Desde que el Padre Celestial y Jesucristo condujeron la restauración del Evangelio y restablecieron la Iglesia, la voz del Presidente de la Iglesia ha sido un testimonio de la verdad divina y eterna. Aunque los medios por los que la voz del profeta se escucha han cambiado a través de los años, esa voz siempre ha sido un llamado a venir a Cristo. Ahora un video y un artículo ofrecen la oportunidad de recibir las palabras de todos los presidentes desde José Smith hasta Thomas S. Monson.
“Y ahora, después de los muchos testimonios que se han dado de él, éste es el testimonio, el último de todos, que nosotros damos de él: ¡Que vive!”, (Doctrina y Convenios 76:22).
“Puedo dar testimonio de que el evangelio de Jesucristo es verdadero, y que la palabra del Señor, ya sea escrita o hablada, es verdad”.
“Sé que Dios gobierna y reina en esta nación y en todas las naciones de la tierra, y que Él dirigirá todas las cosas, de acuerdo con los consejos de Su voluntad”.
“El profeta José dio su vida por la palabra de Dios y por su testimonio de Jesucristo, y será coronado como mártir ante Dios y el Cordero. El poder de Dios se manifestaba visiblemente en el profeta José siempre que nos expresaba su testimonio. Éste es mi testimonio, que ha salido de mis propios labios y que he grabado en una máquina, en este día, el diecinueve de marzo de 1897, en mi nonagésimo primer año de vida”.
“Ha llegado el momento en que todo Santo de los Últimos Días que tenga la intención de prepararse para el futuro y de tener los pies firmemente asentados en el cimiento adecuado, debe obedecer la voluntad del Señor y pagar un diezmo íntegro”.
“No hay nada en el mundo más evidente que el cumplimiento de mis deberes como siervo en la causa de la verdad”.
“No hay otras personas en el mundo como nosotros, ni que tengan el poder que nosotros tenemos. ¿Por qué? Porque nosotros seguimos a un profeta del Dios viviente”.
“Hay algunas personas que son miembros de la Iglesia, sus nombres están en los registros, y tienen la idea de que eso es todo lo que se necesita. Pero llegará el momento en que tendrán que afrontar su registro y su admisión al reino celestial se determinará de acuerdo con la manera en que hayan observado el consejo de nuestro Padre Celestial aquí en la tierra”.
“Los miembros de la Iglesia de Cristo tienen la obligación de convertir en ideal suyo al Hijo del Hombre sin pecado, el único ser perfecto que ha vivido sobre la tierra”.
“Rogamos a los padres y a las madres que enseñen pureza personal por medio del precepto y del ejemplo y que aconsejen a sus hijos en cuanto a todas estas cosas”.
“Este pueblo debe aumentar en belleza ante el mundo; debe tener una hermosura interior que la humanidad pueda observar como un reflejo de la santidad y de todas sus cualidades inherentes. Las fronteras de Sión, donde pueden vivir los justos y los puros de corazón, han comenzado ahora a extenderse; Las estacas de Sión deben fortalecerse”.
“Miembros de la Iglesia en forma individual. El adelanto que logre la Iglesia será consecuencia de los pasos gigantescos que demos individualmente. Nos hemos detenido suficientemente en algunas de nuestras etapas. Dispongámonos a retomar nuestro movimiento para avanzar y elevarnos”.
“Tenemos el Libro de Mormón, tenemos los miembros, tenemos los misioneros, tenemos los medios y el mundo tiene la necesidad. ¡El momento es ahora!”.
“Los bendigo en sus esfuerzos por vivir una vida más semejante a la de Cristo; los bendigo con un mayor deseo de ser dignos de tener una recomendación para el templo y de asistir al templo con tanta frecuencia como las circunstancias se lo permitan”.
“Sé que ustedes son jóvenes que oran, que se ponen de rodillas y hablan con el Señor. Ustedes saben que Él es la fuente de toda sabiduría. Necesitan Su ayuda, y saben que la necesitan. No pueden hacerlo solos. Llegarán a darse cuenta y a reconocerlo cada vez más con el paso de los años. De modo que vivan de manera que puedan hablar con el Señor con una buena conciencia. Pónganse de rodillas y agradézcanle por Su bondad hacia ustedes, y exprésenle los deseos justos de su corazón. El milagro en todo esto es que Él escucha, Él responde, Él contesta, no siempre de la manera en que nos gustaría que contestara, pero no hay duda en mi mente de que Él contesta”.
“Porque tenemos el conocimiento seguro de que Dios vive y de que Jesús es el Cristo. Ruego que las bendiciones del cielo los acompañen; ruego que sus hogares estén llenos de armonía y amor; ruego que constantemente nutran su testimonio a fin de que sean una protección para ustedes contra el adversario. Como humilde siervo de ustedes, deseo con todo mi corazón hacer la voluntad de Dios y servirle a Él y a ustedes”.