Los Doce y los Setenta, parte tres: Testigos al mundo

Nota: En la parte final de la serie tripartita, el presidente Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce Apóstoles; el élder Ronald A. Rasband, Presidente Mayor de los Setenta; y varios Setentas de Área comparten su testimonio de que la obra de la Iglesia es la obra del Señor, de que hay profetas y apóstoles vivientes y de que, por medio de ellos, Jesucristo dirige Su Iglesia en la actualidad.

Todos los miembros de la Iglesia, por convenio, son testigos de Cristo, dijo el presidente Boyd K. Packer del Quórum de los Doce Apóstoles en una entrevista sobre la función de los Doce y los Setenta, dirigida por el élder Ronald A. Rasband, Presidente Mayor de los Setenta.

Destacando que al bautizarnos prometemos recordarlo siempre, el presidente Packer dijo:

Jesucristo

Jesucristo

“Todo lo que hacemos, lo hacemos en Su nombre. Cada oración que ofrece en la mesa un niño de cuatro años termina con ‘en el nombre de Jesucristo. Amén’. Todas las hermanas que enseñan en la Escuela Dominical o en la Primaria terminan sus enseñanzas en ese nombre, y es Su nombre. Como dicen las Escrituras: ‘Porque por este nombre seréis llamados en el postrer día’ sí, ‘el nombre de Cristo’ (3 Nefi 27:5). De modo que el nombre es la palabra clave”.

Dado que son llamados a ser testigos especiales de Jesucristo en todo el mundo, los miembros del Quórum de los Doce Apóstoles tienen la responsabilidad solemne y sagrada de recordarlo siempre, dijo el presidente Packer. Y los Setenta también la tienen.

En el nombre de Jesucristo

El élder Rasband le preguntó al presidente Packer acerca de las palabras que se usan en Doctrina y Convenios [en inglés] para describir el rol de los Doce como “testigos especiales” [‘special’ en inglés] (D. y C. 107:23) y el rol de los Setenta como “testigos especiales” [‘especial’ en inglés] (D. y C. 107:25). [Nótese que en Doctrina y Convenios en inglés se usan dos palabras que difieren en una letra.] No hay ninguna diferencia entre las dos palabras, dijo el presidente Packer.

La única diferencia [en el inglés] es la manera de escribir las palabras, pero no hay más diferencia que esa. Ser un testigo especial del nombre de Cristo significa que tienen un testimonio y una autoridad constantes, y esto los acompañará donde sea que vayan”.

Moisés

Moisés

Relató un pasaje de las Escrituras, de La Perla de Gran Precio. “Moisés fue arrebatado y vio toda la Creación, desde el principio hasta el fin. Se sintió tan abrumado que ¡perdió las fuerzas! Y cayó a tierra, no sé por cuánto tiempo. Pero cuando volvió en sí, lo primero que dijo [fue]: ‘Por esta causa, ahora sé que el hombre no es nada, cosa que yo nunca me había imaginado’ (Moisés 1:10)”.

Satanás intentó engañar a Moisés, dijo el presidente Packer, pero Moisés dijo: ‘Y puedo discernir entre tú y Dios’ (véase el versículo 15)”. Tres veces le dijo a Satanás que se fuera, pero no se iba. “Y finalmente dijo: ‘En el nombre del Unigénito, retírate de aquí, Satanás’ (vers. 21). Y se retiró”.

El presiente Packer comentó: “Y ése es el poder… Ése es un poder que no usamos con ligereza, sin pensar. Pero allí está y es el poder más grande que hay sobre esta tierra”.

Autoridad apostólica

El élder Rasband señaló que “bajo las llaves y el testimonio de los Doce, los Setenta tienen ese mismo poder que usted está describiendo”, a lo cual el presidente Packer respondió: “Recién en nuestra generación se empezó a hablar de qué podía hacer un Setenta”. Pero dijo que hay una respuesta a la pregunta: “Un Setenta puede hacer cualquier cosa que le sea asignada”.

El élder Rasband mencionó que eso significa que los 320 Setentas que hay en todo el mundo tienen esa misma autoridad y ese mismo poder para testificar en el nombre de Cristo, y el presidente Packer relató un acontecimiento que ocurrió durante los primeros tiempos de la Iglesia restaurada: “[Brigham Young] estaba por ordenar a algunos Setentas, y [José Smith] dijo: ‘Asegúrese de darles la autoridad apostólica’.

Brigham Young y José Smith

José Smith y Brigham Young

“De modo que cuando se ordena a un Setenta, ya sea Autoridad General o Setenta de Área”, continuó el presidente Packer, “tienen conferida la autoridad apostólica sobre ellos. Hay privilegios que pertenecen a todos los oficios del sacerdocio. El maestro puede hacer algunas cosas que el diácono también puede hacer, pero el diácono no puede hacer lo que sí puede hacer el presbítero; a su vez, el presbítero puede hacer todo lo que el maestro y el diácono pueden hacer. Es así que aquél que tenga la autoridad apostólica puede hacer cualquier cosa.

“Queda claro que no son Apóstoles ordenados a ese oficio, sino que se les confiere ese autoridad. Es así que siempre que necesitamos enviar a alguien para hacer algo, tenemos a alguien con esa autoridad”.

Y claramente esa autoridad incluye la responsabilidad de dar testimonio del Evangelio restaurado, de los profetas y los apóstoles vivientes y de Jesucristo, el Salvador del mundo.

El video que acompaña este artículo incluye extractos de la entrevista que le hizo el élder Rasband al élder Packer y palabras de varios Setentas de Área.

NOTA: Éste es el tercero de tres artículos acerca de los Doce y los Setenta. Vea y lea el primer artículo. Vea y lea el segundo artículo.