Cómo utilizar estos recursos

Salón de clases

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Tal vez haya oído alguna versión del siguiente dicho, que se ha convertido en una máxima para muchos maestros: “Si a una persona se le da un pescado, tendrá comida para un día. Si se le enseña cómo pescar, tendrá comida para el resto de su vida”.

Cuando se trata de buscar respuestas a preguntas doctrinales, históricas o sociales, enseñar a los alumnos a “pescar” se está convirtiendo en algo cada vez más importante en nuestros días. En general, lo que los alumnos obtengan mediante su esfuerzo por hallar respuestas por sí mismos será más significativo y perdurable para ellos que si simplemente les explicamos las respuestas. Considere la posibilidad de utilizar estos recursos de las siguientes maneras:

  • Aprenda por usted  mismo. A medida que estudie estos recursos, estará más preparado para responder a las preguntas doctrinales, históricas y sociales de los alumnos, tal como lo recomienda el presidente M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles:

    “Para que ustedes comprendan el contenido y el contexto doctrinal e histórico de las Escrituras y de nuestra historia, tendrán que estudiar de los ‘mejores libros’, como lo indicó el Señor… Por medio de sus esfuerzos diligentes para aprender por medio del estudio y la fe, serán capaces de ayudar a sus alumnos a aprender las habilidades y actitudes necesarias para distinguir entre la información confiable que los elevará y las verdades a medias e interpretaciones incorrectas de la doctrina, la historia y las prácticas que los desmoralizarán” (véase “Las oportunidades y responsabilidades de los maestros del SEI en el siglo XXI” [discurso para educadores religiosos del Sistema Educativo de la Iglesia, 26 de febrero de 2016]).
  • Ayude a los alumnos a aprender por sí mismos. Aplique los principios de ayudar a otras personas a adquirir conocimiento espiritual conforme guía a los alumnos a lo largo de su proceso de descubrimiento. Los siguientes son algunos ejemplos de cómo usar los recursos para ese fin:
    • Remita a los alumnos a los materiales que sean de mayor provecho. En lugar de limitarse a remitir a los alumnos a esos recursos en forma general, podría investigar con antelación en busca de pasajes de las Escrituras, discursos, artículos y otros datos específicos que mejor aborden las preguntas o preocupaciones de los alumnos. Luego, remítalos a esos recursos específicos para que comiencen su búsqueda.
    • Podría sentarse con un alumno que tenga preguntas y enseñarle cómo navegar a través de los recursos a fin de encontrar la información más relevante para sus necesidades específicas.
    • Para hacer un seguimiento, ayude a los alumnos a analizar lo que encuentren. Podría invitarlos a hablar con usted, con sus padres o con sus líderes locales de la Iglesia en cuanto a lo que hayan encontrado. Ayude a los alumnos a comprender que pueden aprender mucho al ser parte activa de su trayectoria para adquirir conocimiento espiritual.