Por qué las mujeres de la Iglesia deben aceptar la invitación del presidente Nelson de estudiar acerca del sacerdocio
Por Aubrey Eyre, redactora de Church News
Puntos destacados del artículo
- Acepten el mandato del profeta de aprender y comprender lo que significa el sacerdocio para ustedes como mujeres.
- Dicho entendimiento les dará mayor visión, conocimiento y propósito en su vida y al ayudar a los demás.
“Cómo anhelo que comprendan que la restauración del sacerdocio es tan relevante para ustedes como mujeres como lo es para cualquier hombre […]. Les ruego que estudien con espíritu de oración todas las verdades que puedan encontrar acerca del poder del sacerdocio”. —Presidente Russell M. Nelson
Al dirigirse a las mujeres de la Iglesia durante la Conferencia General de octubre de 2019, el presidente Russell M. Nelson invitó a las mujeres a “estudiar con espíritu de oración” y a “descubrir lo que el Espíritu Santo les enseñará” acerca de la restauración del sacerdocio y la manera de recurrir a ese poder —el poder de Dios— en su vida personal.
“Cómo anhelo que comprendan que la restauración del sacerdocio es tan relevante para ustedes como mujeres como lo es para cualquier hombre”, dijo el presidente Nelson. “Toda mujer y todo hombre que hace convenios con Dios y los guarda, y que participa dignamente en las ordenanzas del sacerdocio, tiene acceso directo al poder de Dios […]. Les ruego que estudien con espíritu de oración todas las verdades que puedan encontrar acerca del poder del sacerdocio”.
La Presidencia General de la Sociedad de Socorro —las hermanas Jean B. Bingham, Presidenta; Sharon Eubank, Primera Consejera; y Reyna I. Aburto, Segunda Consejera— ha reiterado esa invitación al alentar a los 7,5 millones de mujeres de la Sociedad de Socorro de todo el mundo a aceptar el mandato del profeta de aprender y comprender lo que el sacerdocio significa para ellas.
En una entrevista reciente con Church News, la hermana Bingham explicó que la instrucción del presidente Nelson ayudará a las mujeres de la Iglesia a centrarse en lo que es más importante para ellas y para la Sociedad de Socorro en la actualidad.
“Una de las cosas maravillosas de la invitación del presidente Nelson es que nos alienta a aprender a recibir revelación de manera individual, porque lo que el Espíritu Santo me enseñe a mí puede ser un poco diferente de lo que les enseñe a ustedes”, dijo la hermana Bingham. “Las mujeres tenemos mucho en común, pero también tenemos circunstancias únicas, por lo que invitamos a las mujeres de la Iglesia a seguir el consejo del profeta y a estudiar efectivamente lo que el sacerdocio significa para ellas”.
Una invitación y una bendición
El poder del sacerdocio de una persona proviene de una relación de convenio con Jesucristo, dijo la hermana Eubank. “Cuanto más diligentes seamos en cumplir nuestras promesas con Él, mayor poder y más bendiciones podemos pedir para las personas que amamos”.
Hay muchos problemas difíciles en el mundo en este momento, continuó la hermana Eubank. “El profeta nos está dando la llave de algo importante. Si necesitan una bendición específica para ustedes mismas o para alguien a quien aman, las invito a aceptar el desafío del presidente Nelson y estudiar más acerca del poder del sacerdocio”.
La invitación del profeta es una efusión de amor que proviene del Padre Celestial y del Salvador a todas las mujeres de la Iglesia, dijo la hermana Aburto y agregó que no debería sentirse como una carga o una adición a una larga lista de cosas que hacer. Más bien, las hermanas de la Sociedad de Socorro deben considerarla como “una invitación de Dios por medio de Su profeta para aumentar nuestra comprensión de una doctrina hermosa y básica del Evangelio”. Esta invitación del Señor es una oportunidad para que cada persona sea bendecida con un conocimiento, una visión y un entendimiento más profundos acerca del poder de Dios en sus vidas, dijo.
Con respecto a la ocasión en que la hermana Aburto oyó la invitación del presidente Nelson el pasado mes de octubre, ella expresó: “El espíritu me testificó de inmediato que si —como mujeres de la Iglesia— estudiamos las secciones de Doctrina y Convenios que él señaló, además de otras revelaciones acerca del sacerdocio, nuestra comprensión del poder que Dios ha dado a Sus hijos aumentará”.
Aprender por medio del estudio
Por medio de su propio estudio personal, la hermana Bingham dijo que ha podido comprender mejor “lo que el sacerdocio significa para mí como mujer”. Y ha aprendido mucho más de lo que aprendió cuando era más joven.
El poder de Dios es mucho más que una simple entidad conocida como “el sacerdocio”, explicó la hermana Bingham. Es el poder literal de Dios y, como tal, tiene muchas facetas.
