A todo el mundo: Conferencias de líderes del sacerdocio


(Nota del editor: los profetas y apóstoles llevan el Evangelio “a todo el mundo”, como lo hicieron los apóstoles en el tiempo de Cristo [véase Marcos 16:15; D. y C. 1:18]. Comenzando con este artículo, A todo el mundo se convertirá en una sección habitual en Profetas y apóstoles nos hablan hoy, haciendo posible un entendimiento de la ministración actual.)

Es un sábado distinto a otros sábados. Puede llevarse a cabo, y en muchos casos ya ha sido así, en lugares como África, India, Japón o Sudamérica. Pero este sábado se llevará a cabo en Layton, Utah. Es un sábado reservado para una conferencia de líderes del sacerdocio, una oportunidad para los presidentes de estaca y obispos de recibir instrucción y compartir preguntas con un apóstol del Señor Jesucristo.

De hecho, en este día, los líderes de 13 estacas en el norte de Utah, se reunirán con dos apóstoles, el presidente Boyd K. Packer y el élder M. Russell Ballard, del Quórum de los Doce, así como con el élder Tad R. Callister, de la Presidencia de los Setenta, y el élder J. Roger Fluhman, un Setenta de Área del Área Utah Norte.

Donde sea que visiten los apóstoles

Durante una conferencia de líderes del sacerdocio en Layton, Utah, el élder Tad R. Callister (izquierda) y demás personas escuchan atentamente mientras el élder M. Russell Ballard, del Quórum de los Doce Apóstoles, hace hincapié en un principio importante.

Conferencias similares de cuatro horas de duración para líderes del sacerdocio, se llevan a cabo donde sea que visiten los apóstoles, en cumplimiento del mandato en la escritura dado en Doctrina y Convenios de que los apóstoles deben “edificar la iglesia y regular todos los asuntos de ella en todas las naciones” (D. y C. 107:33). Las reuniones también se llevan a cabo para apoyar la comisión divina de ensanchar y fortalecer las estacas de Sión (véase D. y C. 133:9).

“Uno de los grandes privilegios que ahora tenemos es reunir a los líderes del sacerdocio, y esto ocurre en todo el mundo, en grupos”, dijo el élder Ballard durante una entrevista después de la reunión en Layton. El propósito de tales reuniones multiestaca, dijo, “es que podemos compartir las instrucciones que la Primera Presidencia y los Doce quieren que nuestros líderes escuchen de los Doce y de los Setenta, y después estar en una situación en la que ellos nos hagan preguntas.

“Nuestra función como Quórum de los Doce Apóstoles, de llevar el Evangelio a todas las naciones, es clara. En la sección 107 de Doctrina y Convenios, se nos manda que el Evangelio sea llevado a cada nación, tribu, lengua y pueblo. Tenemos esa responsabilidad”. Explicó cómo los Setenta trabajan bajo la dirección de los Doce, así como los Doce trabajan bajo la dirección de la Primera Presidencia. “El Señor sabía que la Iglesia iba a crecer y que iba a cubrir la tierra, o Él no nos habría mandado a ir y llevarla a todos los rincones de la tierra, y ya casi lo hemos logrado. Estamos enseñando el Evangelio en lugares que hace 30 años, supongo, nos hubiéramos preguntado: ‘¿estaremos allí en algún momento?’. Pero sí estamos allí… El Señor tiene la capacidad de hacer Su obra y Él espera que nos pongamos al nivel necesario… para que la llevemos a cabo… Lo estamos haciendo a Su manera y cuando lo hacemos a Su manera, funciona”.

Extendiendo el ministerio

Los presidentes de estaca y obispos de 13 estacas reciben consejo del élder Ballard.

