Cómo mostrar amor en una tierra antigua


 

¿De qué manera trataría un profeta viviente, un apóstol del Señor Jesucristo, a los niños de Guatemala en la actualidad? De la misma manera que el Salvador trató a los niños durante Su ministerio en la Tierra Santa, cuando dijo: “Dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de Dios” (Marcos 10:14).

El presidente Uchtdorf con los niños

El presidente Uchtdorf se une a los niños de Guatemala para hacer extensivos buenos deseos y saludos al presidente Thomas S. Monson.

Y así es exactamente como el presidente Dieter F. Uchtdorf, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, trató a los niños durante su reciente visita a Guatemala, los buscó y, tal y como hizo el Salvador cuando se apareció en el Nuevo Mundo, el presidente Uchtdorf “tomó a sus niños pequeños, uno por uno, y los bendijo, y rogó al Padre por ellos” (3 Nefi 17:21).

Presidente Uchtdorf

Cada vez que se detiene en su camino, el presidente Uchtdorf se arrodilla para poder hablar con los niños a su nivel.

Nos vemos en el templo

El presidente Uchtdorf fue a Guatemala, una tierra antigua una vez reinada por los mayas, para la dedicación del nuevo templo en Quetzaltenango. Le acompañaba otro apóstol, el élder Neil L. Andersen, del Quórum de los Doce Apóstoles, y el élder Enrique R. Falabella de los Setenta, quien sirve como Presidente de Área en el Área Centroamérica.

Elevar su espíritu

El élder Falabella resumió su experiencia de viajar con el presidente Uchtdorf: “Le vi con los niños, arrodillándose para verles cara a cara; le vi cantar y jugar con ellos. Le vi entre la juventud, mostrando su lado jovial y alegre. Le vi entre los adultos, bendiciendo sus vidas y las de sus familias, y le vi con poder y autoridad, como un profeta de Dios que bendijo, amó y elevó el espíritu de aquellos que le escucharon”.

Al presidir la dedicación, el presidente Uchtdorf se refirió al templo como una luz en la tierra y, durante reuniones informales antes y después de la dedicación, el presidente Uchtdorf se reunió con niños y con su padres en pequeños pueblos a las afueras de Quetzaltenango para compartir con ellos la luz que traen el Evangelio y el templo. Al hacerlo, a menudo se arrodillaba para hablar con los niños directamente y abrazarlos calurosamente.

El presidente Uchtdorf y los niños

El presidente Uchtdorf se une a niños mayas de habla cakchiquel para mandar saludos al presidente Monson.

En Sololá, una ciudad de 80.000 habitantes, la mayoría mayas, él dijo a los niños: “En [unos pocos] años les veremos en el Templo de Quetzaltenango, o en la Ciudad de Guatemala, bautizándose por sus antepasados, o les veremos ir al templo para casarse. ¿[No será] eso maravilloso?”

Se había organizado un coro de niños, y el presidente Uchtdorf y el élder Andersen no sólo escucharon a los niños cantar, sino que cantaron con ellos. El presidente Uchtdorf se unió a los niños para grabar un saludo en video para el presidente Thomas S. Monson en su idioma nativo, el cakchiquel.

 

Dijo que dos días más tarde, cuando viera al presidente Monson, le diría: “He visto a los niños más guapos y a las niñas más hermosas de todo el mundo; y también los más listos. Y le diré que los vi aquí mismo, en Guatemala. ¿Por qué no saludan al profeta? Y le llevaremos estas fotografías y le diremos: ‘Presidente Monson, éstos son sus amigos’”.

El presidente Uchtdorf con una familia

Una familia se saca una foto con el presidente Uchtdorf, creando, ellos dicen, un recuerdo de la importancia de guardar los mandamientos para que el Padre Celestial pueda bendecir a su familia.

Bendiciones para los niños y bendiciones para las familias

El presidente José Miguel Guit Batz, de la Rama Sololá 2, Distrito Sololá, dijo: “Él tomó a mi hija en sus brazos y, junto con mi esposa, nos sacamos una foto para poder tener un recuerdo de él. Cada vez que vemos la fotografía, recuerdo que debo ser fiel al evangelio de Jesucristo para un día poder volver a mi Padre Celestial, junto con mi familia, como una familia eterna”.