Hay una diferencia entre las llaves del sacerdocio, los oficios del sacerdocio, la autoridad del sacerdocio y el poder del sacerdocio, dijo. La lectura y el estudio de las secciones de Doctrina y Convenios que sugirió el presidente Nelson, dijo la hermana Bingham, han aumentado su comprensión de esas diferencias y de cómo funcionan en el hogar y en la Iglesia.
“Cuanto más aprendo y estudio, más entiendo lo relevante que es el sacerdocio en mi vida”, dijo. “Puedo mirar atrás y ver las experiencias que he tenido con el poder del sacerdocio en mi vida y con la autoridad del sacerdocio en los llamamientos que he tenido y de las que tal vez no me di cuenta antes”.
Para la hermana Eubank, el estudio de las secciones 84 y 107 de Doctrina y Convenios ha aumentado su comprensión de la importancia de las ordenanzas del templo en relación con el sacerdocio.
“Algo que aprendí es que una ‘investidura’ es una dádiva tan grande que con solo los intereses que genera se podrían pagar todos los gastos y todavía no acercarse a la dádiva original”, dijo ella. “Si somos investidos con el poder del sacerdocio, entonces tenemos una fuente que constantemente se renueva y nunca se agota”.
Al reconocer que no es cuestión de si ella tiene o no el poder del sacerdocio, la hermana Eubank dijo que centró su atención en preguntas más adecuadas. Empezó a preguntarse: “¿Qué estoy haciendo con esa investidura de poder del sacerdocio? ¿Cómo influye en mi llamamiento? ¿Qué significa para mis relaciones más importantes? ¿Y cómo podría usarlo para ayudar a otra persona?”.
Esas preguntas más profundas provocaron un cambio en ella, dijo la hermana Eubank. “Me di cuenta de que estaba viviendo, de manera inconsciente, por debajo de mis privilegios del sacerdocio y quiero ser mejor que eso”.
Habiendo leído muchas veces antes las secciones 25, 84 y 107 de Doctrina y Convenios, la hermana Aburto dijo que leerlas otra vez luego de la invitación del presidente Nelson la ayudó a obtener nuevas perspectivas y a sentir el Espíritu de una manera diferente.
“Ahora puedo entender mejor que el sacerdocio de Dios es infinito y que tiene el poder de bendecir a todas las generaciones de la humanidad”, dijo. “Esta nueva perspectiva me ayuda al reflexionar en la manera en que puedo ser parte del cumplimiento de esa promesa en mi vida y en la vida de las personas que están en mi esfera de influencia”.
La hermana Jean B. Bingham, Presidenta General de la Sociedad de Socorro, lee las Escrituras en su oficina en el edificio de la Sociedad de Socorro en Salt Lake City el miércoles, 19 de febrero de 2020. Fotografía por Laura Seitz, Deseret News.
Comprender el poder del sacerdocio
En muchos sentidos, las mujeres y los hombres del convenio en la Iglesia ya están haciendo uso del poder con el que han sido investidos, dijo la hermana Aburto. Es probable que estén haciendo uso de él sin siquiera darse cuenta.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha progresado durante casi doscientos años, en parte debido a las mujeres y a los hombres que han accedido a ese poder para compartir el Evangelio en todo el mundo y para unir a las familias por la eternidad. La hermana Aburto dijo que, sin embargo, al ser más conscientes de ese poder y de lo que significa, “seríamos capaces de recurrir a él aún más”.
La Iglesia y sus miembros están recibiendo más revelación con respecto al poder del sacerdocio porque “el Señor está acelerando Su obra en esta tierra y Él requiere que todos nosotros entendamos verdaderamente que somos Su ‘pueblo del convenio’ y que por medio de nuestros convenios y nuestra fidelidad podamos ‘ten[er] por armas su rectitud y el poder de Dios’” (1 Nefi 14:14), dijo.
Las mujeres recibirán más visión y propósito en su vida personal, como hermanas ministrantes y como líderes de la Iglesia cuando acepten la invitación del profeta, prometió la hermana Aburto.
Las mujeres de la Iglesia no necesitan esperar, agregó la hermana Eubank. Pueden actuar ahora, pueden pedir que Dios bendiga sus hogares, a las personas que están en ellos y a otras personas que estén dentro de su esfera de influencia.
Al concluir, la hermana Bingham dijo: “Cuando, como mujeres, lleguemos a comprender verdaderamente los privilegios y el poder que tenemos gracias al sacerdocio, nos regocijaremos”.
La hermana Jean B. Bingham, Presidenta General de la Sociedad de Socorro, lee las Escrituras en su oficina en el edificio de la Sociedad de Socorro en Salt Lake City el miércoles, 19 de febrero de 2020. Fotografía por Laura Seitz, Deseret News.