Vea un video del élder Bednar hablando con jóvenes acerca de la obra de salvación.
“Como miembros de la Iglesia restaurada de Cristo, tenemos la responsabilidad, adquirida por convenio, de buscar a nuestros antepasados y proporcionarles las ordenanzas salvadoras del Evangelio”, dijo el élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles. Citó dos escrituras: “para que ellos no fuesen perfeccionados sin nosotros” (Hebreos 11:40). Ni “tampoco podemos nosotros ser perfeccionados sin nuestros muertos” (D. y C. 128:15).
“Por esas razones investigamos nuestra historia familiar, edificamos templos y efectuamos ordenanzas vicarias. Por esas razones se envió a Elías el Profeta para restaurar la autoridad para sellar que ata en la tierra y en el cielo. Nosotros somos los agentes del Señor en la obra de salvación y exaltación que evitará ‘que el mundo entero [sea] herido con una maldición’ (D. y C. 110:15) cuando Él vuelva de nuevo. Ése es nuestro deber y nuestra gran bendición”.
El élder Bednar compartió este mensaje en la Conferencia General de octubre de 2011, enseñando a los miembros de la Iglesia sobre la importancia de efectuar la obra del templo por los muertos. Los profetas y apóstoles actuales han testificado con frecuencia sobre la necesidad de la obra del templo y de la influencia del Espíritu de Elías.
Una ordenanza revelada
Por ejemplo, el presidente Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce Apóstoles, confirmó que la obra del templo es una ordenanza que ha sido esencial en la Iglesia de Cristo en toda época. “En los primeros días de la Iglesia, el Profeta recibió instrucciones por medio de la revelación, de que debía comenzar la edificación de un templo semejante a los que se habían construido en la antigüedad. Fueron reveladas las ordenanzas sagradas que debían efectuarse para la salvación de la humanidad… Con la debida autoridad, una persona puede bautizarse por otra que nunca haya tenido esa oportunidad, y ésta puede aceptar o rechazar el bautismo de acuerdo con su propio deseo”, dijo.
Vínculos eternos
“El propósito de la misión de Elías era restaurar el poder sellador de atar en la tierra aquello que será atado en las eternidades por venir, y de esta manera, hacer posible en la tierra la habilidad de efectuar las ordenanzas del Evangelio tanto para las personas vivas como las muertas. Esto posibilitó el vínculo eterno para que las familias permanecieran juntas”, dijo el élder Perry.
“Siempre me ha maravillado cómo el Espíritu de Elías obra en hombres y mujeres cuando entienden las bendiciones de una familia eterna. Incluso se extiende a quienes no entienden esta doctrina. Según me han informado, la genealogía se ha convertido en el pasatiempo número uno del país. El Espíritu de Elías es prácticamente contagioso entre las personas por la manera en que avanza para unir a las familias. Es natural que nuestros pensamientos se dirijan a la historia de nuestras familias y los sacrificios que hicieron para aceptar el Evangelio de nuestro Señor y Salvador”.
Bendiciones para todos
Y el élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó: “Aunque la obra del templo y de historia familiar tiene el poder para bendecir a los que están más allá del velo, tiene el mismo poder para bendecir a las personas que están vivas. Tiene una influencia refinadora en aquellos que participan de ella. Éstos literalmente están ayudando a exaltar a su familia”.
Una obra para la juventud
En su discurso de la conferencia, el élder Bednar animó especialmente a los jóvenes de la Iglesia a experimentar el Espíritu de Elías y participar en la obra de historia familiar. “No es una coincidencia que FamilySearch y otros recursos hayan salido a la luz en una época en la que los jóvenes estén tan familiarizados con una gran variedad de tecnologías de la información y la comunicación. Ustedes tienen los dedos amaestrados para textear y twitear para acelerar y adelantar la obra del Señor, y no sólo para comunicarse rápidamente con sus amigos. Las destrezas y la aptitud que se manifiestan entre muchos jóvenes actualmente son una preparación para contribuir a la obra de salvación”.
El élder Bednar prometió que mientras los jóvenes participan en la investigación familiar y se preparan para el templo estarán llenos del amor por la obra y por sus antepasados. También prometió: “Su testimonio del Salvador y su conversión a Él serán profundos y perdurables. Y les prometo que serán protegidos contra la creciente influencia del adversario. A medida que participen en esta obra sagrada y lleguen a amarla, serán protegidos en su juventud y durante su vida”.