Profetas y apóstoles enfatizan la importancia de la preparación misional


Una cosa es cuadrarse, levantar la barbilla y aceptar con valor y entusiasmo la responsabilidad de servir una misión. Sin embargo, el compromiso tiene que ir de la mano de la acción. Afortunadamente, los profetas y los apóstoles, en repetidas ocasiones, han aconsejado en cuanto a la preparación para el servicio misional.

Además de recordar a los hombres jóvenes su responsabilidad misional, el presidente Thomas S. Monson ha hablado con claridad sobre la necesidad de prepararse para una misión de tiempo completo. Él ofrece las siguientes sugerencias:

  • Consérvense limpios y puros, y dignos de representar al Señor.
  • Preserven su salud y fortaleza.
  • Estudien las Escrituras.
  • Participen en seminario e instituto.
  • Familiarícense con el manual misional Predicad Mi Evangelio.

Tarea misional


  • Para obtener recursos a fin de prepararse para compartir el Evangelio y ser un misionero eficaz, lea Predicad Mi Evangelio.
  • También, disponible en línea: Preparación misional, manual para el alumno, de Instituto.

El élder David A. Bednar del Quórum de los Doce Apóstoles aconseja a los hombres jóvenes que no vayan simplemente a la misión, sino que se preparen para la misión. “El proceso de llegar a ser un misionero no exige que un jovencito lleve camisa blanca y corbata a la escuela todos los días o que siga las reglas misionales en lo que concierne a la hora de acostarse y levantarse, a pesar de que la mayoría de los padres apoyarían esa idea”, dice el élder Bednar. “Pero pueden incrementar su deseo de servir a Dios (véase D. y C. 4:3), y pueden empezar a pensar como piensan los misioneros, a leer lo que leen los misioneros, a orar como oran los misioneros y a sentir lo que sienten los misioneros. Pueden evitar las influencias mundanas que hacen que el Espíritu Santo se aleje, y pueden aumentar su confianza al reconocer los susurros del espíritu y responder a ellos. Línea por línea, y precepto por precepto, un poco aquí y un poco allí, ustedes pueden gradualmente llegar a ser los misioneros que desean ser y los misioneros que el Salvador espera”.

El élder Robert D. Hales del Quórum de los Doce Apóstoles explica cómo los futuros misioneros pueden prepararse para responder a la llamada del Señor a servir. “Sea cual fuere el sacrificio que una persona o familia haga por una misión o cualquier otra cosa, si no escoge la obediencia, si no consagra todo su tiempo, sus talentos y sus recursos al servicio del Señor, nunca llegará a recibir todas las grandes bendiciones que el Señor le tiene reservadas”, dice el élder Hales. “Pero será mucho más efectivo si aprenden a ser obedientes antes de que entren al campo misional.

“A fin de regresar con honor, es preciso tener el Espíritu Santo con nosotros todos los días. Jóvenes poseedores del Sacerdocio Aarónico, sean obedientes y ejerciten el libre albedrío con dignidad. Sean dignos y prepárense para cumplir debidamente con sus llamamientos”.

El consejo del profeta a los misioneros


En un discurso reciente de conferencia general, El presidente Monson da pasos básicos que los jóvenes deben seguir para prepararse para ser misioneros. También ofrece consejo a las mujeres jóvenes y a los matrimonios mayores con respecto al servicio misional de tiempo completo. Lea, vea o escuche su mensaje completo.

El élder M. Russell Ballard del Quórum de los Doce Apóstoles ofrece adicional consejo específico sobre cómo prepararse para servir en una misión. Vea su artículo en el ejemplar misional más reciente de la revista New Era. Una herramienta que recomienda en particular para ayudar a los futuros misioneros a prepararse es Para la Fortaleza de la Juventud. “Si [los jóvenes] viven los principios de Para la Fortaleza de la Juventud, estarán preparados espiritualmente para ser grandes misioneros”, dice él.

La invitación del presidente Monson durante la conferencia general de octubre, 2010 fue sencilla y directa: “A los hombres jóvenes del Sacerdocio Aarónico y a ustedes jóvenes que están llegando a ser élderes, repito lo que los profetas han enseñado por mucho tiempo: que todo joven digno y capaz debe prepararse para servir en una misión. El servicio misional es un deber del sacerdocio, una obligación que el Señor espera de nosotros, a quienes se nos ha dado tanto. Jóvenes, los amonesto a que se preparen para prestar servicio como misioneros”.

Dicha preparación permitirá que los hombres jóvenes estén a la altura de esta declaración, también del presidente Monson:

“Los misioneros son maravillosos. Son llamados de Dios por profecía. . . Ellos representan los frutos de todo aquello que es bueno dentro de la familia de los Santos de los Últimos Días”.