Cursos prácticos, beneficios espirituales
El Señor ha declarado: “Y es mi propósito abastecer a mis santos… Pero es preciso que se haga a mi propia manera” (Doctrina y Convenios 104:15, 16). De esta manera, el Padre Celestial promete que ayudará a cuidar de Sus hijos a medida que ellos lo sigan. La autosuficiencia no significa que podamos hacer u obtener todo lo que queramos. Si somos autosuficientes, creemos que, por medio del poder de Cristo y por nuestro propio esfuerzo, podemos trabajar para satisfacer las necesidades espirituales y prácticas de la vida. Muchas personas pueden volverse más autosuficientes. La iniciativa de autosuficiencia es una herramienta de ayuda.
En esta iniciativa, una gran parte del trabajo se lleva a cabo en grupos pequeños que combinan los principios espirituales con las habilidades prácticas. Los grupos se centran en una de estas cuatro áreas: empleo, educación, finanzas personales o cómo iniciar y hacer crecer un negocio.
¿Cómo funcionan los grupos?
Los grupos pueden cambiar vidas
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Doce principios de autosuficiencia
- Ejercer fe en Jesucristo (D. y C. 104:15)
- Utilizar el tiempo sabiamente (Alma 34:32)
- Ser obediente (D. y C. 130:20–21)
- Administrar el dinero (D. y C. 104:78)
- Trabajo: Asumir la responsabilidad (D. y C. 42:42; 2 Nefi 2:16, 26)
- Resolver los problemas (Éter 2:18–19, 23; 3:1, 4)
- Ser uno, trabajar juntos (Moisés 7:18; D. y C. 104:15–17)
- Comunicación: Pedir y escuchar (D. y C. 8:2)
- Perseverar (Hebreos 12:1; D. y C. 58:4)
- Procurar conocimiento y educación (D. y C. 88:118–119)