El presidente Uchtdorf dice que la verdad es universal y completa
Por Por R. Scott Lloyd, redactor de Church News
“La verdad seguirá floreciendo y se esparcirá por toda la tierra. A veces sólo se necesita un poco de fe y un poco de paciencia. Las cosas que parecen imposibles ahora pueden llegar a ser normales en años venideros”. —Presidente Dieter F. Uchtdorf, de la Primera Presidencia
Vínculos relacionados
Al hablar en el Simposio anual de historia de la Iglesia, el presidente Dieter F. Uchtdorf declaró: “La búsqueda, el descubrimiento y la aplicación de la verdad en nuestras vidas son el motivo por el cual estamos en esta tierra”.
El presidente Uchtdorf, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, dio el discurso de apertura en el Centro de Conferencias en Salt Lake City el 7 de marzo, en el segundo día del simposio que duró dos días.
Basó el tema de su discurso en una observación citada por el novelista Michael Crichton: “Si no conoce la historia, no sabe nada. Es una hoja que no sabe que es parte de un árbol”.
“La historia no sólo nos enseña acerca de las hojas de la existencia”, comentó el presidente Uchtdorf. “También nos enseña acerca de las ramas, los troncos y las raíces de la vida, y esas lecciones son importantes”.
El presidente Uchtdorf dijo que el evangelio de Jesucristo abarca toda la verdad, “pero se especializa en el conocimiento que será de mayor valor para nosotros en esta vida y a lo largo de las eternidades que vendrán”.
Dios amonesta a sus hijos repetidamente a no poner su confianza en la sabiduría del mundo, observó el presidente Uchtdorf, “sin embargo tenemos un deseo casi irresistible de suponer que la hoja de información que tenemos en nuestro poder es una representación de todo lo que hay que saber”.
El presidente Uchtdorf dijo que Dios es capaz de hacer que grandes cosas surjan de pequeños comienzos. “De hecho, ésta es a menudo Su estrategia preferida”.
Él dio como ejemplos la pequeña ciudad de Nazaret en Galilea, la ciudad natal de Jesús, y el pequeño poblado de Palmyra, Nueva York, donde José Smith tuvo la primera visión.
“De estos dos lugares remotos y poco reconocidos —Nazaret y Palmyra— surgieron dos figuras que cambiarían el mundo”, comentó.
Nuestro Padre Celestial enseña repetidas veces a Sus hijos a no poner su confianza en la sabiduría del mundo, dijo el presidente Uchtdorf. “Y sin embargo tenemos un deseo casi irresistible de suponer que la poca información que tenemos en nuestro poder es una representación de todo lo que hay que saber”.
Advirtió: “No debemos abandonar la verdad revelada de Dios, la cual proviene de la fuente de toda verdad y rectitud, porque lo que conocemos, es por el contrario, la verdad de nuestra vida”.
“Habrá ocasiones en que puede parecer que la verdad de Dios pierde relevancia, que la evidencia del mundo contradice las palabras de Dios. Sin embargo, he aprendido a ser paciente, sabiendo que al final las cosas van a funcionar. El Reino de Dios seguirá creciendo. La verdad seguirá floreciendo y se esparcirá por toda la tierra. A veces sólo se necesita un poco de fe y un poco de paciencia. Las cosas que parecen imposibles ahora pueden llegar a ser normales en años venideros”.
Como ejemplo, relató el incidente en el que el presidente Thomas S. Monson, quien como miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, dirigiéndose a una congregación de la Iglesia en Alemania Oriental en 1968, fue inspirado a prometer que si permanecían fieles, las bendiciones del templo serían de ellos.
Esto parecía imposible bajo el régimen comunista que controlaba el país en ese momento.
El presidente Uchtdorf dijo que casi una década más tarde se anunció el templo y se dedicó en 1985.
“Dios es bueno y fiel, y Él lleva a cabo Su obra en maneras que a veces no resultan comprensibles a nuestras mentes mortales”. El presidente Uchtdorf pidió que tengamos un poco de fe, un poco de paciencia, que creamos. “[Dios] nos pide que lo busquemos y que creamos en Su palabra”.
El presidente Uchtdorf habló acerca de la importancia de llevar registros, citando la insistencia de José Smith a los miembros de los Doce para que llevaran registros de acontecimientos y decisiones importantes. “Él dijo que si hacían eso, incluso con las cosas que pueden parecer de poco o nada de valor, más tarde ‘ verán que es de valor inestimable, no sólo para sus hermanos, sino que será un banquete para sus almas’”.
Él elogió a quienes llevan una historia de la Iglesia y a quienes animan a los demás a llevar un registro de sus vidas y familias. “Ustedes comprenden el valor de los diarios que pudieron haber parecido triviales y mundanos a las personas que los escribieron en el momento, pero se aprecian y se atesoran años después”, dijo él.
Añadió: “Agradezco la maravillosa obra que se está realizando para preparar y publicar ‘Los documentos de José Smith’. Aprender sobre las luchas y los éxitos reales de los primeros miembros y líderes de la Iglesia es un proceso que promueve mi fe. Siempre debemos recordar que la transparencia y la franqueza nos mantienen libres de los efectos negativos de la clandestinidad o los rumores esparcidos con la intención de edificar la fe. Jesús enseñó a los judíos: ‘Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres’ (véase Juan 8:32). La verdad y la transparencia se complementan entre sí. ‘La gloria de Dios es la inteligencia, o en otras palabras, luz y verdad’ (D. y C. 93:36).