“Si han tropezado o se han extraviado por algún tiempo, si sienten que el adversario los tiene cautivos, pueden avanzar con fe y dejar de ir de aquí para allá en el mundo”, dijo el presidente Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce Apóstoles, a los jóvenes adultos de la Iglesia. “Hay quienes están prestos para guiarlos de regreso a la paz y la seguridad. …El poder hacer esto, es para mí, una de las verdades más dignas de ser conocida”.
El presidente Packer habló específicamente a quienes están “buscando guía”, instándolos a arrepentirse del pecado y a aceptar la Expiación del Señor que abarca todo. Dijo a los jóvenes adultos reunidos en el Centro Marriot de la Universidad Brigham Young, y en todo el mundo, para el devocional del SEI del 6 de noviembre a que “presten atención a las impresiones que reciban al meditar en un tema sagrado. Si lo único que recuerdan después de esta noche son mis palabras, habrán pasado por alto el significado de esta presentación”.
Misericordia y errores
El presidente Packer enseñó que el pecado es parte de nuestra experiencia terrenal, pero que se puede superar. “Debido a que están a prueba, se espera que cometan algunos errores. Supongo que habrán hecho algunas cosas en su vida de las que se lamentan, de las que no pueden excusarse; por lo que llevan una carga”, les dijo.
“El Evangelio nos enseña que por el arrepentimiento nos podemos librar del tormento y de la culpa. …Sea lo que sea que les haya pasado en su vida, el Señor ha preparado una vía para ustedes para que regresen si escuchan las impresiones del Santo Espíritu. …Hay un Mediador, un Redentor, que está dispuesto y puede satisfacer las exigencias de la justicia y extender misericordia a los penitentes”.
El presidente Packer explicó que existe un conflicto entre los principios de justicia y de misericordia. Hizo hincapié de que Cristo es la clave para satisfacer ambas. “Mediante Él se puede extender plenamente la misericordia a cada uno de nosotros, sin temor a violar la eterna ley de la justicia. La misericordia no se extenderá automáticamente; sino por convenio con Él, y de acuerdo con Sus condiciones, Sus generosas condiciones. …Debemos arrepentirnos para que Su misericordia surta efecto”.
El poder de detenerse
“Algunos sienten un apremio incontenible, una tentación recurrente que quizás se convierta en hábito y luego en adicción. Tenemos cierta tendencia a la transgresión y el pecado, y a justificarnos en no sentir culpa porque nacimos así. Quedamos atrapados, y de ahí proviene el dolor y el tormento que sólo el Salvador puede sanar”, dijo el presidente Packer. “[Pero] tienen el poder para detenerse”.
Continuó: “Viven en una época en que el flagelo de la pornografía azota al mundo. Es difícil eludirlo. La pornografía se concentra en esa parte de la naturaleza de ustedes por la cual tienen poder para procrear.
“Ceder ante la pornografía lleva a problemas, divorcio, enfermedades, problemas de todo tipo. Ninguna parte de ello es inofensiva. El coleccionar, ver o distribuirla de cualquier forma es como llevar una serpiente de cascabel en la mochila. Les expone inevitablemente al equivalente espiritual de la mordedura de la serpiente con la inyección del mortal veneno. …Les amonesto a detenerse. ¡Deténganse ya!”.
Un Redentor deseoso
El presidente Packer alentó a los jóvenes adultos a tener esperanza y a utilizar la Expiación en sus vidas. “Si al principio tropiezan, no se rindan. El superar el desánimo forma parte de la prueba. No se rindan. Y como he aconsejado anteriormente, una vez que hayan confesado y abandonado sus pecados, no miren hacia atrás. El Señor siempre estará allí. Él está dispuesto a sufrir y pagar la deuda si ustedes están dispuestos a aceptarlo como su Redentor”, testificó.
“En Getsemaní, Cristo se apartó de Sus apóstoles para orar. ¡Lo que allí ocurrió supera nuestra comprensión! Pero sabemos que realizó la Expiación. …Su sufrimiento fue diferente al de otras personas antes o después de Él, pues tomó sobre Sí todo el castigo que jamás se haya impuesto sobre la familia humana. …Sólo ha habido Uno en los anales de la historia humana que fue enteramente libre de pecado y facultado para responder por los pecados y las transgresiones de toda la humanidad, y sobrevivir al pagarlas”.
Paz y fe para sostenerlos
El presidente Packer concluyó: “No esperen que todo transcurra sin obstáculos. Aun para los que viven como deben, a veces se darán cuenta de que es justo lo contrario. Enfrenten cada dificultad de la vida con el optimismo y la confianza de que tendrán la paz y la fe para sostenerse ahora y en el futuro.
“A los que aún no tienen todas las bendiciones que deseen y necesiten, si su vida está vacía y no tienen todo lo que necesitan, les digo que creo firmemente que no se les negará ninguna experiencia ni oportunidad que sean esenciales para la redención y salvación de ustedes que viven fielmente. Permanezcan dignos, tengan esperanza, sean pacientes y persistan en la oración. Las cosas tienen solución”.