“Los patrones espirituales son ahora, y han sido siempre, ayudas importantes para el discernimiento, y fuentes de guía y protección para los Santos de los Últimos Días fieles”, enseñó el élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles, en la Conferencia de mujeres 2011 de la Universidad Brigham Young en Provo, Utah. “Un poderoso patrón que utiliza el Señor para hacer avanzar Su obra y para educar a los hijos del Padre Celestial sobre la tierra es… ‘que por medio de cosas pequeñas y sencillas se realizan grandes cosas’ (Alma 37:6)”.
Un patrón espiritual
Tanto el élder Bednar como su esposa, la hermana Susan Kae Robinson Bednar, hablaron durante la sesión de clausura de la conferencia. El élder Bednar explicó la necesidad que tenemos de patrones en calidad de guías o modelos en nuestras vidas. “Los patrones ayudan a evitar los desvíos estériles e indeseables, y facilitan la uniformidad que resulta apropiada y benéfica”, dijo. “Creo que muchos, sino todos, los logros más gratificantes y memorables [alcanzados] en el hogar, en la Iglesia, en nuestros empleos y profesiones, y en nuestras comunidades serán producto de ese importante patrón espiritual: el de las cosas sencillas y pequeñas”. Aseguró a sus oyentes que quienes “realicen fiel, diligente y constantemente las cosas sencillas que son correctas ante Dios cosecharán resultados extraordinarios”.
Tres ejemplos
El élder Bednar compartió tres relatos para ilustrar ese concepto.
Primero habló sobre los antepasados del élder L. Tom Perry, Gustavus y Eunice Perry, las primeras personas del linaje Perry en aceptar el Evangelio. Hoy en día, sus descendientes ascienden a más de 10.000. Su dedicación al Evangelio, evidente en pequeños y sencillos actos como la oración regular, la observancia del día de reposo, las conversaciones sobre el Evangelio, y demás, “produjeron un legado de fidelidad” en suficientes familias como para crear tres estacas de la Iglesia.
El segundo relato del élder Bednar giró en torno a sus antepasados Luke y Christiana Syphus, quienes se unieron a la Iglesia en Inglaterra durante los primeros días de la Restauración. Mediante sus “buenos hábitos… su carácter amable y… [su] ejemplo de fortaleza y devoción” condujeron a Joseph y Adelaide Ridges al Evangelio. Más adelante, Joseph Ridges construyó el órgano del Tabernáculo, el cual ha llegado a ser un símbolo de la Iglesia en todo el mundo.
Finalmente, el élder Bednar compartió la experiencia de su familia al vivir en Arkansas. Sus hijos “se esforzaban por vivir el Evangelio y ser ejemplo de los creyentes” en un área en la que eran comunes las opiniones negativas y las falsedades sobre la Iglesia. Para el momento en que el élder Bednar y su familia se mudaron a Idaho tras varios años en Arkansas, el ejemplo de sus hijos había ayudado a cambiar el punto de vista de muchos integrantes de la comunidad. Uno de aquellos miembros de la comunidad aceptó el pedido del élder Bednar de que defendiera la Iglesia en su zona de Arkansas una vez que los Bednar hubieran partido y ya no pudiesen hacerlo.
El élder Bednar dijo que en cada uno de esos ejemplos los miembros habían vivido el Evangelio “de formas pequeñas, sencillas y comunes”. Aunque no se produjeron resultados espectaculares, “por medio de cosas pequeñas y sencillas se realizaron grandes cosas”.
Dos preguntas
Pidió a la audiencia que considerara dos preguntas: (1) ¿Por qué por medio de cosas pequeñas y sencillas se realizan grandes cosas? y (2) ¿por qué el patrón espiritual de que por medio de cosas pequeñas y sencillas se realizan grandes cosas es tan crucial para vivir el evangelio de Jesucristo con fe y diligencia?
Valiéndose del ejemplo del riego por goteo, explicó que “en el riego por goteo, la administración de agua se centra más y es más frecuente que… otros métodos”. De forma similar, “si ustedes y yo nos centramos en recibir frecuentes gotas constantes de sustento espiritual, entonces las raíces del Evangelio pueden arraigarse con profundidad en nuestra alma, pueden llegar a establecerse y cimentarse firmemente y pueden producir un fruto extraordinario y delicioso”. Al entender eso, el patrón de las cosas pequeñas y sencillas tiene gran poder. Dicho patrón “produce firmeza y perseverancia, una devoción cada vez mayor, y una conversión más completa al Señor Jesucristo y a Su evangelio”. De ese modo, llegamos a ser “cada vez más firmes e inmutables” y menos “propensos a repentinas, celosas y exageradas manifestaciones de espiritualidad seguidas por extensos periodos de indolencia”.
Irrigadores inteligentes
“En el sentido del Evangelio… ustedes y yo debemos llegar a ser irrigadores por goteo inteligentes y evitar las repentinas manifestaciones espirituales esporádicas y superficiales”, dijo el élder Bednar. “Podemos evitar o superar las repentinas manifestaciones espirituales insostenibles conforme empleemos el patrón del Señor de las cosas pequeñas y sencillas y lleguemos a ser irrigadores verdaderamente inteligentes”.
El élder Bednar concluyó sus palabras con una bendición para que “de acuerdo con su deseo, fidelidad y diligencia puedan tener ojos que vean y la capacidad de seguir adelante y perseverar en el poderoso patrón espiritual de las cosas pequeñas y sencillas que realizan grandes cosas; en sus vidas personales, en sus familias y en sus empresas rectas”.
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