¿Tenemos fe para sobrevivir a los caminos llenos de baches?
Cuando tomamos decisiones importantes, Dios espera que utilicemos nuestra inteligencia y sentido común para estudiar las opciones y luego orar para pedir guía.
Pero eso no es todo. Una vez que hayamos recibido la inspiración del Espíritu, Dios espera que confiemos en Él y actuemos en consecuencia.
Eso puede ser difícil cuando la respuesta que hemos recibido nos conduce a un camino arduo. A veces seguimos al Espíritu y aun así terminamos en algún lugar donde no pensábamos que estaríamos. ¿Por qué pasaría eso?
Este relato de la vida del élder Jeffrey R. Holland da una respuesta posible: a veces el Señor nos conduce por un camino no porque sea el que nos llevará a nuestro destino, sino porque necesitábamos aprender algo del desvío.