El élder Evans comparte principios que protegen a los misioneros espiritualmente
Por Marianne Holman Prescott, redactora de Church News
El élder David F. Evans analiza los principios que protegen a los misioneros de peligros espirituales.
Puntos destacados del artículo
- Manténganse centrados en la sencillez del evangelio de Jesucristo.
- Miren a los presidentes de misión y a sus esposas para ver ejemplos de buenas relaciones familiares.
- Hagan planes para el futuro utilizando las herramientas adecuadas.
“Una de las más grandes medidas de protección que el Señor ha puesto en marcha es Su enseñanza de la doctrina verdadera y sencilla del evangelio de Jesucristo”. —Élder David F. Evans, de los Setenta
PROVO, UTAH
El Señor ha proporcionado medidas para ayudar a mantener a los misioneros a salvo de los peligros espirituales y físicos, dijo el élder David F. Evans, de los Setenta y Director Ejecutivo del Departamento Misional, durante el seminario 2015 para nuevos presidentes de misión en el Centro de Capacitación Misional de Provo, el 25 de junio.
Dijo que no iba a hablar de los problemas de seguridad habituales, como el monóxido de carbono y detectores de humo, cinturones de seguridad, cascos para bicicletas, ni sobre la prevención contra la pornografía u otro material introducido a través de la tecnología.
“Más bien, hablaré de esos principios de seguridad espiritual y física, y de las medidas de protección que están disponibles para ustedes, que se aplican sin importar dónde sirven ni el ambiente que los rodea”, dijo él.
Obediencia
Basándose en las palabras del presidente Russell M. Nelson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, el élder Evans hizo eco de sus palabras sobre enseñar —y volver a enseñar— la doctrina fundamental del evangelio de Jesucristo.
“Su disposición obediente de enseñar y volver a enseñar esta doctrina básica, sin apartarse de la enseñanza fundamental de la doctrina, mantendrá a sus misioneros centrados firmemente en la verdadera doctrina que, de forma protectora, cambiará y mejorará sus actitudes y comportamientos”.
Enseñar la doctrina básica verdadera “mejorará el comportamiento de las personas más fácilmente que centrarse simplemente en el comportamiento”, dijo él. Es importante escuchar al Espíritu y prestar atención a los susurros. La obediencia a los mandamientos de Dios proporciona protección física y espiritual.
Reconociendo que no es posible aislar completamente a toda persona de toda tentación e influencias indignas, el élder Evans habló de dar a los misioneros herramientas para resistir las tentaciones y vencer el mal.
“La obediencia junto con el arrepentimiento los protegerá en su misión y brindarán un modelo protector por el resto de su vida”, dijo. “Las experiencias con el amor y la confianza que les brinden, especialmente después de que cometan errores, los protegerán durante su misión y les darán un modelo de cómo guiar a sus familias y a los demás a lo largo de su vida”.
El Manual Misional
“Las medidas de protección que se encuentran en el Manual Misional son dadas por el Señor a través de Sus profetas y apóstoles para ayudarnos a saber cómo estar seguros dondequiera que los misioneros estén”.
Su ejemplo y tiempo
El élder Evans recordó a los presidentes de misión y a sus esposas que los misioneros los estarán observando y querrán emularlos en todo lo que hagan como líderes, cónyuges y padres.
Reconociendo que muchos misioneros vienen de familias donde el Evangelio no se vive o donde ambos padres no están en el hogar, el élder Evans recordó a los líderes que ellos son un ejemplo de matrimonio eterno, un ejemplo de cómo los esposos y las esposas deben tratar a los demás con amabilidad y amor, y un ejemplo de cómo un matrimonio puede trabajar unido en la fe y el amor.
“De todas las cosas que enseñan a los misioneros, esta debe ser la más importante”, dijo él.
Un modelo para la enseñanza
El élder Evans explicó un modelo eficaz que permite que “el que la predica y el que la recibe se comprenden el uno al otro, y ambos son edificados y se regocijan juntamente”.
Él invitó a los líderes a enseñar valiéndose de un modelo en el que se pide a las personas que vayan preparadas para aprender, facilita la interacción para edificar e incluye invitaciones para actuar.
“Una de las más grandes medidas de protección que el Señor ha puesto en marcha es Su enseñanza de la doctrina verdadera y sencilla del evangelio de Jesucristo”, dijo él. “Enseñar y volver a enseñar la doctrina de Cristo, centrarse en la fe, el arrepentimiento, el bautismo, recibir el don del Espíritu Santo y perseverar hasta el fin, recordando siempre que el fin por el cual perseveramos es el templo y ser fieles durante nuestra vida”.
Planificar para el futuro
“Al igual que nos preocupa proveer medidas de protección para que los misioneros puedan servir con seguridad durante su misión, también nos inquieta que tengan seguridad continua y las medidas de protección luego que el misionero o la misionera regresen a casa”, dijo él.
Debido a que esta transición es de suma importancia, se han creado nuevos materiales titulados Mi Plan para ayudar a los misioneros a establecer y mantener medidas de seguridad durante toda su vida. Incluso antes de que los misioneros regresen a casa, construirán un plan para su vida para después de la misión. Algunos de los temas en que se centrará son el crecimiento personal y espiritual, la formación académica, el empleo, salir con personas del sexo opuesto y el matrimonio en el templo, la adoración en el templo, la adoración en el día de reposo, instituto y planificación de la vida, incluso cómo usarán y manejarán la tecnología y las redes sociales.
“Seguirán escuchando acerca de este esfuerzo en los próximos meses”, dijo él.
Este esfuerzo y planificación ayudarán a los misioneros a mantener medidas de protección personales y a permanecer firmes luego de que regresen a casa.
“Este trabajo —de proteger, fortalecer y ayudar a los misioneros a estar física y espiritualmente seguros— requiere que los presidentes de misión y sus esposas puedan ver lo que el Señor ve a medida que Él extiende su mano a esta nueva generación”, dijo.
