Principio de autosuficiencia 4: Administre el dinero
Es esencial que desarrollemos buenos hábitos al gastar y al ahorrar. Aprenda a implementar principios que fomentan la administración eficaz del dinero.
En el caso de algunos de nosotros, el dinero nos controla; nos dice cuándo tenemos que trabajar más horas, nos dice que tenemos que pagar más interés y hasta nos dice qué podemos comer. A veces sentimos que estamos corriendo a más no poder sin llegar a ningún lado. Estar a merced de los billetes y las deudas también puede infundir estrés y tensión innecesarios en las relaciones.
Por otro lado, las personas que se apegan a un presupuesto regular declaran que les da tranquilidad y que las hace sentir mejor con respecto a la vida en general.
Uno podría pensar que solo la gente rica puede apegarse a un presupuesto y, a su vez, ser feliz. En realidad, eso no es cierto; todos podemos vivir cómodamente dentro de nuestras posibilidades. Todo lo que se necesita es un plan y un poco de autodisciplina.
¿Por dónde empezar? Con trabajo, por supuesto. Trabaje arduamente y de manera inteligente. Demuéstrele a su empleador que usted es valioso y honesto. Dedique un poco más de tiempo a aprender a hacer mejor su trabajo; los empleadores aprecian a los empleados que demuestran iniciativa y simplifican las tareas.
¿Cuándo hablaremos acerca de preparar un presupuesto?
Aún no; primero lo primero: pagar diezmos y ofrendas. Para tener éxito, usted debe asegurarse de que Dios esté de su lado. Él ha prometido que lo bendecirá por su sacrificio:
“Traed todos los diezmos al alfolí para que haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice el Señor de los Ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros una bendición tal que no haya donde contenerla” (3 Nefi 24:10).
Ahora podemos hablar de hacer un presupuesto. Comience con un diario de gastos. Lleve un control de todo lo que gasta y de todo lo que gana durante un mes entero. Antes de poder gastar menos que lo que gana de forma realista, debe tener una perspectiva clara de lo que está gastando.
Establezca siete categorías:
- Diezmos y ofrendas
- Cuentas de la casa
- Gastos diarios (alquiler, hipoteca, alimentos)
- Seguro y gastos médicos
- Viajes (auto o transporte público)
- Diversión (deportes, entretenimiento, días festivos)
- Ahorros
Coloque cada gasto del diario en una categoría. Luego apunte los ingresos en otra columna. Debería verse así:
Luego viene la parte difícil: debe asegurarse de estar gastando menos de lo que gana. Repase cuidadosamente cada punto de la izquierda y vea de qué puede prescindir, aunque sea difícil. Si realiza este proceso con su cónyuge, consideren hacer una oración juntos para evitar la contención.
Una vez que establezca el presupuesto, una manera sencilla de controlar cada categoría es colocar el dinero designado en sobres con el nombre de “Cuentas de la casa”, “Gastos diarios”, etc. También podría llevar un libro de contabilidad y registrar los gastos que haya en cada categoría. Recuerde que el mejor lugar para ahorrar dinero es en la categoría “Diversión”. Busque tres cosas que sean divertidas para hacer en familia.
Aquí hay otros consejos:
- Busque las ofertas cuando haga compras.
- Decida si hay artículos que en verdad no necesite comprar.
- Evite los préstamos.
Hay muchas maneras de ahorrar; ore al respecto y busque guía para hallarlas.
A medida que sus ahorros crezcan, usted tendrá una sensación de seguridad y paz; sabrá que está haciendo todo lo posible, incluso pagar el diezmo con regularidad. Es entonces que el Señor nos bendice: cuando nos esforzamos por hacer lo que Él ha mandado.
“Yo, el Señor, estoy obligado cuando hacéis lo que os digo; mas cuando no hacéis lo que os digo, ninguna promesa tenéis” (D. y C. 82:10).