Voces de los santos
Experiencia con la indexación
A mediados del mes de marzo de 2020 nos soprendió la noticia de que todas las reuniones presenciales de la Iglesia iban a ser suspendidas y que los templos iban a cerrar. Lejos de lamentarnos por esa situación, nos dimos cuenta de que el tener que quedarnos en casa nos ofrecía la posibilidad de poder dedicar más tiempo a la obra de historia familiar e indexación. En los meses previos se habían realizado talleres que permitieron que los miembros estuvieran preparados para hacer esta parte de la obra a pesar del aislamiento social.
Esto trajo como consecuencia un aumento en la obra de historia familiar y especialmente en la de indexación en nuestra unidad. De tres o cuatro miembros que usualmente trabajaban en la indexación, llegamos a tener alrededor de veinte hermanos y hermanas realizando esta maravillosa obra. Como barrio, teníamos la meta de lograr 50 000 registros indexados y revisados para fines de 2020.
El mes de agosto fue un mes de grandes logros. Nos habíamos puesto la meta de lograr 8000 registros y finalmente superamos los 9000. Lo más importante fue que alcanzamos nuestra meta anual antes de lo planeado, llegando a más de 50 000 registros indexados y revisados. Pero como sabemos, no se trata de números sino de almas de las que se tendrá información en línea y por quienes se podrá hacer la obra en el templo, ya que los familiares de estas personas podrán acceder fácilmente a todos los registros de sus antepasados.
También nosotros, al estar haciendo esta parte de la obra de Salvación, hemos sido bendecidos y nos hemos fortalecido espiritualmente. El espíritu de Elías ha tocado nuestros corazones y hemos tenido experiencias espirituales muy importantes. A la vez, a pesar del distanciamiento social, nos hemos sentido más cerca y unidos como congregación por estar realizando esta gran e importante labor desde nuestros hogares. Testificamos de la veracidad de esta obra de Salvación y de las muchas bendiciones que hemos recibido por participar activamente en la historia familiar e indexación, especialmente durante estos tiempos de pandemia.
Comparto el testimonio del hermano Daniel Arriola, voluntario de indexación de nuestro barrio:
Soy el hermano Óscar Daniel Arriola Arambillet, del barrio Durazno Centro, de la estaca Durazno, Uruguay, miembro de la Iglesia desde 1963.
La experiencia que he tenido como voluntario de indexación en línea desde el año pasado, ha sido sumamente edificante, motivante y maravillosa. El conocer mejor a nuestros hermanos terrenales, sus dificultades, angustias, tragedias y también momentos de gozo y alegría ha confirmado aún más mi testimonio personal del amor perfecto de nuestro Padre Celestial, que desea la salvación y exaltación de todos ¡Sus hijos. Él nos da el honor y el privilegio de participar activamente en este programa de indexación de nombres, trabajando en los registros aportados por personas de todo el mundo, preparando de alguna manera una información imprescindible para la obra de los templos, permitiendo que cada uno de nosotros acceda a esos registros, trabaje en ellos y los ponga a disposición de todos los que buscamos a nuestros parientes fallecidos y así tengamos la bendición de concurrir al santo Templo y efectuar la obra por millones de hijos de Dios, la mayoría de los cuales murieron sin conocer el evangelio verdadero de nuestro Salvador y Redentor Jesucristo.
Esta obra de indexación aumenta notablemente nuestro testimonio y nos protege al ingresar a la red de internet con este sagrado propósito. Es un desafío valioso que bien vale la pena asumir y cumplir.