2018
Profetas: Una señal del amor de Dios
Septiembre de 2018


La última palabra

Profetas: Una señal del amor de Dios

De un discurso de la Conferencia General de abril de 2018

prophets a sign of Gods love

Quiero testificarles que el presidente Russell M. Nelson es el profeta de Dios sobre la tierra. Nunca he visto a nadie más bondadoso y amoroso que él. Aunque me sentí incompetente para este sagrado llamamiento de servir como miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, sus palabras y la tierna mirada en sus ojos al extenderme esta responsabilidad me hicieron sentirme envuelto en los brazos de amor del Señor.

¿No es una bendición que tengamos profetas, videntes y reveladores sobre la tierra en estos días; hombres que procuran conocer la voluntad del Señor y seguirla? Es reconfortante saber que no estamos solos en el mundo, a pesar de los desafíos que afrontamos en la vida. Tener profetas es una señal del amor de Dios por Sus hijos. Ellos dan a conocer las promesas y la verdadera naturaleza de Dios y de Jesucristo a Su pueblo.

Desde lo más profundo de mi corazón testifico que los profetas hablan por el poder del Santo Espíritu. Testifican de Cristo y de Su divina misión sobre la tierra. Representan la intención y el corazón del Señor y son llamados para representarlo a Él y para enseñarnos a nosotros lo que debemos hacer para volver a vivir en la presencia de Dios y de Su Hijo, Jesucristo. Somos bendecidos al ejercer nuestra fe y seguir sus enseñanzas. Al seguirlos, nuestras vidas son más felices y menos complicadas, nuestras dificultades y problemas son más llevaderos, y creamos una armadura espiritual a nuestro alrededor que nos protegerá de los ataques del enemigo en esta época.

Solemnemente testifico que Jesucristo ha resucitado, Él vive y Él dirige Su Iglesia sobre la tierra por medio de Sus profetas, videntes y reveladores. Testifico que Él es el Salvador y Redentor del mundo y que por medio de Él podemos ser salvos y exaltados en la presencia de nuestro amado Dios. Lo amo; lo adoro. Quiero seguirlo y hacer Su voluntad y ser más como Él.