Emergiendo con fe en África

Parte una de tres. Lea las partes dos y tres.


 

 

“Es fácil amar a las personas de África”, ha dicho repetidas veces el élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles. La fe y la obediencia de los Santos de los Últimos Días africanos, como resultado de su amor por el Evangelio, brinda un buen ejemplo para todos los miembros de la Iglesia, dijo él.

“El recuerdo que siempre conservo es la espiritualidad de las personas”, dijo el élder Holland durante una entrevista en Freetown, Sierra Leona. “Eso es un poco difícil de transmitir, a menos que haya estado aquí, a menos que haya visto personalmente su bondad, su fe y sus dones espirituales”.

El templo, una imagen suprema

“Creo que el templo es como una imagen suprema”, dijo el élder Holland.

Con la excepción de Sudáfrica, la Iglesia ha estado en África sólo entre 30 y 40 años. Debido a ello, el élder Holland dijo, la Iglesia aquí ha nacido “ante sus ojos, se ha establecido con rapidez” y “África es uno de esos lugares especiales donde se puede ver la gloria del Señor, las maravillas y el milagro de la Restauración, literalmente se despliegan ante sus ojos”.

Dijo que es impresionante “ver cuánto significa el Evangelio para ellos, ver lo que han hecho con él, cómo lo atesoran, ver su fidelidad en el diezmo y en el servicio, en ir al templo —pienso en el templo como la imagen suprema— y luego verlos criar a sus hijos en la Iglesia y enviar a sus hijos e hijas a la misión. Es una evidencia maravillosa de su fidelidad”.

Él dijo que siempre recordará estar en Accra, Ghana, con el decimoquinto presidente de la Iglesia, Gordon B. Hinckley (1910–2008), cuando anunció que un templo se construiría allí. “[Las personas] se pusieron de pie y aclamaron, lloraron y bailaron, se abrazaron unos a otros y lloraron. Y en cierta forma, ese espíritu aún persiste. Ése es mi amor por los africanos, es su gozo ilimitado en el Evangelio. La mayoría ha tenido tan poco en su vida de los bienes materiales, pero cuando obtuvieron el Evangelio, lo aceptaron completamente, con un compromiso absoluto. Y todavía lo hacen. Lo están haciendo hasta este día”.

Incluso en tiempos de guerra

El élder Holland dijo que es impresionante “ver cuánto significa el Evangelio para ellos, ver lo que han hecho con él, cómo lo atesoran”.

Como ejemplo, dijo: “Si bien había una violenta guerra civil en Côte d’Ivoire [Costa de Marfil], los Santos de los Últimos Días… continuaron yendo al templo. Es un gran tributo a ellos. Estoy admirado”.

Al hablar tanto de Sierra Leona como de Liberia, él dijo: “Debido a que han tenido ese reciente pasado sangriento, destrozado por la guerra y atroz, es una de las razones por las cuales que el Evangelio está tomando fuerza tan dramáticamente. Han visto lo que la vida no debería ser y ahora con los misioneros y los miembros que testifican, han visto lo que puede ser. El cielo lo ha convertido en una bendición y se están levantando ellos mismos del desorden político y disturbios civiles”.

También señaló el crecimiento de la Iglesia en otro país africano, Zimbabue, que también ha tenido momentos difíciles en los últimos años, “y, sin embargo, a pesar de eso, la Iglesia ha florecido. Tenemos crecimiento, tenemos estacas, tenemos misiones. Eso es lo que está sucediendo en toda África”.

El desafío del crecimiento

El crecimiento rápido es uno de los grandes desafíos que la Iglesia enfrenta en África.

En algunas áreas, el élder Holland dijo, la Iglesia ha estado presente mucho menos de 30 años pero también crece rápidamente.

“Ciertamente no llevamos mucho tiempo en Sierra Leona y Liberia, y sin embargo, vemos que en 10 ó 15 años las cosas se han desarrollado maravillosamente —el número y la fortaleza de los conversos, la calidad de estos líderes— eso es algo muy emocionante cuando se piensa en algunos de los lugares más remotos del mundo. Y todavía el Evangelio está destinado a ir allí, o está ahora yendo allí y habrá misioneros y misiones, ramas y distritos, y después, barrios y estacas. Y eso es lo que estamos viendo en esta parte de África Occidental”. De hecho, en algunas áreas de 200 a 300 personas al mes buscan ser miembros de la Iglesia.