Dijo que los Doce pueden ampliar el alcance de su ministerio al reunirse a la vez con muchos líderes de múltiples estacas. “También es una gran oportunidad para que escuchemos cuáles son sus inquietudes y desafíos actuales, y cuáles son sus preguntas por lo que se refiere a la administración del Evangelio y a ayudar a su congregación a aceptar e interiorizar las bendiciones de ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días… Ésa es la única manera en que ahora los Doce, con la Iglesia tan grande como es… pueden tener más acceso a una relación personal con nuestros líderes… Creo que es una maravillosa oportunidad y bendición para nosotros como líderes de escuchar y para ellos como líderes que se les enseñe y tengan la oportunidad de hacer preguntas”.

Fortalecer y animar

El élder Ballard continuó: “Esperamos que… el poder y el espíritu de nuestro Padre Celestial y nuestro Señor Jesucristo lo sientan quienes asistan y que ellos, como consecuencia, se fortalezcan espiritualmente para saber que ésta es realmente la obra del Señor y que ellos son una parte clave e importante de esta obra… Ojalá, que cuando termine esta reunión, vayan a sus hogares y abracen a su esposa, y le digan que fueron cuatro horas grandiosas, y que ahora pueden seguir por otros dos o tres años”.

Ayudando a los miembros a asirse a la barra de hierro

También dijo que se dio cuenta que donde sea que los Doce dirigen reuniones de líderes del sacerdocio, la experiencia es similar. Por ejemplo: “Recientemente llegué de Brasil con el élder Neil L. Andersen [del Quórum de los Doce Apóstoles] y el élder Jay E. Jensen [de la Presidencia de los Setenta] y [nos reunimos con] la Presidencia de Área. Llevamos a cabo dos capacitaciones de líderes en Brasil y las necesidades, inquietudes y preocupaciones son exactamente las mismas en Brasil como en Layton. Todo se resume en la importancia de la persona. Todo se resume en qué hacemos para que el Evangelio y la doctrina de Cristo permanezcan firmes en el corazón de las personas para que ellos puedan asirse a la barra de hierro cuando los tiempos se vuelven más y más difíciles”.

Amor y agradecimiento 

Las expresiones profundas de amor y agradecimiento son una parte importante de la razón por la cual se llevan a cabo las conferencias de líderes del sacerdocio.

El élder Ballard también hizo notar que uno de los objetivos de las conferencias de líderes del sacerdocio es mostrar profundo amor y agradecimiento por los líderes locales. “Para mí la Iglesia es un milagro absoluto, al ver que hombres y mujeres se esfuerzan por cumplir con estos llamamientos… [para] donar de su tiempo, energía y fortaleza para tratar de ayudar, bendecir y elevar la vida de los hijos de nuestro Padre Celestial… Para mí es un milagro. Y debo decir que espero que en primer lugar, ellos hayan sentido nuestro amor, y en segundo lugar, espero que hayan aprendido unas cuantas cosas que pueden hacer para ser mejores ministros en cuanto a las necesidades de las personas en un mundo lleno de engaños en internet, valores morales que están… decayendo a nuestro alrededor, y otros tipos de tensiones que llegan a la familia humana”.

Cuando los apóstoles se reúnen con los líderes locales, dijo, son testigos especiales llevando el testimonio de que la obra de la Iglesia es la obra del Señor. “Él vive… Ésta es Su Iglesia y… Él la está cuidando. No importa si estamos en Layton, Utah, o en Brasil, África, Asia o en cualquier otro lugar del mundo. Él está allí. Su poder está allí. El Espíritu Santo está allí, confirmando sin reservas ni dudas que Jesús es el Cristo. Él es el Hijo de Dios. Ésta es Su Iglesia”.

Renovando el rescate

Dijo que las reuniones también proporcionan una oportunidad para hablar sobre los esfuerzos de rescatar de los líderes. Hizo hincapié en la importancia de entender que “la doctrina del evangelio de Cristo es el poder por el cual las personas harán los cambios necesarios para mejorar sus vidas”. Dijo que los líderes del sacerdocio y quórum y los miembros del consejo de barrio y estaca necesitan entender que el rescate se lleva a cabo una persona a la vez.

