Durante el Devocional mundial para jóvenes adultos de enero de 2017, extendí el desafío para quienes estaban mirándolo a que incrementaran su testimonio del Salvador al tomar tiempo cada semana para:
- Estudiar todo lo que Jesús dijo e hizo como se registra en el Antiguo Testamento.
- Estudiar Sus leyes como se registra en el Nuevo Testamento.
- Estudiar Su doctrina como se registra en el Libro de Mormón.
- Y estudiar Sus palabras como se registra en Doctrina y Convenios.
Prometí a quienes escuchaban que si ellos continuaban aprendiendo todo lo que podían sobre Jesucristo, su amor por Él y por las leyes de Dios crecería más allá de lo que podrían imaginarse.
Lo que no mencioné durante el discurso es que sabía que esta promesa era verdadera porque yo estaba en el proceso de completar esa misma asignación por primera vez.
El 1 de diciembre de 2016, obtuve un nuevo juego de Escrituras y procedí a comenzar la misma asignación que luego daría a los jóvenes adultos en enero. Cuando terminé la asignación seis semanas después, había buscado y marcado más de 2 200 citas de los cuatro libros de Escritura.
Para mí, el poder lograr esta asignación ¡fue simplemente apasionante!
Algo que encontré muy revelador es que el Salvador nos estaba diciendo sobre sí mismo durante todas estas épocas —el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento, el período de la Restauración y nuestros días. En todos los libros de Escritura, el relato es el mismo y el Narrador es el mismo.
He dedicado gran parte de mis 92 años a aprender sobre el Salvador, pero son raras las ocasiones donde he podido aprender tanto como lo hice durante este período de seis semanas de estudio. De hecho, aprendí tanto sobre Él de este estudio que estoy planeando compartir mucho sobre ello en los próximos discursos que actualmente estoy preparando.
Al comenzar esta asignación, no esperaba que este estudio me ayudara a recibir un nuevo testimonio de la divinidad de la obra de José Smith, ¡pero lo hizo! Las revelaciones registradas por José Smith y los pensamientos que se encuentran en la Biblia son asombrosamente uniformes. Fue tan esclarecedor para mí ver eso en mi estudio.
No hubiera sido posible que José Smith tuviera el tiempo para correlacionar y hacer referencias con la Biblia al rápido paso al que estaba traduciendo el Libro de Mormón, ¡pero todo está allí!
Así que no solo ahora tengo un mayor testimonio del Señor y Salvador Jesucristo, sino que también tengo una reafirmación de mi absoluta convicción que el sistema que José Smith tuvo para traducir el Libro de Mormón fue un don de Dios.
Sin embargo, me doy cuenta que algunos de ustedes probablemente estén pensando que no podrían posiblemente tener tiempo para completar una asignación como esta.
Sé cómo se sienten. Pensé lo mismo en mi caso, que no hay manera de que tenga tiempo para hacer todo esto. Necesité recordarme que un comentario como este no es un comentario que promueva la fe. Un comentario que promueve la fe sería: “Sé que no tengo tiempo para esto, pero voy a buscar tiempo para hacerlo. Y lo lograré con el tiempo que tengo”.
Cada uno de nosotros que tome este desafío lo completará durante su propio tiempo. Para mí, mucho del gozo de esto provino de hacerlo todo en solo seis semanas. Este estudio intenso sobre un período de tiempo relativamente corto me permitió valorar la naturaleza complementaria de las enseñanzas que se encuentran en el Antiguo Testamento, el Libro de Mormón, el Nuevo Testamento y en Doctrina y Convenios.
Para aquellos de ustedes que no tienen tiempo, si hacen el sacrificio, serán recompensados y estarán muy, muy agradecidos por el cambio de perspectiva, mayor conocimiento y una conversión más profunda. Sé que esto es verdadero porque he visto las mismas recompensas en mi propia vida.
Como mencioné en el devocional, se presentarán frente al Salvador. Estarán emocionados al punto de las lágrimas de estar en Su sagrada presencia. Lucharán por encontrar las palabras para agradecerle por pagar por sus pecados, por perdonarlos de cualquier falta de bondad hacia los demás, por sanarlos de las heridas e injusticias de la vida.
Le agradecerán por fortalecerlos para hacer lo imposible, por convertir sus debilidades en fortalezas y por hacer posible que vivan con Él y su familia por siempre. Su identidad, Su expiación y Sus atributos se volverán personales y reales para ustedes.
Pero no tienen que esperar hasta ese momento. Elijan ser unos de Sus verdaderos discípulos ahora. Sean unos que realmente lo amen, que realmente quieran servir y liderar como lo hizo Él. Les aseguro que si estudian Sus palabras, su habilidad para ser más como Él se incrementará. Sé que eso es verdad.