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Alma 4: La piedra de tropiezo del orgullo


“Alma 4: La piedra de tropiezo del orgullo”, El Libro de Mormón, Manual del alumno, 2024

“Alma 4”, El Libro de Mormón, Manual del alumno

Alma 4

La piedra de tropiezo del orgullo

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Alma, hijo, predicando en Gedeón

El orgullo es la falta de humildad o de mansedumbre, que hace que la gente esté en contra de Dios y de los demás (véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Orgullo”, scriptures.ChurchofJesusChrist.org). Piensa en el orgullo que ves en el mundo en la actualidad y en la influencia negativa que tiene en ti y en las personas de tu entorno. El orgullo y la contención que demostraban algunos miembros de la Iglesia del Salvador en la época de Alma hizo que la Iglesia no siguiera progresando. Por ello, Alma se sintió inspirado a renunciar como juez superior para dedicarse a predicar la palabra de Dios. Esta lección puede ayudarte a utilizar la palabra de Dios para vencer el orgullo y la contención.

Una piedra de tropiezo

Recuerda alguna ocasión en la que te tropezaste o diste un traspié. ¿Recuerdas qué fue lo que te hizo tropezar? En la vida, a veces nos tropezamos con cosas que podrían denominarse “piedras de tropiezo”; esto también se aplica a lo espiritual.

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Imagen de unos cubos

Dibuja varios obstáculos o piedras y escribe sobre ellos cosas que podrían hacer que los jóvenes tropiecen espiritualmente. Por ejemplo, algunos podrían tener dificultades para prestar atención al profeta u obedecer la Palabra de Sabiduría.

Piensa en las consecuencias de tropezar con estas cosas. Medita sobre la razón por la que necesitas la ayuda de Dios para descubrir, evitar y superar estas piedras de tropiezo.

El pueblo de Alma había sufrido grandes pérdidas recientemente en la guerra contra los lamanitas. Debido a sus aflicciones, “se despertó en ellos el recuerdo de su deber” y muchas personas fueron bautizadas (véase Alma 4:1–5). Sin embargo, su paz no duró mucho porque empezaron a tropezar espiritualmente.

Lee Alma 4:6–8 para saber por qué los líderes de la Iglesia estaban preocupados.

  • ¿Por qué crees que los líderes de la Iglesia estaban “afligidos en extremo” (Alma 4:7) por el creciente orgullo del pueblo?

El presidente Ezra Taft Benson (1899–1994) enseñó lo siguiente:

El orgullo es la gran piedra de tropiezo para Sion. Repito: el orgullo es la gran piedra de tropiezo para Sion (véase Ezra Taft Benson, “Cuidaos del orgullo”, Liahona, julio de 1989, pág. 8).

Dibuja una piedra grande que represente la piedra de tropiezo del orgullo. En la piedra, escribe las respuestas a las preguntas siguientes:

  • ¿De qué forma crees que el orgullo puede provocar que alguien tropiece espiritualmente?

  • ¿De qué maneras el orgullo nos impide llegar a ser más semejantes al Salvador?

A medida que sigas estudiando Alma 4, piensa en cómo el orgullo puede ser una piedra de tropiezo para ti y en lo que puedes hacer para superarlo.

Lee Alma 4:8–12 y busca los efectos del orgullo en la Iglesia. Ten en cuenta que conflicto significa desacuerdo o contención airada o encarnizada, y malicia es el deseo de hacer lo malo o la mala voluntad.

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  1. Responde las preguntas siguientes:

    • ¿Cuáles fueron los efectos del orgullo en la Iglesia?

    • ¿De qué maneras estas acciones se consideran impropias de los miembros de la Iglesia del Salvador?

    • ¿Cómo influyeron en aquellos que no pertenecían a la Iglesia?

Evitar el orgullo y la contención

El presidente Ezra Taft Benson enseñó lo siguiente:

El antídoto del orgullo es la humildad: la mansedumbre, la docilidad [véase Alma 7:23] (véase Ezra Taft Benson, “Cuidaos del orgullo”, Liahona, julio de 1989, pág. 7).

Lee Alma 4:13–14 para saber lo que algunos miembros de la Iglesia hicieron para evitar el orgullo y permanecer fieles. Ten en cuenta que humillarse, en el versículo 13, se refiere a volverse más manso.

Alrededor de la piedra de tropiezo del orgullo que dibujaste, anota las actitudes o acciones semejantes a las de Cristo que se mencionan en Alma 4:13–14 y que creas que podrían ayudarnos a vencer o resistir el orgullo.

  • ¿Qué acciones y actitudes de los versículos 13–14 te recuerdan a Jesucristo?

  • El desarrollar estas actitudes y llevar a cabo estas acciones, ¿en qué manera podría ayudarnos a llegar a ser más semejantes a Él?

  • ¿En qué ocasiones has visto a otras personas tener actitudes o realizar acciones semejantes a las de Cristo y qué influencia tuvieron en ti?

Piensa en el orgullo o la contención que pueda haber en tu vida. Reflexiona sobre lo que puedes hacer para seguir el ejemplo del Salvador. ¿Qué puedes hacer para reducir el problema y formar parte de la solución?

Alma decidió que debía dedicar su tiempo a ayudar espiritualmente al pueblo. Por ello, cedió el asiento judicial a Nefíah y retuvo el oficio de sumo sacerdote (véase Alma 4:15–18).

Lee Alma 4:19 y busca lo que Alma sabía que podía “abatir” el orgullo y la contención entre el pueblo. También podrías mirar “Alma predica la palabra de Dios”, desde 0:36 hasta 1:59, que se encuentra disponible en ChurchofJesusChrist.org.

  • ¿De qué maneras actuó Alma como Jesucristo?

  • ¿Qué podemos aprender del ejemplo de Alma?

Una verdad que aprendemos de Alma 4:19 es la siguiente: La palabra de Dios y escuchar un testimonio puro pueden ayudarnos a vencer el orgullo y la contención.

En la declaración siguiente, busca lo que el presidente Ezra Taft Benson enseñó acerca de la palabra de Dios.

La palabra de Dios, tal como se halla en las Escrituras, en las palabras de los profetas vivientes y en la revelación personal, tiene el poder de fortalecer a los santos y armarlos con el Espíritu para que puedan resistir el mal, aferrarse a lo bueno y encontrar felicidad en esta vida (véase Ezra Taft Benson, “El poder de la palabra”, Liahona, julio de 1986, pág. 73).

  • ¿De qué manera la palabra de Dios y el dar un testimonio puro podrían ayudar a abatir el orgullo y la contención?

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  1. Completa lo siguiente:

    • Anota dos o tres problemas que se deriven del orgullo y la contención.

    • Anota pasajes de las Escrituras y enseñanzas de los profetas modernos que creas que podrían ayudar con esos problemas.

    • Determina por qué o de qué manera las cosas que anotaste te ayudarían a tratar a los demás como lo haría el Salvador.

Procura prestar atención y reconocer las impresiones del Espíritu Santo sobre cómo podrías poner en práctica lo que aprendiste en esta lección. Busca oportunidades de actuar de acuerdo con esas impresiones.

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