¿Se te ocurre algún discurso de la conferencia general sobre alguien que haya pasado por un desafío muy difícil? ¿Quién tuvo que elegir entre acudir a Dios o amargarse?
Este es un video sobre una joven que tuvo que tomar una decisión como esa.
Paralizada del cuello para abajo, Emily testifica de cómo el acudir a Dios la ha ayudado. Es una historia de temor, duda, ira y, finalmente, de amor.
“He decidido entregar mi vida a Dios, ayudar a otras personas y hablar con otras personas”, dice ella.
¡Asegúrate de leer su historia en la revista Para la Fortaleza de la Juventud de octubre!
¡Desplázate hacia abajo para ver la traducción del video y ver más fotos de Emily!
Conviértelo en algo personal
Traducción del video:
“Hola, me llamo Emily Traveller, y el pasado mes de abril tuve un accidente al volcar un todoterreno que me dejó paralizada del cuello para abajo, lo que se conoce como tetraplejia.
“He tenido que acudir a Dios porque al principio de todo, nadie más en mi accidente resultó herido, y siempre me preguntaba por qué Dios me hizo esto, y me enojé un poco.
“Pero luego, acudí a Dios, y mi madre me dijo que Él no me hizo esto, que Él estaba conmigo, y así es como he vivido mi vida desde entonces, he elegido entregar mi vida a Dios, ayudar a otras personas y hablar con otras personas”.