El presidente Uchtdorf de rodillas

Un acontecimiento similar tomó lugar en Patzicia, un pueblo de menos de 20.000 habitantes. “El presidente Uchtdorf tomó a mis niños en sus brazos, les besó la cabeza y les dio una bendición, prometiéndoles salud, conocimiento y fortaleza espiritual”, dijo el presidente William Miguel Can, de la Estaca Patzicia. “También nos bendijo a mi esposa y a mí, a la vez diciendo que haría saber al presidente Monson de nuestro amor, y que le diría que las promesas se están cumpliendo, que los lamanitas en verdad están floreciendo, y que son un pueblo que ama el evangelio de Jesucristo. … Sé sin ninguna duda que de ahora en adelante Patzicia no será la misma, porque un profeta de Dios visitó este lugar y dejó su bendición profética sobre la gente de aquí. … Mis hijos atesoran en su mente y en su corazón la bendición de [un] profeta de Dios y, cada vez que ven sus cabezas en el espejo, recuerdan que un profeta los abrazó, los bendijo y los besó”.

“Ahora comprendo”, dijo el presidente Uchtdorf, “por qué al presidente [Boyd K.] Packer, [del Quórum de los Doce Apóstoles], le encanta venir a Guatemala. Ustedes son los descendientes de Lehi; en cada uno de ustedes puedo ver su valioso linaje; su legado, y su herencia”. Él dejó la bendición de que si eran fieles, no les faltaría nada, y que todas las bendiciones prometidas a los descendientes de Lehi se cumplirían.

En Antigua, una ciudad de 35.000 habitantes en las montañas centrales de Guatemala, Melvin J. Recinos, un gerente de edificios regionales de la Iglesia, recuerda que el presidente Uchtdorf “siempre buscó la oportunidad de estar cerca de nosotros”. Él dijo: “Estoy intentando describir con palabras lo que mi corazón sintió ese día, pero no puedo. Los sentimientos que tuve son indescriptibles, y no tengo ninguna duda de que ese día el Señor también estaba a nuestro lado. Desde el día de la visita, la influencia del Espíritu que sentí no me ha abandonado. He tenido el deseo de ser mejor esposo, mejor padre, y un mejor siervo [de Dios]”. 

El presidente Uchtdorf en Guatemala

Un miembro toma la mano del presidente Uchtdorf con gozo, impresionado por la amistad y la cercanía que un profeta y apóstol mostró a todos aquellos a los que conocía.

Gracias por edificar la Iglesia

A lo largo del camino, el presidente Uchtdorf también agradeció a los miembros que ayudaron a comenzar la Iglesia en Guatemala.

En Patzicia, conoció al obispo Lázaro Cua Mich, nieto de la primera persona que se unió a la Iglesia allí.

En Sololá, sonrió y rió al visitar al abuelo del presidente de rama y agradecerle por viajar al Templo de Mesa, Arizona, en 1965 para crear un “legado de amor” que ahora está en la cuarta generación de su familia. “Yo estuve allí en 1962”, dijo el presidente Uchtdorf, “de modo que ¡casi nos encontramos! Usted puede estar orgulloso de su hijo, así como de su nieto y de su hermosa esposa”.

En Chirijox, un pequeño pueblo cerca de Sololá, dijo: “Me siento bendecido por estar en este lugar con montañas majestuosas y una vista tan hermosa, pero lo más hermoso es la gente, llena de fe y devoción a Dios”. Le dijo al padre del obispo: “Usted tiene un buen hijo; él es un fiel siervo del Señor”.

El presidente Uchtdorf también recibió una copia de la historia de la conversión de Ricardo Pérez e Ignacia Citalán de Pérez, escrita por su hijo, Israel Pérez. El hermano y la hermana Pérez se bautizaron en 1954. Hoy en día, 163 de sus descendientes son miembros de la Iglesia.

