El presidente Monson habla sobre la fortaleza del escultismo


Además de su otro servicio a los jóvenes, el presidente Thomas S. Monson ha sido un amigo de toda la vida de los Boy Scouts de América, que durante casi un siglo han servido como brazo de actividad del Sacerdocio Aarónico en Estados Unidos, El Reino Unido, Canadá, Sudáfrica y otros países como Filipinas y Taiwán.

Este video fue preparado en conmemoración de los Boy Scouts de América al celebrar el centenario del escultismo en los Estados Unidos en 2010. En el video, el presidente Monson habla sobre las bendiciones que el escultismo puede ofrecer a aquellos que viven según sus principios. 

Las habilidades del escultismo

Es imposible medir todo el bien que ha venido gracias al escultismo durante el último siglo, dice el presidente Monson. “Se han aprendido habilidades, se han establecido valores, se han realizado buenas obras y se han enriquecido vidas. Las habilidades del escultismo también han salvado vidas”.

Él cuenta el relato del hijo de once años de su sobrino, quien el mismo día que recibió su premio de natación en una Corte de Honor, rescató a su hermano menor de ahogarse, utilizando los procedimientos de rescate que aprendió y practicó con los Scouts. También relata sus propias experiencias como joven Scout, incluso comer helado en un campamento de invierno a pesar de que los Scouts se estaban congelando y aprender sobre la paciencia y bondad, por medio del ejemplo de su maestro Scout, quien tenía solo una pierna.

Sacar lo mejor

“El escultismo saca lo mejor de cada uno de nosotros”, dice el presidente Monson. “Han aprendido mucho gracias al escultismo. Vivan lo que han aprendido y que seguirán aprendiendo. Ayuden a otros a escalar los senderos, a mantenerse firmes en la senda de la verdad, del honor, del deber, para que todos ustedes juntos puedan volar alto como con alas de águilas. Ustedes son parte de un gran ejército de jóvenes, aun un ejército real; y toda organización, para que tenga éxito, tiene una honrosa tradición que defender. Que ustedes defiendan la tradición del escultismo, porque puede ser como un faro en un mundo tormentoso, puede ser una motivación para que se preparen para el papel que deben desempeñar en la vida, puede ser un indicador contra el cual uno mide sus logros”.

El presidente Monson describe sus experiencias de adulto con el escultismo, incluida una visita a Westminster Abbey en Londres, Inglaterra donde visitó el monumento a Lord Robert Baden-Powell, el fundador del escultismo. “Él fue edificador de muchachos, uno que les enseñó bien a correr y ganar la carrera de la vida”.

Indicando que ha servido en la Mesa Ejecutiva Nacional de los Boy Scouts de América durante más de 40 años, el presidente Monson dice: “Creo en el poder del escultismo de bendecir y enriquecer vidas para el bien”.

El video concluye con un relato que el presidente Monson oyó de un ejecutivo de los Scouts, acerca de un chef profesional que cada año, con sus propios fondos, viaja a una zona de entrenamiento para preparar una comida para ejecutivos de los Scouts, quienes han estado entrenando en el desierto en California. Durante su juventud, el chef fue salvado de ser disparado durante la invasión nazi a Grecia, gracias a que un sargento reconoció un emblema de escultismo en la hebilla de su cinturón, levantó la mano derecha en el saludo Scout y le dijo que corriera. “hoy sirvo al escultismo, para que los muchachos todavía sigan teniendo sueños y vivan para lograrlos”, dijo el hombre, mostrando la hebilla que aún llevaba en el bolsillo, el emblema de escultismo brillando aún.

El presidente Monson concluye el video dando su propio saludo Scout, en honor a los líderes y padres de los Scouts, y a los Scouts mismos.


En apoyo al sacerdocio

La colaboración entre el Sacerdocio Aarónico y el escultismo data de casi un siglo. La Iglesia oficialmente se afilió con los Boy Scouts de América en 1913, después de que el movimiento Scout comenzara en Inglaterra en 1907 y se extendiera a muchos otros países; en los Estados Unidos comenzó formalmente en 1910.

“En los lugares donde la Iglesia autorice el programa de escultismo, los quórumes pueden participar en actividades de escultismo durante la Mutual. El escultismo debería ayudar a los hombres jóvenes a llevar a la práctica los principios del Evangelio que aprenden los domingos”, indica el Manual de Instrucciones, Parte 2, 8:13:4. Los poseedores del Sacerdocio Aarónico pueden usar el escultismo como programa de actividades para aplicar los principios que aprenden en sus quórumes.

“Si hay una época en que se necesiten con apremio los principios del Escultismo, esa época es la nuestra”, dijo el presidente Monson en un artículo publicado en enero de 1992 en la revista Liahona.

La Iglesia organizó la Asociación de Mejoramiento Mutuo de los Hombres jóvenes (AMMHJ) en 1875, a fin de ofrecer actividades espirituales y culturales a los hombres jóvenes de la Iglesia. En 1911, los líderes de la Iglesia decidieron que el escultismo, con su trasfondo espiritual e ideas culturales, tenía una gran atractivo. Los Scouts de la AMM se organizaron oficialmente. 

En 1913, la Iglesia se afilió oficialmente al escultismo en los Estados Unidos como su primer patrocinador institucional. En la actualidad, la Iglesia patrocina a más Scouts y unidades de Scouts en los Estados Unidos que ninguna otra organización. Cientos de miles de hombres jóvenes están inscritos en grupos o unidades patrocinados por la Iglesia.

Para más información sobre el escultismo, lea “A Pillar Supporting the Priesthood,” New Era, febrero 2010.


El élder Hales dice que hagan ‘lo mejor que puedan’ con Mi Deber a Dios y el escultismo

“Les prometo que el obtener el Premio Mi Deber a Dios les dará un testimonio viviente que los sostendrá a lo largo de toda su vida”, dijo el élder Robert D. Hales del Quórum de los Doce Apóstoles en un artículo de Liahona de enero de 2002. “Donde esté disponible, el programa Scout también les ayudará en ese esfuerzo”, dijo él.

“Algunas de las grandes bendiciones de esos programas”, agregó, “... conllevan el que ustedes, los jóvenes de la Iglesia, tendrán un claro entendimiento de quiénes son, serán responsables de sus actos, se responsabilizarán de su conducta personal y podrán fijarse metas para lograr lo que han venido a la tierra a lograr. Nuestro ruego es que se esfuercen por hacer lo mejor que puedan”.