1/4
Dije: “Vámonos a Austria”.

“No; no puedes”, dijo Karen. “Tus padres están en Alemania, y los míos también”.

“Ellos entenderán”, le contesté.

“Hemos empezado a construir una casa”, me dijo Karen. “Vamos a terminarla”.

“No, empecemos de cero”, le dije, “en otro lugar, en Alemania Occidental”.

Una vez más intenté decirle que debíamos marcharnos. Ella dijo: “No, porque te acaban de llamar como obispo y dijiste que sí, que servirías”.

Por esa razón no nos fuimos de Alemania. Unas semanas después, caía el Muro de Berlín. Fuimos bendecidos por quedarnos. Este era el plan de nuestro Padre Celestial para nosotros”.

La familia Tilgner

Descripción
Dije: “Vámonos a Austria”. “No; no puedes”, dijo Karen. “Tus padres están en Alemania, y los míos también”. “Ellos entenderán”, le contesté. “Hemos empezado a construir una casa”, me dijo Karen. “Vamos a terminarla”. “No, empecemos de cero”, le dije, “en otro lugar, en Alemania Occidental”. Una vez más intenté decirle que debíamos marcharnos. Ella dijo: “No, porque te acaban de llamar como obispo y dijiste que sí, que servirías”. Por esa razón no nos fuimos de Alemania. Unas semanas después, caía el Muro de Berlín. Fuimos bendecidos por quedarnos. Este era el plan de nuestro Padre Celestial para nosotros”.

Colecciones relacionadas