Citas sobre Seminario
“Esta fórmula funcionará siempre. En pocas palabras, cuanto más sigan el ejemplo de Jesucristo, más éxito tendrán.
¿Qué es, entonces, lo que les ayudará a llegar a ser esa clase de discípulo devoto de Jesucristo? Una respuesta es: Seminarios e Institutos; no solo asistir, sino participar activamente en clase y cumplir fielmente con las asignaciones dadas” (Una invitación personal a participar en Seminarios e Institutos, presidente Russell M. Nelson).
“[C]uando tengan la ocasión de participar en Seminario, ya sea en clases matutinas o supervisado, aprovechen esa oportunidad. [Muchos] de ustedes ya están haciéndolo ahora. Como todas las cosas de la vida, el beneficio que obtendrán de su experiencia en Seminario dependerá de su actitud y de su buena disposición a que les enseñen. Ruego que su actitud sea una de humildad y deseo de aprender. Qué agradecido estoy por la oportunidad que tuve cuando era jovencito de asistir a Seminario matutino, ya que jugó un papel vital en el desarrollo de mi testimonio. Seminario puede cambiar vidas” (véase de Thomas S. Monson, “Crean, obedezcan y perseveren”, Liahona, mayo de 2012, pág. 128).
“Jóvenes, les pido que participen en Seminario. Estudien sus Escrituras diariamente. Escuchen atentamente a sus maestros. Apliquen con oración lo que aprendan” (Thomas S. Monson, 12 de agosto de 2011).
“Seas un joven o una jovencita, los programas de Seminario te ayudarán a colocar un cimiento para la felicidad y el éxito en la vida” (Richard G. Scott, “¡Ahora es el momento de servir en una misión!”, Liahona, mayo de 2006, pág. 88).
“[Hay] tres cosas poderosas que Seminario puede lograr. Primero, une a los jóvenes que comparten los mismos valores. A los jóvenes les gusta estar con otros jóvenes que comparten su fe y que sienten amor por las Escrituras. Segundo, une a los jóvenes con un maestro que tiene un testimonio, y ellos pueden percibir el poder de este cuando se comparte. Tercero, Seminario despierta el interés de los jóvenes en las Escrituras” (véase de Henry B. Eyring, “Un análisis sobre el estudio de las Escrituras”, Liahona, julio de 2005, pág. 11).
“En el campo de la educación hemos establecido el programa de Seminario e Instituto por doquier que ha ido la Iglesia. Está teniendo un efecto positivo en la vida de los alumnos de todo el mundo. En los Institutos, los jóvenes de edad universitaria disfrutan de buenas amistades, aprenden, tienen experiencias sociales e incluso encuentran esposos y esposas dentro de la fe” (véase de Gordon B. Hinckley, “Este grandioso año milenario”, Liahona, enero de 2001, pág. 81).
“Las sagradas Escrituras, la guía que les dan sus padres y la enseñanza diligente que reciben en la Primaria, en las Mujeres Jóvenes, en la Escuela Dominical, en la reunión sacramental y en Seminario, les fortalecerán en su determinación de ser lo mejor que puedan” (véase de Thomas S. Monson, “Su jornada celestial”, Liahona, julio de 1999, pág. 115).
“Espero que cada uno de ustedes vaya a Seminario. Me alegro de que lo hagan; es bueno para ustedes. Vayan allí para aprender y conocer el Evangelio. Algún día, cada uno de ustedes tendrá que defender esta Iglesia, explicársela a otras personas. Ahora es el momento de prepararse” (Gordon B. Hinckley, “Messages of Inspiration from President Hinckley”, Church News, 3 de agosto de 1996, pág. 2).
“Espero que todos los que tengan la edad suficiente [para ello] asistan a Seminario, porque esa organización brinda grandes oportunidades para aprender las doctrinas que los harán felices, así como para asociarse con otros jóvenes de la Iglesia” (véase de Gordon B. Hinckley, “Seamos verídicos y fieles”, Liahona, julio de 1996, pág. 104).
“Deseo instar a cada alumno de la escuela secundaria a que aproveche el programa de Seminario. Recibirán más bendiciones en la vida si lo hacen. Todos los estudiantes universitarios y terciarios deben aprovechar el programa de Instituto. Es el mejor lugar del mundo para encontrar a su compañero eterno, y estarán agradecidos toda su vida si lo hacen” (Gordon B. Hinckley, “Excerpts from Recent Addresses of President Gordon B. Hinckley”, Ensign, diciembre de 1995, pág. 67).
“Esperamos que todos aquellos que tengan estos programas a su disposición los aprovechen. Verán que aumenta su conocimiento del Evangelio, se fortalece su fe y disfrutarán de hermosas amistades con compañeros de la misma creencia” (véase de Gordon B. Hinckley, “Misiones, templos y responsabilidades”, Liahona, enero de 1996, pág. 65).
“Cuán agradecido estoy por el hecho de que el manual de la noche de hogar haga hincapié en las Escrituras. También los programas de estudio de Seminario e Instituto recalcan las Escrituras y ayudan al alumno a interiorizar su vivacidad y significado” (Thomas S. Monson, Pathways to Perfection, 1973, pág. 98).