“En la obra del Señor, todos aprendemos una gran lección: Cada uno de nosotros permanece firme en los hombros de los gigantes que nos precedieron”, dijo el élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles, durante el aniversario para conmemorar los 50 años de capacitación misional. El élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, también estuvo presente y dio un discurso antes que el élder Nelson.
En un devocional en el Centro de Capacitación Misional de Provo, Utah, durante el cual se dedicaron cinco edificios renovados, el élder Nelson invitó a los ex presidentes del CCM y a sus respectivas esposas a honrar a quienes les habían precedido, incluso a aquellos cuyos nombres llevan algunos edificios del CCM. “Estos valientes misioneros establecieron un legado de compromiso al propósito del Señor que se ha preservado y fortalecido por los muchos miles de misioneros que también han respondido al llamado de servir”, dijo el élder Nelson.
El valor y el sacrificio de los primeros misioneros, añadió, debe marcar la pauta para nosotros en la actualidad. Haciendo un recuento de las experiencias de aquellos que prepararon el camino, él contó algunas historias de la convicción inquebrantable del primer misionero, Samuel H. Smith, y de la primera hermana misionera, Harriett Nye, entre otros.
Nunca subestimen el efecto que puedan tener
Nunca debemos subestimar el profundo efecto que podemos tener en el recogimiento de Israel, dijo el élder Nelson. Él volvió a contar un ejemplo en que su buena disposición de tan sólo prestar un ejemplar maltrecho del Libro de Mormón a una mujer joven cambió la vida de ella y la de muchas otras personas en las generaciones venideras.
Durante la Guerra de Corea, una joven enfermera del ejército llamada Beverly ayudaba con frecuencia al élder Nelson a realizar operaciones. Al final de una operación en particular, ella le preguntó: “¿Qué le hace diferente de los otros cirujanos con los que trabajo?”. El élder Nelson aprovechó la oportunidad para compartir su testimonio y prestarle el Libro de Mormón.
“Una semana más tarde, su marido le devolvió el libro y le dijo: ‘Muchas gracias’”. El élder Nelson respondió: “‘No lo leyó, ¿verdad?’. ‘Por favor, lléveselo, léalo con el espíritu de oración y después quiero que me devuelva el libro’. Cuando volvieron, me dijeron entre lágrimas: ‘Hemos leído el Libro de Mormón. Sabemos que es verdadero. Deseamos saber más’”.
A partir de un simple gesto, 309 conversiones
El élder Nelson bautizó a ambos y 30 años después, se reunió con Beverly en una conferencia en Knoxville, Tennessee. Él se dio cuenta que debido a su simple gesto, 80 personas se habían convertido al evangelio de Jesucristo. En 2012, la lista se había ampliado a 309 personas.
“El Libro de Mormón es el libro más eficaz disponible para ayudarles a enseñar acerca del Señor”, dijo el élder Nelson. “Es una señal tangible al mundo de que el prometido recogimiento de Israel ha comenzado”.
Un millón de misioneros
El recogimiento de Israel comenzó con el legado de esos primeros misioneros, dijo el élder Nelson, pero termina con nosotros. El CCM de Provo contó con su millonésimo misionero en junio de 2007, casi 50 años después de haberse creado el 4 de diciembre de 1961.
“Ahora ustedes son parte de este vasto ejército de misioneros”, dijo el élder Nelson. “Ustedes han sido invitados a llamar a otras personas a venir a Cristo. El Salvador recibió esta doctrina de Su Padre. Con fe en que Ellos existen en realidad, podemos arrepentirnos y entrar en la verdadera Iglesia… y luego ayudarnos entre nosotros a perseverar hasta el fin.
“Esto es parte de lo que el presidente Monson espera, que todos vayamos a participar en el rescate. Ayudar a que los hijos de nuestro Padre Celestial regresen a Él será una parte vital de sus labores misionales personales. Al entrar en este CCM de Provo, ven en el vestíbulo la réplica de una piedra grande. Al pie de la misma se lee: ‘Cualquiera que sea tu arte, haz bien tu parte’”. (Este lema inspiró al noveno Presidente de la Iglesia, David O. McKay, cuando era misionero en Escocia.)
Honrar la tradición de la obra misional
El élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, también dio su testimonio en el devocional. Él dijo que tenemos la sagrada responsabilidad de continuar con la obra misional.
“Quizás no tengan tanto talento como desearían… quizás tengan todos los bautismos que deseen, o quizás no; hay muchas cosas que no podrán controlar”, dijo el élder Holland. “Pero hay una cosa que pueden controlar y eso es que honren el oficio al que han sido llamados. Ustedes honran la función sagrada de los misioneros en esta Iglesia.
“Les están pasando esta obra a ustedes. Cada generación tiene que pasarla a la nueva generación… hasta que esta obra se termine. Ustedes están bajo convenio y tienen la obligación moral de honrar la tradición que tiene la obra misional en esta Iglesia. No son perfectos, pero están obligados a ser lo mejor que puedan en el servicio al que han sido llamados a prestar.
“Sean tan firmes, verdaderos y valientes como les sea posible; ustedes pueden controlar eso. Eso está dentro de su capacidad, ocupar su lugar en la historia y mantenerse firmes e íntegros dondequiera que sirvan en este mundo… Que Dios les bendiga esta noche, mañana y siempre”.