Cuando el élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles, llegó a Reading, Inglaterra, donde tendría reuniones con miembros, líderes y misioneros, sabía que no podía visitar a cada persona individualmente. La gran cantidad de miembros que hay en Reading hace que eso sea imposible. Sin embargo, como miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, entendía claramente la responsabilidad que tenía de bendecir a los miembros, tanto colectiva como individualmente.
“El ministerio de un miembro de los Doce siempre consiste en buscar a las personas individualmente”, dijo, “de acuerdo con el principio del Libro de Mormón: ‘uno por uno’. Un apóstol siempre está buscando a aquellos que el Señor le manda encontrar… para elevarlo, para bendecirlo, para hacer algo a fin de ayudar a una persona o familia en particular. Al reunirme con un grupo de miembros, de jóvenes o de jóvenes adultos solteros, la audiencia no es un grupo de mil quinientos, sino que son mil quinientas personas individuales’”.
Preguntas y respuestas
Esa es la razón por la cual el élder Bednar escogió el formato de preguntas y respuestas para las reuniones que tuvo con misioneros, líderes de estaca y jóvenes adultos solteros. En las sesiones de preguntas y respuestas no era el élder Bednar quien hacía las preguntas, sino que él invitó a los miembros a hacerle preguntas a él. Luego, con amor, les enseñaba doctrinas y principios que los guiarían y ayudarían. Al enseñar de este modo, recibía las preguntas de aquellos que más necesitaban su consejo, pero todos se beneficiaban a causa de su instrucción. El élder Bednar tuvo la oportunidad, por medio de la guía del Espíritu Santo, de llegar al corazón de aquellos que el Señor había preparado y puesto en su camino.
Preguntas sinceras
En una entrevista que le hicieron al día siguiente de una de las reuniones, el élder Bednar dijo: “Cualquier persona que anoche hubiese estado en la reunión con los jóvenes adultos solteros se hubiera conmovido por la autenticidad, la transparencia y la sinceridad de las preguntas que hacían. Me sentí conmovido al escuchar lo que varios de esos jóvenes preguntaban y al ver la sinceridad con la que lo preguntaban”.
A menudo las respuestas llegan “línea por línea”
Durante la entrevista, el élder Bednar explicó que “gran parte del mundo espera ver resultados grandes en seguida. Sin embargo, el Señor establece un fundamento firme y poco a poco va edificando sobre ese fundamento, línea por línea. Si retrocedemos hasta los comienzos de la Restauración, había muchos conversos en Inglaterra. Ahora el ritmo no es el mismo; es más lento. Pero en muchas áreas donde hay misioneros prestando servicio, los conversos siguen llegando uno a uno, y aprenden línea por línea; y no se están yendo. Así que el crecimiento es estable”.
La meta es ayudar
Cuando el élder Bednar visita un área de la Iglesia en la capacidad de miembro de los Doce, explicó que “obviamente, traemos con nosotros algunos puntos en los que la Primera Presidencia y los Doce sienten que hay que hacer hincapié. Pero la pregunta que le hago a la Presidencia de Área es: ‘¿Cuál es la mejor manera de ayudarlos?’”. Dijo que ese método le ayuda a decidir cómo organizar las reuniones que se llevan a cabo en el área. Deseo con todo mi corazón ayudar de algún modo, para que los miembros tengan la fortaleza, la fe, el valor de seguir adelante”.
Las reuniones de liderazgo extienden el alcance
También explicó por qué es necesario que líderes y miembros de muchas estacas se reúnan en el mismo lugar y al mismo tiempo. Ahora son casi 3000 las estacas que hay en la Iglesia. Dado que son 12 los apóstoles, si ellos tuvieran que visitar una estaca a la vez, sumado a sus otros deberes, cada estaca recibiría una visita de ellos aproximadamente cada 27 años.
“Debido al crecimiento constante de la Iglesia, ese lapso de tiempo se sigue extendiendo”, dijo. “El formato que ahora usamos en las conferencias para líderes del sacerdocio nos permite… estar cara a cara y dar un apretón de manos a todos los miembros de las presidencias de estaca y a todos los obispos cada cuatro o cinco años”.
Dijo que es imposible estar con cada uno de los miembros de la Iglesia, “[pero] tenemos las transmisiones multiestaca… y [luego] cuando estamos en un área para tener una conferencia de líderes del sacerdocio, podemos llevar a cabo una reunión de estaca especial y reunirnos en persona con los miembros”.
Actuar y no que se actúe sobre nosotros
Después de estas reuniones en el Reino Unido, el élder Bednar también se reunió con miembros en Dinamarca y Alemania. Les enseñó a los miembros usando el Libro de Mormón: “Nosotros somos agentes que actúan por sí mismos y no, objetos sobre los cuales se actúa”. También los instruyó usando Doctrina y Convenios y dijo que “debemos estar anhelosamente consagrados a una buena causa y tenemos el poder de hacer muchas cosas buenas de nuestra propia voluntad”.
