El Libro de Mormón testifica de Cristo


Jesucristo vive. Su expiación bendice a toda la gente Esos son los temas principales del Libro de Mormón, de acuerdo con los profetas y apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que dan testimonio de la divinidad del libro. Ellos prometen que quienes lean ese libro de las Escrituras “con un corazón sincero, con verdadera intención”, recibirán un testimonio de que el Salvador vive y que Su expiación se aplica a ellos (véase Moroni 10:3-5).

“El objetivo central del Libro de Mormón es su testamento de Jesucristo”, dijo el presidente Boyd K. Packer del Quórum de los Doce Apóstoles. “Más de la mitad de los más de 6.000 versículos del Libro de Mormón se refieren directamente a Él”. Al describir la primera vez que leyó todo el Libro de Mormón, dijo: “Aquella fue una acción que cambió mi vida. Después, nunca lo dejé de lado”.

Verdades claras y preciosas

El Libro de Mormón “nos habla de las verdades claras y preciosas del Evangelio”, dijo el élder L. Tom Perry del Quórum de los Doce Apóstoles. En sus páginas aprendemos de “la realidad y de la divinidad de Jesucristo, así como de Su sacrificio expiatorio por todo el género humano”.

Detrás de todos los escritos del Libro de Mormón se encuentra un objetivo principal sobre el cual debemos concentrar nuestro estudio, enseñó el élder Russell M. Nelson del Quórum de los Doce Apóstoles. “...el estudio del Libro de Mormón es más satisfactorio cuando el lector se concentra en el objetivo principal del libro, que es testificar de Jesucristo”. Nos recuerda que el Libro de Mormón es el “único libro del cual el Señor mismo ha testificado que es verdadero” y de que podemos recibir nuestro propio testimonio de su divinidad cuando lo estudiamos con oración. “Éste los acercará más al Señor Jesucristo y a Su amoroso poder”, dijo. “[El Señor] ha prometido que los que vivan de acuerdo con los preceptos de este libro ‘recibirán una corona de vida eterna’ ”.

Amplía la visión, expande la comprensión

“[Las] enseñanzas del Libro de Mormón amplían nuestra visión y expanden nuestra comprensión del amor de Dios, que todo lo abarca, y del efecto universal de Su expiación por todos los hombres, de todas partes”, explicó el élder Dallin H. Oaks del Quórum de los Doce Apóstoles. “El Libro de Mormón ha salido a la luz para recordarnos los convenios del Señor, para convencer a todos ‘de que Jesús es el Cristo, el Eterno Dios, que se manifiesta a Sí mismo a todas las naciones’ ”.

El élder Richard G. Scott del Quórum de los Doce Apóstoles dice que un testimonio del Libro de Mormón conduce a un testimonio del Salvador y de Su obra. “Tiene que haber una explicación en este libro que puedas sostener en tu mano. Sé que puedes recibir una confirmación espiritual de que es verdadero; sabrás entonces que Jesucristo vive, que José Smith fue y es un profeta y que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la Iglesia del Señor. Corroborarás que el Salvador guía Su Iglesia mediante un profeta viviente”. Ese conocimiento, dijo, será el cimiento de una vida productiva.

Llama a todos a venir a Cristo

El Libro de Mormón ofrece un puerto seguro de la desesperación, enseña el élder Jeffrey R. Holland del Quórum de los Doce Apóstoles, por medio del “poder de Cristo para combatir toda dificultad en todo momento... Ése es el mensaje con el que el Libro de Mormón comienza y es el mensaje con el que acaba, llamándonos a todos a ‘venir a Cristo, y perfeccionarnos en él’” Para que recibamos “la medida plena de paz y consuelo”, dijo, debemos aceptar “la divinidad del Libro de Mormón y del Señor Jesucristo de quien éste testifica”.

“El Libro de Mormón es el más correcto de todos los libros sobre la tierra porque se centra en la Verdad, o sea, Jesucristo”, dice el élder David A. Bednar del Quórum de los Doce Apóstoles. “El Libro de Mormón se dirige al espíritu y al corazón del lector como ningún otro tomo de Escritura lo hace”.

“Si no hay leído el Libro de Mormón, léanlo”, insta el presidente Thomas S. Monson. “Si lo hacen con oración y con el deseo sincero de saber la verdad, el Espíritu Santo les manifestará que es verdadero”.