Así es como pudo haber sido Mosíah 1–5.
Este mes estamos estudiando el famoso sermón del rey Benjamín a los nefitas. En aquel momento, él era el jefe del gobierno, así como el profeta del Señor.
Las personas viajaron de todas partes para escucharlo, y levantaron sus tiendas con las entradas orientadas hacia su amado líder.
En la actualidad no tienes que ir a ningún sitio para escuchar hablar al profeta; la tecnología nos trae sus palabras. ¡No se requiere acampar!
¿Cómo podemos, metafóricamente, asegurarnos de que estamos “orientados” al profeta?