Espero que el ruido de nuestros hogares disminuya unos cuantos decibelios, que nuestras voces sean más tenues y que nos hablemos el uno al otro con mayor aprecio y respeto”.
“La felicidad abunda cuando nos respetamos mutuamente. La mujer se siente más cerca de su marido, el marido aprecia más a su mujer y los hijos son felices, como deben serlo”.
Enseñen a sus hijos a respetar a su prójimo; a respetar a sus obispos y a los maestros que vayan a la casa a darles instrucción. Enseñen a sus hijos a respetar a los ancianos, las canas y los cuerpos endebles por la vejez; enséñenles a venerar a los padres y a recordarlos con orgullo, y a ayudar a todos los incapacitados y menesterosos... Enséñenles que cuando vayan a la escuela honren a sus maestros en todo lo que sea verdadero y honrado... Enseñen a sus hijos a honrar la ley de Dios y la ley del estado y la del país... y por de ese modo, crecerán para ser hombres y mujeres selectos entre todos los hombres y las mujeres del mundo”.
Doctrina del Evangelio Joseph F. Smith
Nuestra perspectiva centrada en la familia deberá hacer que los Santos de los Últimos Días se esfuercen por ser los mejores padres del mundo; nos deberá hacer sentir un enorme respeto por nuestros hijos, quienes en verdad son nuestros hermanos espirituales, y nos deberá motivar a dedicar el tiempo que sea necesario para fortalecer a nuestras familias. En efecto, nada está más íntimamente relacionado con la felicidad, tanto la nuestra como la de nuestros hijos, que la forma en que nos amemos y apoyemos unos a otros dentro de la familia”.
Entre los... valores que se deben enseñar a los hijos está el respeto hacia los demás, comenzando por sus propios padres y familiares; el respeto por los símbolos de la fe y por las creencias patrióticas de los demás; el respeto por la ley y el orden; el respeto por la propiedad ajena y el respeto por la autoridad... Sin disciplina, los hijos no respetarán las reglas del hogar ni las de la sociedad”.
Un millar de hebras de amor James E. Faust