprendizaje y a poner en práctica ese aprendizaje en su vida cotidiana.

  • Ayude a cada mujer joven a conocer y aplicar los primeros principios y ordenanzas del Evangelio: fe, arrepentimiento, bautismo y el don del Espíritu Santo.
  • Utilice el Libro de Mormón y las palabras de los profetas de los últimos días.
  • Haga hincapié en la virtud, la pureza, la dignidad y las normas reseñadas en Para la Fortaleza de la Juventud.
  • Enseñe a la mujeres jóvenes a recibir, reconocer y contar con el Espíritu Santo.
  • Lean el discurso del élder David A. Bednar, "Velando... con toda perseverancia".

Al ayudar a las mujeres jóvenes a dar estos pasos, usted les ayudará a llegar al destino del templo y de regresar a nuestro Padre Celestial probadas, puras y selladas.

Administrar el programa de Mujeres Jóvenes (véase el Manual 2: 3.2.5)

El programa cuenta con varias herramientas para ayudarle. Recuerde que su objetivo es la vida espiritual de cada mujer joven y su progreso en la senda hacia el templo. Estos programas y materiales son su equipo de viaje, el medio por el cual usted puede ayudar a una mujer joven en su trayecto.

  • Lema de las Mujeres Jóvenes; véase también el Manual 2: 10.1.2.
  • Normas; véase también el Manual 2: 10.5.
  • Instrucción dominical del Evangelio; véase también el Manual 2: 10.6.
  • Progreso Personal; véase también el Manual 2: 10.7.
  • Actividades y eventos; véase también el Manual 2: 10.8 y 13.
  • Liderazgo de jóvenes; véase también Manual 2: 10.9.