“Si enseñamos por el Espíritu y ustedes escuchan por el Espíritu, uno de nosotros se referirá a las circunstancias de ustedes y enviará una epístola profética personal sólo para ustedes”, dijo el élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, durante su discurso en la conferencia general de abril de 2011.
Los miembros de la Primera Presidencia y del Quórum de los Doce Apóstoles han animado reiteradamente la participación en la conferencia general, una reunión donde profetas y apóstoles verdaderamente nos hablan hoy. Ese consejo de participar nos ayuda al prepararnos para la conferencia general una vez más.
El élder Holland dijo que quienes hablan en la conferencia general sirven como “mensajeros terrenales con mensajes angelicales”, que todos han “tocado ‘la trompeta de Dios’.Todo discurso que se da siempre es, por definición, un testimonio de amor y una advertencia”, dijo.
No se asignan temas a los oradores; en lugar de eso, ellos buscan inspiración y guía del cielo para saber, por medio del Espíritu, qué decir que llegará de manera personal a los miembros de la Iglesia.
El élder Holland dijo: “Testificamos a cada nación, tribu, lengua y pueblo que Dios no sólo vive, sino que Él también habla para nuestra época y en nuestros días, el consejo que han escuchado es, bajo la dirección del Santo Espíritu, ‘la voluntad del Señor… la intención del Señor… la palabra del Señor… la voz del Señor y el poder de Dios para salvación’” (D. y C. 68:4).
Cada sesión de la conferencia general es una continuación de la declaración de que se “levantará estandarte a las naciones” (Isaías 11:12). El élder Holland dijo que la antigua profecía dada mediante Isaías se está cumpliendo rápidamente en estos postreros días, al decir que “será establecido el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes” (Isaías 2:2).
“Algún día toda rodilla se doblará, y toda lengua confesará que Jesús es el Cristo”, dijo el élder Holland.