Esto significa que el rápido crecimiento de la Iglesia debe ser dirigido con prudencia y orden (véase Mosíah 4:27).

“Nuestro desafío más grande”, dijo el élder Holland, “será que no permitamos que escape de nuestras manos. Si el crecimiento de la Iglesia supera la capacidad de sostenerse a sí misma, dijo él, el resultado es, a menudo, la falta de retención.

“Aún así tendremos que asegurarnos de que los nuevos miembros se mantengan cerca de la Iglesia”, dijo él. “Necesitan tener llamamientos y ser integrados en la Iglesia plena y minuciosamente. Pero los líderes locales están haciendo eso—y los miembros nuevos están yendo al templo, están prestando servicio, están construyendo estas unidades. Es bastante asombroso”.

Sobreponerse a la pobreza

En una reunión misional en Sierra Leona, el élder Holland recuerda a los misioneros que él está contando con ellos para establecer un buen ejemplo.

En una entrevista en Accra, Ghana, el élder Holland analizó los desafíos que la Iglesia ha afrontado al tratar la pobreza en África.

“Las Autoridades Generales sabían, hace años, que vendríamos aquí, porque el Evangelio es para todo el mundo, y sabíamos cuanto lo merecían nuestros hermanos y hermanas africanos. También sabíamos que [para la Iglesia] África era esta nueva y gran frontera, y creo que muchos estaban preocupados por las implicaciones financieras y las relacionadas con el bienestar. ¿Cómo se hace frente a tal pobreza? ¿Cómo se hace frente a tales circunstancias del tercer mundo? Es algo en lo que aún pensamos”, dijo él.

“Pero con más de 30 años de experiencia, es un testimonio emocionante sobre la belleza de las personas africanas que eso no ha sido un gran problema. Tenemos un programa de bienestar, igual que tenemos en cualquier otro lugar en el mundo, pero está maravillosamente bien. Nadie se está aprovechando del mismo, este no es todo un continente que está buscando cosas gratis. Son personas extraordinarias, gente autosuficiente, que viven con dulzura y a menudo con sencillez, y han sido absolutamente magníficos”.

Uno de los milagros continuos del Evangelio, dijo el élder Holland, es que a menudo lo que pensábamos que podría ser un problema, no lo es. “No cabe duda de que en muchos países, África sigue siendo una tierra de gran pobreza, algunos con agitación política —África tiene su parte de líderes déspotas— por lo tanto hay problemas económicos, políticos y sociales. Pero de alguna manera la Iglesia prospera en medio de eso”.

Mencionó un principio que a menudo enseñaba el decimotercer presidente de la Iglesia, Ezra Taft Benson (1899–1994). “El presidente Ezra Taft Benson siempre decía que no es que sacamos a las personas de la pobreza o los sacamos de lugares difíciles, sino que les enseñamos el Evangelio y ellos elevan su entendimiento y crean su propia manera de salir de la pobreza. Ese principio es verdadero”.

Nosotros predicamos el Evangelio

Los misioneros se reúnen delante del templo de Accra, Ghana, después de una conferencia de zona. “Nosotros predicamos el Evangelio”, recalcó el élder Holland.

Una clave para el éxito de la Iglesia en África, dijo el élder Holland, es que “no participamos en evidentes problemas socio-políticos. Nosotros predicamos el Evangelio. Nos preocupa la justicia y nos preocupa la igualdad y oportunidades sociales. Pero creemos que la respuesta a eso es el Evangelio, así que sólo lo predicamos. Y ha sido así en otros lugares y es así en África, que las personas obtienen ese conocimiento, bendición y la esperanza en sus vidas y de repente las cosas comienzan a cambiar y sus vidas son bendecidas”.

Fomentar la formación académica

“Ése es mi amor por los africanos”, dijo el élder Holland. “Es su gozo ilimitado en el Evangelio”.

El élder Holland dijo que alguien que se une a la Iglesia en África nunca había pensado en dar formación académica a sus hijos, hasta que ven el buen ejemplo de otros Santos de los Últimos Días.

