Cada uno merece respeto

¿Puede alguien merecer más respeto que un hijo literal de Dios? Cada uno de nosotros, esposo y esposa, padres e hijos, tiene ese maravilloso legado y potencial. A veces perdemos la visión del verdadero valor de los demás, pero a medida que respetamos, nuestro amor se hace más profundo, el potencial florece y las relaciones eternas se fortalecen.

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Espero que el ruido de nuestros hogares disminuya unos cuantos decibelios, que nuestras voces sean más tenues y que nos hablemos el uno al otro con mayor aprecio y respeto”.

“La felicidad abunda cuando nos respetamos mutuamente. La mujer se siente más cerca de su marido, el marido aprecia más a su mujer y los hijos son felices, como deben serlo”.

Enseñen a sus hijos a respetar a su prójimo; a respetar a sus obispos y a los maestros que vayan a la casa a darles instrucción. Enseñen a sus hijos a respetar a los ancianos, las canas y los cuerpos endebles por la vejez; enséñenles a venerar a los padres y a recordarlos con orgullo, y a ayudar a todos los incapacitados y menesterosos... Enséñenles que cuando vayan a la escuela honren a sus maestros en todo lo que sea verdadero y honrado... Enseñen a sus hijos a honrar la ley de Dios y la ley del estado y la del país... y por de ese modo, crecerán para ser hombres y mujeres selectos entre todos los hombres y las mujeres del mundo”.

Nuestra perspectiva centrada en la familia deberá hacer que los Santos de los Últimos Días se esfuercen por ser los mejores padres del mundo; nos deberá hacer sentir un enorme respeto por nuestros hijos, quienes en verdad son nuestros hermanos espirituales, y nos deberá motivar a dedicar el tiempo que sea necesario para fortalecer a nuestras familias. En efecto, nada está más íntimamente relacionado con la felicidad, tanto la nuestra como la de nuestros hijos, que la forma en que nos amemos y apoyemos unos a otros dentro de la familia”.

Entre los... valores que se deben enseñar a los hijos está el respeto hacia los demás, comenzando por sus propios padres y familiares; el respeto por los símbolos de la fe y por las creencias patrióticas de los demás; el respeto por la ley y el orden; el respeto por la propiedad ajena y el respeto por la autoridad... Sin disciplina, los hijos no respetarán las reglas del hogar ni las de la sociedad”.

¿Cómo podemos incrementar el amor en nuestro hogar?

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