“Sucede cuando un líder del sacerdocio desea llamar a una puerta y decir: ‘Estoy aquí porque le amamos y ya es hora de que regrese. Déjeme decirle porqué’”.Después, dijo el élder Ballard: “Abran las Escrituras y expliquen el porqué, y dejen que la doctrina y el poder del Evangelio de Cristo lleguen al corazón de esas personas”.

Dijo: “Nos hemos dado cuenta [que] cuando un líder del sacerdocio y en particular aquellos que poseen las llaves, realizan una visita y extienden una invitación, muchos de los hermanos y hermanas responden a ello”. Él dijo que cuando se rescata a uno de los hijos del Padre Celestial “el significado de ello para el Salvador y para nuestro Padre Celestial va probablemente más allá de nuestra habilidad para comprender”.

También dijo que los esfuerzos por rescatar se extienden a quienes no son miembros de la Iglesia todavía.  “Cuando… traemos a la Iglesia a alguien que no sabe nada sobre la Restauración, ésa es una gran misión de rescate”, dijo.

Lo que enseñó el presidente Packer

Como es típico en las conferencias de líderes del sacerdocio, los apóstoles y otros líderes escuchan y después hablan de temas que preocupan a los presidentes de estaca y obispos.

Durante las reuniones en Layton, el presidente Packer enseñó a los líderes sobre cómo encontrar respuestas en las Escrituras, les recordó que “se nos mandó hacer todo lo que hagamos en el nombre del Salvador” y dijo que hay fortaleza en la simplicidad. Recordó a los obispos que cuando están a cargo del consejo de barrio, actúan como el sumo sacerdote presidente en el barrio.

Citó una Escritura que “cambió la Iglesia para siempre y cambiará al mundo para siempre, la misma dice que cada hombre debe hablar en el nombre del Señor” (véase D. y C. 1:20). Dijo que eso significa que el Señor organizó la Iglesia de tal forma que cada hombre recibiría el sacerdocio y que todos los líderes del sacerdocio tienen el mismo sacerdocio con la misma autoridad y los mismos privilegios. Sin embargo, citando a Brigham Young (segundo Presidente de la Iglesia, 1801-1877), el élder Ballard dijo que con demasiada frecuencia vivimos muy por debajo de nuestros privilegios. “Ustedes saben que el poder está allí con ustedes”, dijo. “Pueden estar preocupados o afligidos, pero no pueden tener miedo. No pueden tener miedo y fe al mismo tiempo, entonces cuando tengan una preocupación o miedo, elimínenlo con fe”.

Dijo que los miembros del quórum necesitan saber que pueden usar el poder del sacerdocio para bendecir a los demás, incluso a quienes viven lejos. Los instó a seguir el ejemplo del Salvador, quien libremente compartió lo que Él recibió del cielo. El presidente Packer también enseñó a los líderes que la influencia del sacerdocio debería sentirse en cada hogar de la Iglesia y los instó a tratar a sus respectivas esposas con amor y respeto y prestar atención a sus consejos. “Nuestras respectivas esposas son más delicadas y tiernas por naturaleza, más sensibles a la sabiduría”, dijo. “Si escuchan a su esposa, ella les aconsejará sabiamente”.

Lo que enseñó el élder Ballard

El élder Ballard saluda a un líder local. “Espero que hayan sentido nuestro amor, en primer lugar”, dijo el élder Ballard. “Y en segundo lugar, espero que hayan aprendido unas cuantas cosas que pueden hacer para ser mejores ministros respecto a las necesidades de las personas”.

El élder Ballard expresó gratitud por las enseñanzas que ha recibido del presidente Packer durante años. “Él visitó mi misión cuando yo era presidente de misión… Ése fue el comienzo de estar bajo su tutela. Él simplemente no se dio por vencido conmigo, y estoy tan agradecido porque él está dispuesto a seguir enseñándome. El otro día me preguntó mi edad y le dije: ‘Tengo 83 años’ y ¡él me llamó un niño porque tiene 87!”.