El presidente Uchtdorf en una conferencia de la juventud en Guatemala

Después de sus palabras en una reunión casual con jóvenes, el presidente Uchtdorf los saluda

La preparación para el futuro

Hablando a la juventud reunida en un campamento propiedad de la Iglesia en las montañas, el presidente Uchtdorf describió el nuevo Templo de Quetzaltenango como un tesoro.

“¿No es hermoso, como está por encima del valle?”, dijo. “Brilla como una luz blanca, justo allí. En muchas formas, así son ustedes. El mundo les necesita; Quetzaltenango les necesita; sus familias les necesitan. Sea un ejemplo. Sean una luz, como el Templo de Quetzaltenango, y verán grandes bendiciones en su vida”.

Halagó a aquellos que participaron en la celebración cultural asociada con la dedicación del templo. “Son un pueblo hermoso en un país hermoso, pero tienen todavía más”, dijo él. “Tienen el evangelio de Jesucristo. … Y les pido, junto con mi compañero apóstol, el élder Andersen, que sigan el camino del Evangelio, el cual es el discipulado de Jesucristo. Ustedes serán el futuro de este país. Ustedes son el futuro de la Iglesia en este país. Su servicio, su testimonio, su maravillosa pasión por el evangelio de Jesucristo tendrán un gran impacto en este país y en las naciones en las que tendrán el privilegio de servir. … Prepárense bien”.

El Templo de Quetzaltenango, Guatemala, por la noche

El Templo de Quetzaltenango, Guatemala, brilla como una luz blanca, dijo el presidente Uchtdorf. Él dijo que es como la juventud de la Iglesia, que debería ser una luz para aquellos a su alrededor.

Parte de la preparación, dijo, es aprender tanto como sea posible, incluso idiomas adicionales como el inglés, que él llamó el idioma de la Restauración. “Pero también”, dijo él, “y lo más importante, es que se aseguren de formarse en el evangelio de Jesucristo. Obtengan un fundamento por medio de seminario e instituto y mediante su testimonio personal”.

Él dijo: “En algunos momentos de la vida, se pueden apoyar en los testimonios de sus padres, sus amigos y sus líderes. Pero consigan su propio testimonio lo antes posible. … Averigüen cuáles son las preguntas que tienen en su corazón y en su mente en cuanto al evangelio de Jesucristo, en cuanto a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Después, encuentren las respuestas al leer, estudiar, conversar con sus amigos y sus líderes, y lo más importante, al conversar con el Señor”.

Élder Andersen

El élder Neil L. Andersen, del Quórum de los Doce Apóstoles, que acompañó al presidente Uchtdorf, estrecha la mano de una joven hermana en un grupo de jóvenes Santos de los Últimos Días.

Él instó a la juventud a vivir de acuerdo a los principios y las normas de Para la Fortaleza de la Juventud, la cual dijo que es una excelente manera de prepararse para entrar en el templo. “La vida puede ser complicada”, dijo él, “pero el evangelio de Jesucristo tiene el poder para traer respuestas y soluciones maravillosas, francas y sencillas a las cosas más complicadas de la vida. De modo que… simplifiquen su vida y guarden los mandamientos de Dios. Es así de sencillo”.

Mediante la bondad y la persistencia, dijo él, “ocurrirán milagros en su vida”.

En una fotografía que se sacó en 1979, el entonces élder Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce Apóstoles, se reúne con los niños en Guatemala.

Un amor permanente por Guatemala

El presidente Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce Apóstoles, tiene un amor permanente por Guatemala. Ha visitado el país en varias ocasiones. Durante una visita que duró una semana en 1979, él dedicó diez centros de reuniones diferentes, y en 1994 dedicó el Centro de Capacitación Misional de Guatemala. Tal y como lo hicieron el presidente Uchtdorf y el élder Andersen durante su reciente viaje relacionado con la dedicación del templo, el presidente Packer a menudo pasaba tiempo con los niños y compartía con ellos su amor por el Salvador Jesucristo, su testimonio de la Restauración y su convicción de que el Libro de Mormón es verdadero.