“Se unen a la Iglesia y ven a personas que reciben formación académica y a menudo ya la recibieron, y sus vidas parecen ser mejores y sus oportunidades parecen ser mayores, entonces los nuevos conversos van a sus hogares y dicen: ‘Creo que intentaremos dar formación académica a nuestros hijos’. Es maravilloso. Lo que la Iglesia ofrece no es un gran plan organizado. Tenemos el Fondo Perpetuo para la Educación en todo el mundo, y tenemos seminario e instituto, pero más que nada, tenemos la luz del Evangelio que se recibe, y eso empieza a ser la respuesta a los desafíos, mucho más que un plan organizado para tratar el problema. Es lo maravilloso de la conversión individual y personal”.

Espiritualmente en armonía

Debido a que los africanos están espiritualmente en armonía, experimentan privilegios espirituales, dijo el élder Holland.

El élder Holland dijo que, debido a que muchos africanos están espiritualmente en armonía, experimentan privilegios espirituales “que no siempre se ven en esta época en otras partes del mundo”. Por ejemplo, mencionó en una conferencia de prensa en Sierra Leona, a una mujer de otra religión quien explicó que había visto el rostro de él en un sueño. Tener tal experiencia “no es una experiencia común en mi vida”, dijo el élder Holland, “pero creo que es bastante común en las suyas”. Él dijo que las personas como ella, guiadas por el espíritu, reconocerán y se aferrarán a la Iglesia. “Ésta es una manera en que Dios responde a su fe. Es intuitiva; es innata. He dicho repetidas veces que me parece que la vida no ha sido capaz de darles cosas materiales, pero el cielo los ha compensado espiritualmente”.

Él continuó: “Su pureza es una imagen poderosa, central en mi corazón. En el Oeste siempre hemos asociado la felicidad con los bienes materiales, pero en África han separado eso en sus mentes y corazones. Creo que les gustaría tener suficiente comida, ropa para vestir y educación para sus hijos. Les gustaría un mejor nivel de vida y el Evangelio ayudará a llevar eso a muchas personas. Pero parecen ser capaces de separar en su mente que las ‘cosas’ no tienen nada que ver con ser felices. La simplicidad es un elemento de su fe pura que haríamos bien en copiar, recordar y enseñar. En muchas maneras, no son de este mundo, y es un gran cumplido para ellos”. 

Los últimos serán los primeros

“Los Santos de los Últimos Días africanos están emergiendo con fe. Están progresando. Están cumpliendo el desafío de recibir el Evangelio y lo hacen evidente en sus vidas”, dijo el élder Holland.

El élder Holland citó al Salvador, quien dijo: “Los primeros serán postreros y los postreros, primeros” (Mateo 20:16).

“En cierto aspecto”, dijo, “el Evangelio está llegando tarde a África, pero por lo menos pudimos hacerlo en el tiempo del Señor y fue en el tiempo del Señor, me apresuro a declararlo. Comparando, sólo recientemente los africanos han comenzado a tener misiones y misioneros, las bendiciones del sacerdocio, etc. Es un continente grande y todavía tenemos un largo camino que recorrer. Pero yo creo que el crecimiento que ahora vemos en África es parte del cumplimiento de la promesa del Señor. Los Santos de los Últimos Días africanos están emergiendo con fe. Están progresando. Están cumpliendo el desafío de recibir el Evangelio y lo hacen evidente en sus vidas”.

Amados por el Señor

“Tienen las sonrisas más hermosas, las caras más felices; sus hijos deben estar entre los niños más hermosos sobre la faz de la tierra. Es muy, muy fácil amarlos”, dijo el élder Holland sobre los africanos.

Una vez más, el élder Holland expresó su cariño por la gente de todo el continente. “Es mi naturaleza querer decir a las personas que les amo y que el Señor les ama”, dijo él. “Creo que eso es muy cierto y es verdad en cualquier lugar. Pero el amor del Padre Celestial para Sus hijos es evidente en África. Tienen las sonrisas más hermosas, las caras más felices; sus hijos deben estar entre los niños más hermosos sobre la faz de la tierra. Es muy, muy fácil amarlos. Es como conocer a personas que ya se había conocido. Todos hemos tenido ese tipo de experiencia, una relación semejante con alguien. Eso es lo que siento con las personas de África. Hay algo especial acerca de lo que sentimos cuando venimos a esta tierra, a estas naciones, cuando estamos en este continente. Algo en ellos y en nosotros, crea un compañerismo del alma que es inmediato y va más allá de las palabras”.