En la medida en que seguimos a Cristo, procuramos participar y ayudar en Su obra de redención. El mayor servicio que podemos dar a otras personas en esta vida, empezando por nuestra familia, es traerlos a Cristo mediante la fe y el arrepentimiento a fin de que experimenten Su redención, que es paz y gozo ahora, e inmortalidad y vida eterna en el mundo venidero. La obra de nuestros misioneros es una maravillosa expresión del amor redentor del Señor. Como Sus mensajeros autorizados, ofrecen incomparables bendiciones de fe en Jesucristo, arrepentimiento, bautismo y el don del Espíritu Santo, con lo cual dan lugar al renacimiento espiritual y la redención.