Historia de la Iglesia
“Nuestro Señor los amaba y estaba con ellos”


“Nuestro Señor los amaba y estaba con ellos”

En 2013, Julián Antonio Flores y sus consejeros en el liderazgo del Barrio León de Nicaragua participaron en actividades diseñadas para ayudar a los jóvenes de la región a “vivir con rectitud en el mundo”. También les enseñaron “cómo reconocer aquellas cosas que pueden dañar la eternidad que nuestro Padre Celestial les promete”.

Al hablar de un día que pasaron en la playa, un líder local dijo: “Vimos cómo los jóvenes abrían el corazón, compartían sus miedos, sus preguntas y su devoción a Dios en lo alto. Hubo momentos de risas y llantos, pero el amor fluyó por todas partes”.

Ese día, los jóvenes de León prometieron a su Padre Celestial que mejorarían. “Salimos esa mañana con algunos jóvenes problemáticos”, dijo el mismo miembro, “y regresamos con jóvenes que estaban comprometidos a ser mejores, a aferrarse a Cristo con la convicción de que sin Él no podrían vencer los males de este mundo”.

Ese mismo año, la Sociedad de Socorro del Barrio León sintió que el Espíritu guiaba sus esfuerzos por ministrar a las hermanas del barrio. “Era una noche de invierno cuando llegamos a visitar a una hermana en su casa”, dijo una miembro, “sin embargo, las señales de lluvias que se acercaban nos pusieron nerviosas y rápidamente compartimos el mensaje que traíamos, terminamos y mientras nos despedíamos empezó a llover”. La hermana a la que estaban visitando les pidió que volvieran a entrar.

“Sentimos algo dentro de nuestro corazón que susurraba: ‘¡Hermanas!, esta es su oportunidad’”, dijo la miembro. El grupo regresó al interior y nuevamente compartió una canción, junto con una oración y un mensaje. Mientras la lluvia caía por un buen rato, “pasamos un momento increíble con toda la familia de la hermana”, dijo la miembro. La lluvia duró más de lo que esperaban, “sin embargo, ahora entendemos que ese era el deseo del Señor. Los integrantes de esa familia estaban menos activos y necesitaban saber que nuestro Señor los amaba y estaba con ellos”.

Otros barrios de la Estaca León encontraron formas similares de ministrarse unos a otros. En 2013, el Barrio Villa Universitaria ayudó a Benita Lucía Campos a recibir las bendiciones del templo antes de fallecer a causa de una enfermedad terminal. Lucía era “una persona muy dinámica, estaba siempre en las actividades de la Iglesia y animaba a todas las hermanas de la Sociedad de Socorro”.

Lucía volvió a participar activamente en su barrio en 2011 después de un largo período de estar alejada de la Iglesia. Tenía miedo de asistir al templo porque sabía que para ello necesitaba hacer algunos cambios en su vida. Su obispo sabía que se le estaba acabando el tiempo y la invitó a hacer los ajustes necesarios.

Lucía hizo esos cambios y en agosto de 2013 recibió la investidura en el recién dedicado Templo de Tegucigalpa, Honduras. Ese mismo año, Lucía falleció. Su valiente ejemplo motivó a sus hermanos santos de León a trabajar más en el templo.