El élder Ballard testificó que: “mi testimonio se ha fortalecido mediante el suyo [el testimonio del presidente Packer] y mediante los testimonios de mis hermanos de los Doce y la Primera Presidencia. No se puede hacer la obra que el Señor nos ha mandado, a todos los rincones de la tierra, los idiomas que no entendemos, con las responsabilidades de encontrar a presidentes de estaca, a reorganizar, o a enseñar, o a hacer lo que sea necesario para regular todos los asuntos del reino de Dios, sin apartarse de esas experiencias, sabiendo absolutamente que Dios está en los cielos. Él es nuestro Padre, somos Sus hijos y Él sí nos ama”.

Testificó de nuestro Señor Jesucristo, diciendo que ése testimonio es profundo. “Ustedes no podrían hacer lo que se nos pide que hagamos si no supiéramos el hecho de que estamos en Su obra y que ésta es Su Iglesia”, dijo. Hizo notar que muchos de los desafíos a los que nos enfrentamos en el mundo han sido predichos por profetas y que “aquellos de nosotros que poseemos el santo sacerdocio de Dios debemos declarar nuestro testimonio de tal manera que mantenga unido al rebaño que se nos ha encargado, y fortalecer al rebaño que se nos ha encomendado… en preparación para el día y la hora en que Él venga otra vez”.

Un sábado por la mañana en Layton

Según los guíe el Espíritu, los líderes toman nota sobre las inspiraciones específicas que sienten durante la reunión de líderes del sacerdocio.

Para quienes asistieron, la reunión de este sábado fue una oportunidad de recibir consejo y ánimo de dos apóstoles, de compartir preguntas con ellos y hablar sobre doctrinas y principios que ayudarán a encontrar respuestas. Similares conferencias de líderes del sacerdocio en todo el mundo proporcionan una clara dirección, crean y fortalecen amistades, y promueven la unidad y entendimiento.

El élder Callister, a quien también se entrevistó después de la reunión en Layton, dijo que las conferencias de líderes del sacerdocio se establecieron porque los apóstoles necesitaban una manera de estar más en contacto con los líderes del sacerdocio. “Esto les dio el ámbito para hacerlo”, dijo.

Explicó que cuando él estaba sirviendo en la presidencia del Área Pacífico, el élder Quentin L. Cook, del Quórum de los Doce Apóstoles, le proporcionó una excelente instrucción, y que de vez en cuando, visitaba y tenía conferencias de líderes del sacerdocio y otras reuniones.

“Nos dio la oportunidad de preparar la vía para sus visitas y seguir sus instrucciones para llevar los mensajes que nos dan nuestros profetas y apóstoles”, dijo el élder Callister. “Nosotros [los Setenta] tenemos la oportunidad de plantar las semillas y después el Quórum de los Doce viene, las riega y las nutre. Estamos tratando de [seguir] el mismo modelo que se [siguió] en el Nuevo Testamento. El Salvador envió a los Setenta y dijo que ayuden a preparar las mentes de las personas, que las encuentren, y después podemos ir y enseñarles más. Creo que hoy estamos comprometidos con el mismo modelo”.

Continuó: “Creo que cuando las personas saben que un miembro del Quórum de los Doce va a venir, vienen con la mente espiritualmente preparada para que se les enseñe, vienen espiritualmente preparados con preguntas que afectan a su ministerio. Y hay un ambiente sano, un ambiente espiritual, donde pueden recibir una visión de lo que deberían estar haciendo, pueden recibir motivación para continuar, pueden recibir amor para saber que se les aprecia y que pueden sentir el Espíritu para saber que la mano del Señor está en esta obra, para que cuando se marchen, lo hagan como hombres nuevos. Se les edifica y tienen una visión renovada y una motivación y el Espíritu para ayudarlos a continuar”.

Tales experiencias realmente marcan un sábado en el cual la conferencia de líderes del sacerdocio se lleva a cabo, donde y cuando se lleve a cabo, un sábado para atesorar.