El entender el plan del Padre Celestial responderá a muchas preguntas que los jóvenes adultos solteros tienen sobre la vida, el Evangelio y, en particular, sobre el matrimonio, dijo el élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles, en una transmisión histórica que incluyó a 29 países de todo el área del Caribe. La transmisión se originó en la República Dominicana pero incluyó a unos 1.360 jóvenes adultos solteros que viven en todo el área del Caribe.
Durante la transmisión, los jóvenes adultos solteros tuvieron la oportunidad de plantear preguntas en persona o por teléfono y recibir respuestas de un miembro del Quórum de los Doce y su esposa (el élder Bednar y su esposa), de un miembro de la Presidencia de los Setenta y su esposa (el élder Walter F. González y su esposa) y de un miembro de la Presidencia del Área y su esposa (el élder J. Devn Cornish y su esposa).
El plan del Padre Celestial
“¿Se han preguntado ustedes alguna vez por qué es tan importante el matrimonio y por qué la familia es central en el plan del Padre Celestial?”, preguntó el élder Bednar. “El hombre y la mujer están creados con la intención de que trabajen juntos para progresar eternamente. Éso es parte del plan”.
Con ese enfoque, el élder Bednar invitó a los jóvenes adultos solteros a estudiar y a lograr entender la responsabilidad de un hombre y una mujer en el plan de felicidad de Dios. “A medida que entiendan la doctrina del plan, entonces el matrimonio en el momento y en el lugar correcto se convierte en uno de los próximos pasos en su progreso”.
“No dejen que el mundo les cause que retrasen el matrimonio innecesariamente”, aconsejó el élder Bednar. “No sean imprudentes ni tampoco se casen prematuramente, debido a que la decisión de casarse puede ser la decisión más importante que tomarán en su vida. No tengan miedo; recuerden que la fe echa fuera el temor y reconozcan que, en este mundo, la fe será necesaria al dar ustedes este importante paso. En la medida en que cumplan con sus convenios y adecuadamente busquen un compañero eterno, podrán recibir orientación y dirección y continuar su progreso”.
El élder Bednar hizo hincapié en que “somos hijos e hijas de Dios. La naturaleza y el espíritu divinamente diseñados de una mujer y la naturaleza y el espíritu divinamente diseñados de un hombre sellados en la casa del Señor por el poder del sacerdocio, crean un todo, una plenitud que nunca tendrán de otra manera”.
La persona correcta
El élder Bednar continuó diciendo que “muchos jóvenes quieren encontrar a la persona correcta: ‘Estoy buscando la persona que garantice que nuestro matrimonio será feliz’. Yo les enseñaría sólo un principio. Un matrimonio feliz y duradero no es algo que se encuentra. Un matrimonio feliz y duradero es algo que se crea”.
“Algunos jóvenes parecen tener una lista detallada de las características que quieren en un compañero y miden su potencial de acuerdo con ella: ‘¿Tienes todas las cosas que exijo?’. Si esperan tener un compañero eterno que tiene ciertas cualidades espirituales, deben esforzarse por desarrollar esas cualidades espirituales en sí mismos. Entonces, alguien que tenga esas cualidades se sentirá atraído hacia ustedes.
Cásense en el templo
El élder Bednar también aconsejó: “Hay sólo un lugar en el que deberían casarse, en la casa del Señor… Las personas se casan con aquellas con quienes salen. No se arriesguen cometiendo un error en la decisión más importante que jamás tomará”.
El don de la fe
El élder Bednar respondió a las preguntas sobre una gran variedad de otros temas que incluían el desarrollo de la fe. Él enseñó: “La fe es un regalo espiritual. Recibimos dones espirituales para bendecir a otras personas. Si nuestro deseo es recibir un regalo porque lo queremos, probablemente no lo recibiremos. A medida que buscamos servir a las demás personas de acuerdo con las enseñanzas de Jesucristo, entonces somos bendecidos con dones espirituales y una mayor capacidad que hacen posible el servicio”.
“Podemos creer, pero creer es pasivo. La fe siempre conduce a la acción. En primer lugar, debemos actuar conforme a la verdad, entonces somos bendecidos para recibir fuerza. Por ejemplo, de las Escrituras, se enseña a los misioneros a que abran la boca — que actúen — y se rellenará. Esa secuencia es crucial. Muchos de nosotros oramos para tener la fuerza de abrir la boca. Éso no nos produce buenos resultados”.
Cumplan con sus convenios
El élder Bednar subrayó que aceptar los convenios incluye ser responsable de nuestras acciones. “Cuando hacen convenios, en realidad ejercen su libre albedrío para aceptar las condiciones de ese convenio. Al prometer que cumplirán los mandamientos, la única opción que tienen es ser fieles, es ‘elegir lo correcto’. No podemos tomar Su nombre sobre nosotros o recordarle siempre si no cumplimos los mandamientos”.
“Muchos de ustedes han recibido las bendiciones del templo y han hecho convenios sagrados con Dios. La mayoría de los hombres que pueden escuchar mi voz esta noche”, comentó el élder Bednar, “ha aceptado el juramento y el convenio del sacerdocio de Melquisedec. El sacerdocio es inherentemente activo y debe usarse para bendecir a otras personas. Hermanos, una vez que han aceptado ese convenio, no tienen la opción de decir: ‘Estoy cansado; no quiero hacer mis visitas de maestro orientador’”.
“Ahora bien, ustedes pueden pensar, ‘tengo mi libre albedrío. Puedo elegir no hacer esas cosas’”, continuó. “Pero al haber aceptado los convenios, tenemos la responsabilidad de representarle a Él, no sólo de hacer lo que queremos. Cada ocasión en la que usamos nuestro libre albedrío para concertar y aceptar un convenio, demostramos cada vez más que, “no se haga mi voluntad, sino la tuya’”.
Bendiciones del diezmo
El élder Bednar también respondió a una pregunta sobre el diezmo. “Paguen los diezmos y ofrendas. Paguen el diezmo sin esperar conseguir algo a cambio. Pensamos: ‘Bien, he trabajado mucho; he ganado lo que tengo’. Pero, ¿cuándo obtuvieron la capacidad para trabajar, la fuerza para trabajar? Todo lo que tenemos es de Él. En cualquier país del mundo, la ley del Señor de la prosperidad es la ley del diezmo.
Prosperidad espiritual
En respuesta a otra pregunta, el élder Bednar subrayó que quienes permanecen fieles serán bendecidos con prosperidad espiritual. “El mayor peligro en el mundo de hoy no es ser pobre en cuanto a bienes materiales. Es la oscuridad en un mundo donde la maldad aumenta cada vez más. A medida que somos obedientes, somos bendecidos con una luz brillante para ver en la oscuridad y no tener miedo”.