Como Santos de los Últimos Días, aceptamos un cargo sagrado al ser bautizados, y de acuerdo con el presidente Henry B. Eyring, primer consejero de la Primera Presidencia, el Libro de Mormón es una de las mejores guías para saber cuánto éxito logramos en cumplir con ese cargo, y cómo podemos mejorarlo.
“Primero, prometimos ser caritativos; segundo, prometimos llegar a ser testigos de Dios; y tercero prometimos perseverar hasta el fin”, dijo el presidente Eyring durante un discurso en la conferencia general de octubre de 2011. “El Libro de Mormón es la mejor guía para determinar cuán bien lo estamos haciendo y cómo podemos mejorar”.
Recibir ánimo del ejemplo de Moroni
“Recibirán ánimo, como lo recibo yo, del ejemplo de perseverancia que nos dio Moroni”, dijo el presidente Eyring. “Él estaba solo en su ministerio; sabía que el fin de la vida estaba cerca; y, sin embargo, escuchen lo que escribió para el beneficio de personas que todavía no habían nacido y para los descendientes de sus enemigos mortales: ‘Sí, venid a Cristo, y perfeccionaos en él, y absteneos de toda impiedad, y si os abstenéis de toda impiedad, y amáis a Dios con toda vuestra alma, mente y fuerza, entonces su gracia os es suficiente, para que por su gracia seáis perfectos en Cristo’.
“Moroni dio ese testimonio como discurso final de su vida y ministerio. Instó a tener caridad, al igual que lo hacen los profetas a lo largo del Libro de Mormón. Incluyó su testimonio del Salvador cuando la muerte se aproximaba. Él era un hijo de Dios verdaderamente convertido, como podemos serlo nosotros: lleno de caridad, constante e intrépido como testigo del Salvador y de Su evangelio, y decidido a permanecer fiel hasta el fin.
“Moroni nos enseñó lo que eso requiere de nosotros. Nos dijo que el primer paso para la conversión total es la fe. El estudio con oración del Libro de Mormón edificará la fe en Dios el Padre, en Su Amado Hijo y en Su evangelio. Fortalecerá la fe de ustedes en los profetas de Dios, tanto los antiguos como los modernos”.
Encuentre su “libro en una caja”
“Puede acercarlos más a Dios que cualquier otro libro; puede cambiar una vida para mejor. Los insto a hacer lo que un compañero de mi misión hizo. Se había escapado de su hogar cuando era adolescente y alguien había puesto un Libro de Mormón en una caja que se llevó consigo al ir en busca de mayor felicidad.
“Pasaron los años; se mudó de un lugar a otro por el mundo. Un día, estaba solo y triste cuando vio la caja. La caja estaba llena de cosas que había llevado consigo. En el fondo de la caja encontró el Libro de Mormón. En él leyó la promesa, y la puso a prueba. Supo que era verdad. Ese testimonio cambió su vida. Encontró felicidad más allá de la que había soñado.
“El ejemplar del Libro de Mormón que ustedes tienen tal vez esté fuera de su vista debido a las preocupaciones y la atención de todo lo que han acumulado durante su trayecto”, dijo el presidente Eyring. “Les ruego que beban profundamente y con frecuencia de sus páginas. En él se encuentra la plenitud del evangelio de Jesucristo, que es el único camino para volver a Dios”.