El élder Bednar expresó: “Las influencias mundanas nos impedirían usar nuestro propio albedrío, el cual obtuvimos por medio de la expiación de Jesucristo. Pero nosotros somos agentes que podemos actuar, y eso influye todo lo referente a cómo vivimos el Evangelio en nuestra vida. Influye en cómo oramos, cómo estudiamos las Escrituras, cómo adoramos en la capilla. No es lo mismo ir a la reunión sacramental básicamente como un objeto que espera que se actúe sobre él —‘Aliméntame, dame algo’— que adorar en la reunión sacramental como un agente que actúa: pidiendo, buscando, llamando.
Consejo a los líderes
Durante la conferencia para líderes del sacerdocio, el élder Bednar dijo que “enseñar implica más que sólo las palabras”. Dijo que un maestro eficaz no sólo enseña la manera de hacer algo, sino que invita a otras personas a hacerlo y aprenderlo por sí mismos.
Repitió un consejo que ya había dado antes: “El testimonio es saber que es verdad por el poder del Espíritu Santo. La conversión es hacer constantemente lo que sabes que es verdadero”.
Resaltando la importancia de enseñar el Evangelio en el hogar, el élder Bednar destacó que el Libro de Mormón describe un poderoso cambio de corazón que llevará a los que están convertidos a mirar hacia afuera para ver qué necesitan otras personas, lo cual naturalmente conducirá a la obra misional. Dijo que sólo mediante la expiación de Cristo podemos desechar al hombre natural y llegar a ser como Cristo.
El élder Bednar hizo hincapié en que el propósito de todo lo que hacemos en la Iglesia es invitar a las personas a venir a Cristo, y la manera más eficaz de hacerlo es ayudarlos a entender la doctrina. “No se limiten a hablar o contar”, dijo. “Ayúdenlos a aprender de modo tal que los inviten a cambiar”.
Dijo que muchas veces nos olvidamos que somos agentes con la capacidad de actuar. Por ejemplo, el élder Bednar enseñó que quizá en nuestras oraciones pidamos: “Salva a mis hijos”, en vez de “Aumenta mi entendimiento y fortalece mi visión para que pueda ser un instrumento en Tus manos a fin de ayudarlos”. También dijo que en vez de pedir que aquellos que no están en la reunión sacramental esta semana puedan estar aquí la semana entrante, debemos orar y pedir tener el valor para buscarlos y ayudarlos, y luego ir y hacer.
Consejo para los jóvenes adultos solteros
El élder Bednar les aconsejó a los jóvenes adultos solteros que aumentaran la fe en el Padre Celestial “ejercitando el albedrío moral para hacer las cosas que ya saben que son correctas”. Además aconsejó seguir al Espíritu. “Cuando nos bautizamos y somos confirmados, la bendición que se nos promete es que tengamos siempre el Espíritu Santo con nosotros. Si son buenos constantemente, tendrán la compañía del Espíritu Santo la mayor parte del tiempo”, dijo, y la cuestión será reconocer cuándo se va y no cuándo viene. Entonces no desearán hacer nada que haga que el Espíritu se retire.
El arrepentimiento, dijo el élder Bednar, es difícil, pero vale la pena. “A veces el dolor que experimentan es un proceso purificador necesario… Les prometo que, a la larga, su angustia los conducirá al alivio espiritual”.
La Expiación no es sólo para los pecadores, testificó el élder Bednar, sino para los Santos de los Últimos Días que están tratando de ser mejores. “Como apóstol de Jesucristo, testifico que la Expiación se aplica en el caso de ustedes”.
Al finalizar la sesión de preguntas y respuestas, dijo: “Hemos hablado, escuchado y analizado. Espero que sientan hambre y sed, y que pregunten, busquen y llamen. No recibirán la respuesta de otro modo; deben saberlo por ustedes mismos, por medio de nuestro amoroso Padre Celestial”.
Consejo de la conferencia de estaca
Durante la conferencia de estaca, el élder Bednar señaló que, si bien los apóstoles son ordenados como testigos del nombre de Jesucristo para todo el mundo, ellos no son los únicos testigos. Todos somos testigos, dijo. “Sean la luz. Compartan el Evangelio. Den su testimonio a otras personas”.
A fin de ayudar a las personas a experimentar el poderoso cambio de corazón que se describe en Mosíah, capítulo 5, el élder Bednar sugirió que nos hagamos la siguiente pregunta: “¿Qué doctrina debemos/deben aprender?”. Citando Doctrina y Convenios, sección 101, que dice que “todo hombre obre en doctrina” (vers. 78), declaró que, aunque no es una frase muy común, es un principio verdadero. “Debemos actuar como agentes”, dijo, y no como objetos que esperan que se actúe sobre ellos. “Sean agentes que actúan, que buscan, que llaman”.
El élder Bednar explicó que la Apostasía se predijo en la Biblia, al igual que la Restauración. Hay personas que preguntan por qué Dios habría de llamar un profeta en la actualidad, mencionó. “Yo pregunto: ¿Por qué no? ¿En qué lugar de la Biblia dice que Él no llamaría más profetas ni les revelaría Su voluntad a ellos? Él sigue hablando como en tiempos antiguos, por medio de apóstoles y profetas”.