Las bendiciones de aceptar la invitación del profeta para el mundo

Por el personal del blog de ChurchofJesusChrist.org - 1 de octubre de 2017

“Imploro que cada día todos estudiemos y meditemos en el Libro de Mormón con espíritu de oración”.

Esa fue una sencilla pero poderosa invitación por medio de nuestro amado profeta, el presidente Thomas S. Monson, hace seis meses en la Conferencia General de abril de 2017. El presidente Monson llamó al estudio del Libro de Mormón y a la aplicación de sus enseñanzas en nuestra vida una “necesidad crítica” en estos difíciles tiempos.

Seis meses después, la invitación del profeta sigue siendo la misma.

El presidente Henry B. Eyring, Primer Consejero de la Primera Presidencia y el presidente Russell M. Nelson, Presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles, hablaron este fin de semana sobre cómo ellos aceptaron la invitación del profeta de leer, estudiar y meditar en el Libro de Mormón cada día y cómo el hacerlo ha bendecido sus vidas.

El presidente Eyring nos dice:

“Como muchos de ustedes, oí las palabras del profeta como si fuera la voz del Señor dirigiéndose a mí; y también como muchos de ustedes, decidí obedecer esas palabras. Desde que era niño, he sentido el testimonio de que el Libro de Mormón es la palabra de Dios, que el Padre y el Hijo se aparecieron a José Smith y hablaron con él, y que Apóstoles de la antigüedad visitaron al profeta José para restaurar las llaves del sacerdocio a la Iglesia del Señor.

“Teniendo ese testimonio, he leído el Libro de Mormón todos los días durante más de 50 años, por lo que hubiera sido razonable pensar que las palabras del presidente Monson iban dirigidas a otra persona. Sin embargo, al igual que muchos de ustedes, sentí que la exhortación y la promesa del profeta me invitaban a hacer un esfuerzo mayor. Muchos de ustedes han hecho lo que hice yo: orar con mayor intención, meditar en las Escrituras más intensamente y esforzarme más por servir al Señor y a otras personas por Él.

“El feliz resultado para mí, y para muchos de ustedes, ha sido lo que el profeta prometió. Aquellos que aceptamos su consejo inspirado hemos oído el Espíritu con más claridad; hemos hallado un poder mayor para resistir la tentación y hemos tenido una fe mayor en un Jesucristo resucitado, en Su evangelio y en Su Iglesia viviente”.

El presidente Nelson agrega sus reflexiones y su testimonio:

“Desde que el presidente Monson nos dio ese reto hace seis meses, he procurado seguir su consejo. Entre otras cosas, he hecho listas de lo que es el Libro de Mormón, lo que afirma, lo que refuta, lo que cumple, lo que aclara y lo que revela. ¡Contemplar el Libro de Mormón a través de esas lentes ha sido un ejercicio esclarecedor e inspirador! Se lo recomiendo a cada uno de ustedes…

“… Es necesario que sintamos profundamente en ‘lo más íntimo’ del corazón que el Libro de Mormón es, sin lugar a dudas, la palabra de Dios. Debemos sentirlo tan profundamente que jamás querríamos vivir un día sin él. Parafraseando al presidente Brigham Young (1801–1877): ‘Desearía con voz de siete truenos despertar a la gente’ a la verdad y el poder del Libro de Mormón”.

La necesidad imperiosa de hoy es la misma. Recordemos que nuestra esperanza comienza en las páginas del Libro de Mormón, para que podamos continuar con el reto de nuestro profeta, Thomas S. Monson:

“Imploro que cada día todos estudiemos y meditemos en el Libro de Mormón con espíritu de oración. Al hacerlo, estaremos en condiciones de oír la voz del Espíritu, resistir la tentación, superar la duda y el temor, y recibir la ayuda del cielo en nuestras vidas. De ello testifico con todo mi corazón, en el nombre de Jesucristo. Amén”.