Hasta la próxima
Guiados por profetas vivientes
Del discurso “Another Prophet Now Has Come!”, Ensign, enero de 1973, págs. 116–118. Puntuación estandarizada.
Dios siempre habla a las personas por medio de profetas vivientes.
Un nuevo profeta de Dios… es uno de los tantos hombres inspirados, divinamente llamados para ministrar ahora y traer nueva revelación de los cielos a cada hombre, mujer y niño que esté dispuesto a escuchar.
El nombramiento de [un] nuevo Profeta es trascendental para cada persona que crea en Dios, y particularmente para todo creyente en el Señor Jesucristo…
Siempre que el Señor ha tenido sobre la tierra un pueblo a quien ha reconocido como Suyo, lo ha dirigido por medio de profetas vivientes a quienes ha otorgado guía de los cielos…
En estos tiempos modernos se ha establecido una línea similar de hombres inspirados. Esto se logró como resultado de la restauración del evangelio del Señor Jesucristo por medio de Su vidente de los últimos días, José Smith…
Al contrario de lo que generalmente se cree, el Señor es un Dios de comunicación, un Dios de revelación; es un Dios de luz e inteligencia, de conocimiento e información. Él no obra en la oscuridad, ni tampoco salva a nadie en la ignorancia. Todo Su Plan de Salvación se basa en la comunicación con un pueblo que es iluminado.
¿Quién puede adorar de manera inteligente si se mantiene en la ignorancia?
¿Quién puede poseer una fe significativa sin un conocimiento de Dios?
¿Y de dónde provendrá este conocimiento si no es de Dios mismo?…
Los seres humanos son lentos para aprender los caminos del Señor, y particularmente para aceptar el hecho de que, aunque Él está dispuesto a comunicarse con ellos, Su manera de hacerlo es mediante hombres inspirados a quienes Él designa como profetas.
Ese es Su modelo, es Su manera de proceder, y no la ha cambiado. Él es el mismo ayer, hoy y para siempre, e igualmente invariables son Sus métodos…
Testificamos solemnemente que la comunicación entre los cielos y la tierra se ha restablecido en nuestros días. Declaramos que Dios no está apartado del mundo.
No está muerto; Él vive.
No está ciego; Él ve.
No está sordo; Él escucha.
No es mudo; Él habla elocuentemente a Sus profetas vivientes y, por medio de ellos, a todo el mundo.
De esta manera Dios les habla a ustedes en la actualidad.