Hay tantas maneras de escucharlo. Así es como Él me habla.
Cuando pienso en cuánto me ama el Salvador, y lo mucho que yo lo amo a Él, es como un puente, una conexión o una puerta que se abre. Ese amor es la clave, debido a que siento el poder y el don del Espíritu Santo. Cuando no soy agradecido, no puedo sentir ese amor; pero al sentirme agradecido por el Salvador y por lo que el Señor me ha dado, ese amor abre puertas.
Eso lo he observado en mi vida profesional, en momentos en los que no sabía qué hacer: buscaba un lugar tranquilo para conectarme con el Padre Celestial y con Su Hijo, Jesucristo, por el don del Espíritu Santo, mediante el puente del amor hacia Ellos. Entonces, de repente, recibía un torrente de respuestas. Esa conexión abre una corriente de cosas que siento que he experimentado anteriormente y que me ayuda a tomar decisiones correctas.
Así es como Él me habla. Y eso sucede, cuando me centro en el amor que Él siente por mí y el amor que yo siento por Él. Esto me lleva a las respuestas que tanto necesito ahora, tal como a las que he necesitado a lo largo de mi vida.
