Todos los Santos de los Últimos Días tienen la responsabilidad de explicar, y a veces defender, las doctrinas y principios del Evangelio restaurado. Se pide a todos los Santos de los Últimos Días que sean testigos de la verdad. Un profeta y vidente, Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, tuvo esas mismas oportunidades cuando se lo invitó a presentar las creencias básicas de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a los estudiantes de derecho en la Universidad de Harvard.
“En el mundo occidental, la religión ha sido históricamente la base de la sociedad civil como la conocemos, y si no me equivoco, los hombres y las mujeres de la ley están comprometidos a una mejor, es decir, a la más justa, sociedad civil. Por lo tanto, gracias por tomar la religión con seriedad. No sólo serán mejores abogados sino que estarán más cerca de la verdad en su propia vida”, dijo el élder Holland.
La invitación a hablar provino de los alumnos Santos de los Últimos Días de la Facultad de Derecho de Harvard, un grupo de estudiantes en la prestigiosa Universidad ubicada en Cambridge, Massachusetts. Los estudiantes de derecho SUD patrocinan un evento anual llamado mormonismo básico, una conferencia y sesión de preguntas y respuestas abiertas a todos los estudiantes de derecho, otros estudiantes interesados y personal docente. Harvard, fundada en 1636, es la institución más antigua de educación superior en los Estados Unidos.
El élder Holland examinó las doctrinas y los principios que frecuentemente se pide que expliquen los miembros de la Iglesia. Por ejemplo, contestó a la pregunta:
¿Cuáles son las diferencias entre la Iglesia SUD y otras religiones cristianas?
“Algunas personas consideran que no somos ‘cristianos’, supongo, porque no somos cristianos del siglo IV, no somos cristianos atanasianos, no somos cristianos dogmáticos de los que surgieron cientos de años después de Cristo. No, cuando hablamos de ‘cristiandad restaurada’, hablamos de la Iglesia como era, no como lo que se convirtió cuando se llamaron grandes consejos para debatir y deliberar lo que ellos realmente creían. Entonces si se refiere al cristianismo greco influenciado, que establecía consejos, con un tinte filosófico de la época post-apostólica, entonces no somos esa clase de cristianos…
“Enseñamos que:
Dios el Padre y Su Hijo Jesucristo son seres separados y distintos con cuerpos glorificados de carne y hueso. Como tal mantenemos la posición histórica de que ‘la doctrina formal de la Trinidad como fue definida por los grandes concilios de la Iglesia de los siglos IV y V no se encuentra en el [Nuevo Testamento]’. Tomamos literalmente Su palabra de que Cristo ‘descendi[ó] del cielo, no para hacer [Su] voluntad, sino la voluntad del que [lo] envió’ (Juan 6:38)… Sin embargo, después de haber aclarado Su naturaleza física separada y distinta, declaramos inequívocamente que Ellos en realidad eran y son ‘uno’ en toda manera concebible, en mente como en hecho, en voluntad y deseo y esperanza, en fe y propósito, e intención y amor. Sin dudas, Ellos son mucho más parecidos de lo que son diferentes de todas las maneras que acabo de decir, pero son seres separados y distintos, como los son todos los padres e hijos. En este asunto nos diferenciamos de los cristianos dogmáticos, pero creemos que estamos de acuerdo con el Nuevo Testamento.
“Nos diferenciamos también del cristianismo de los siglos IV y V al declarar que no está cerrado el canon de las Escrituras, que los cielos están abiertos con experiencia reveladora y que Dios hablaba en serio cuando prometió a Moisés: ‘mis obras son sin fin y... mis palabras... jamás cesan’ (Moisés 1:4). Creemos que Dios ama a todos Sus hijos y que nunca les dejaría por mucho tiempo sin la mediación de los profetas y apóstoles, los agentes autorizados de Su guía y dirección. El libro de Mormón y otras Escrituras canónicas, así como la función de los oráculos vivientes, son testigos del hecho de que Dios continúa comunicándose”.
“Somos únicos en el mundo cristiano moderno en cuanto a… la divina autoridad del sacerdocio… El Santo sacerdocio que ha sido restablecido en la tierra por quienes lo poseían antiguamente señalan el regreso de la autorización divina. Es diferente a todos los demás poderes creados por el hombre y autoridades sobre la faz de la tierra. Sin ella podría haber una Iglesia sólo de nombre y sería una Iglesia que carece de autoridad para administrar en las cosas de Dios. Este restablecimiento de la autoridad del sacerdocio facilita siglos de preguntas y angustia entre aquellos que sabían que algunas ordenanzas y sacramentos eran esenciales, pero vivían con la duda sobre quién tenía derecho a administrarlos”.
El élder Holland también enseñó sobre el plan de Dios para Sus hijos, la diferencia entre la Reforma y la Restauración, la función de Joseph Smith y otras creencias básicas de la Iglesia.