El élder David A. Bednar habla acerca del ministerio de un apóstol

El élder David A. Bednar reflexiona sobre la misión de los apóstoles en el mundo actual y sobre su ministerio personal como apóstol del Señor Jesucristo.


“Somos hombres comunes y corrientes sobre los que descansa una responsabilidad extraordinaria” dice uno de los Apóstoles modernos de Jesucristo.

En una entrevista reciente, el élder David A. Bednar explicó acerca del ministerio del Quórum de los Doce Apóstoles: “Leemos en la Biblia que los antiguos apóstoles tenían las llaves del reino. El papel de un apóstol hoy en día es igual al que tenía en la antigüedad”, dijo. “Un apóstol es un misionero, que da testimonio de la realidad y divinidad de Jesucristo a todo el mundo”.

El élder Bednar recalcó que en cada nivel de la Iglesia la obra se dirige bajo las llaves del sacerdocio. Se llama a líderes del sacerdocio y se les entregan llaves para dirigir y presidir la obra del Señor en quórumes locales, ya sea como presidentes de quórumes de diáconos o de élderes o presidentes de estaca. Pero quince hombres —la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce— poseen llaves que les autorizan a dirigir la obra del Señor en toda la tierra.

“No se debe a nuestra formación. No es por causa de nuestra experiencia y capacidad, que hemos sido llamados a estas posiciones”, dijo el élder Bednar. “Los antiguos Apóstoles eran hombres comunes, y eso era parte de sus credenciales. Debía ser la obra del Señor porque, dada la magnitud de la obra, no se podía haber realizado por medio de unos pescadores sin instrucción. Lo mismo sucede hoy en día. Somos hombres comunes, y esta obra no puede prosperar por causa de cualquier habilidad que nosotros podamos tener. Es la obra del Señor, es Su Iglesia restaurada y es Su dirección lo que nos faculta para lograr lo que Él necesita que se haga”.

“La comisión es ir por todo el mundo y proclamar a Jesucristo y a Él crucificado” (véase Marcos 16:15; 1 Corintios 2:2). El élder Bednar mencionó que, gracias a los avances del mundo moderno, los miembros del Quórum de los Doce pueden viajar ahora mucho más extensamente que los antiguos Apóstoles. “Pero el propósito básico es el mismo”, dijo él. “Por donde vayamos, hemos de encontrar a personas o familias... Ésta es una obra individual. El Salvador conoce a las personas por su nombre, Él conoce sus circunstancias y Él nos dirige en nuestra labor para bendecir la vida de las personas”.

Mientras relataba ejemplos de ocasiones en las que fue guiado hasta personas que necesitaban la ayuda de un apóstol, el élder Bednar también mencionó ejemplos donde había sido bendecido y enseñado por miembros fieles y fuertes en sus testimonios de Jesucristo.

“Los principios básicos del evangelio de Jesucristo son simples y son universales. La fe en el Salvador es la misma en Boston que en Accra”, dijo él. “Me fortalezco al ir por tantos lugares diferentes en el mundo y aprender de tantas personas diferentes”.

Sin la guía del Salvador, explicó el élder Bednar, él se sentiría totalmente inadecuado en su llamamiento de apóstol y compartió un poderoso testimonio de la mano del Señor en Su obra en la tierra. Sugirió que la mejor forma de que los miembros pueden ayudar a avanzar la obra del Señor es al convertirse plenamente, viviendo conforme a lo que ellos saben y sosteniendo la luz de su ejemplo ante el mundo.

Ver la entrevista y aprender más sobre el élder Bednar.