Cuando el élder M. Russell Ballard visitó Cuernavaca, México, enseñó que tanto los miembros como los investigadores de la Iglesia deben convertirse por la naturaleza eterna del Evangelio. Dijo: “Todos venimos a la tierra con un amor innato por la verdad y por Dios. Debemos penetrar la oscuridad con la luz que se encuentra dentro de cada alma. Enciendan esa luz”.
El élder Ballard indicó que la obra misional es la única manera de ayudar a todas las personas a saber del amor de Dios y de la luz del Evangelio. Les aconsejó a los misioneros, a los líderes del sacerdocio, a los jóvenes adultos solteros y a las familias de las estacas locales a que pongan a la obra misional entre sus prioridades. Él dijo: “La asignación principal de los apóstoles es la obra misional. Ustedes y nosotros somos misioneros”.
El élder Ballard se dirige a los misioneros, a los líderes del sacerdocio, a los jóvenes adultos y a las familias de Cuernavaca, México.
En la obra del Padre Celestial
“Es maravilloso ser joven y estar en la misión en esta época. No se me ocurre nada más emocionante para hacer en la actualidad que ser misionero”, dijo el élder Ballard a los misioneros de la Misión México Cuernavaca. El élder Ballard hizo hincapié en la calidad de la enseñanza que imparten los misioneros; ellos deben tener la capacidad de discernir los sentimientos de sus investigadores y de enseñar los principios del Evangelio con el Espíritu hasta que los investigadores entiendan, dijo.
El élder Ballard dijo que los misioneros deben enseñar el Evangelio con confianza y permanecer felices por estar en la obra. “Su éxito será proporcional a la confianza que tengan para presentar el Evangelio. Sean lo mejor de ustedes mismos. Su poder y fortaleza como misioneros se relaciona directamente con la confianza que tengan en sí mismos para hacer la obra. Sepan que tienen la capacidad para enseñar. Manténganse despiertos en las reuniones, escuchen y trabajen juntos como compañerismo tanto durante el tiempo de enseñanza como durante el tiempo de estudio. Estudien como compañerismo para ser mejores maestros. Sean pacientes y diligentes. El diablo trata de desanimarlos y enlentecerlos. Sean siempre felices y sonrían… Cuando somos entusiastas, es más fácil comunicarnos por el Espíritu”.
El élder Ballard les dio ánimo y consuelo a los misioneros que quizá estuvieran cansados. Dijo: “El Padre Celestial nos bendice con la dulce paz del cielo en nuestro corazón… Nosotros prestamos servicio a Su Iglesia y estamos en Su obra. Hay ocasiones en las que me canso en mi trabajo. Entonces me detengo, miro un cuadro del Salvador y pienso en Él cuando estaba en Getsemaní, y de pronto ya no estoy cansado. Aprendan a amarlo durante su misión”.
El élder Ballard les enseña a los líderes locales del sacerdocio acerca de las responsabilidades de sus llamamientos y acerca de la obra misional de los miembros.
En una reunión del sacerdocio, el élder Ballard les indicó a los líderes locales de la Iglesia que también deben participar de la obra misional. “Los misioneros son buenas herramientas”, dijo, “pero los miembros y los líderes de los barrios deben formar parte del mismo equipo que ellos y hacerse amigos de las personas que están investigando el Evangelio”.
El élder Ballard les dijo a los líderes del sacerdocio que saquen de su vocabulario las frases “mi estaca” y “mi barrio”. “Se trata del barrio o de la estaca del Señor Jesucristo. Somos mayordomos temporales y ayudamos con las necesidades espirituales. Ocurrirán milagros bajo su mayordomía”.
Cuando les habló a los jóvenes adultos solteros, el élder Ballard hizo hincapié en la importancia de la conversión espiritual tanto de los investigadores del Evangelio como de los miembros de la Iglesia. Dijo: “El Evangelio atrae a muchos, pero es más importante que esa atracción la sientan espiritualmente y no sólo mentalmente.
“Las calamidades y la violencia del mundo disminuirán cuando las personas lleven el Evangelio en el corazón, cuando estén profundamente convertidas”.
Los misioneros y los miembros escuchan al élder Ballard mientras dice: “Es maravilloso ser joven y estar en la misión en esta época”.
Usen la tecnología con cuidado
El élder Ballard les aconseja a todos los miembros de la Iglesia que usen la tecnología con cuidado. “Tengan cuidado con la forma en que usan la tecnología. Manténganse alejados de la pornografía. La pornografía es una herramienta del diablo y los que se meten con ella terminan con daños espirituales”.
Y continuó diciendo: “En el reino espiritual aprendimos que somos hijos e hijas espirituales de Dios y que nos encontramos en un trayecto espiritual con el fin de aprender a controlar nuestro cuerpo físico. Deseamos ser obedientes para que, cuando esta vida termine, podamos entrar en la presencia de Dios. Debemos estar limpios. Les ruego en el nombre del Señor que, si alguno de ustedes tiene problemas con la pornografía, decidan hoy que se terminó. Pongan un límite y no entren en el territorio del diablo y en el pecado”.
El élder Ballard les habló particularmente a los padres y a los líderes, y les dijo que estuvieran atentos a cómo los niños y los jóvenes usan la tecnología. “Asegúrense de saber qué hacen los jóvenes con los dispositivos sociales electrónicos. Establezcan una relación de confianza y sean suficientemente directos con ellos, incluso con los más pequeños, en cuanto a asuntos como la pornografía”.
Los miembros de estacas locales saludan con alegría a un apóstol del Señor Jesucristo.
Ora siempre
El élder Ballard les dijo a los misioneros y a los jóvenes adultos solteros que la oración es una parte esencial de la conversión y de la revelación personal. Él dijo: “Hagan sus oraciones. No lleguen tan tarde a sus casas como para no poder orar. No salgan por la mañana sin hacer la oración. El Espíritu los fortalecerá día tras día”.
A los misioneros les dijo: “Animen a los investigadores a orar… Ellos deben preguntar, buscar, llamar y hallar”.
El élder Ballard saluda a los élderes y a las hermanas de la Misión México Cuernavaca.
El futuro de la Iglesia
El élder Ballard expresó su gran amor por los jóvenes de la Iglesia y dijo que apreciaba su fortaleza espiritual. “Los líderes de otras iglesias nos preguntan qué hacemos para lograr que los misioneros vayan a servir a la Iglesia. Siempre me alegra explicarles que ellos sólo lo hacen por una razón. La razón es que saben que ésta es la Iglesia verdadera”, dijo.
El élder Ballard terminó con estas palabras: “Ustedes serán los próximos líderes cuando se les entregue el reino en la tierra. Estén decididos a estar listos para cualquier cosa que el Señor les pida. Él bendecirá a su familia con protección y bendiciones. Ésta es Su Iglesia. Él vive y cuida los asuntos de Su Iglesia. Avancen.
