“14 – 20 abril: ‘Soy el que vive, soy el que fue muerto’: Pascua de Resurrección”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: Doctrina y Convenios 2025, (2025)
“Pascua de Resurrección”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: 2025
14 – 20 abril: “Soy el que vive, soy el que fue muerto”
Pascua de Resurrección
El 3 de abril de 1836 era domingo de Pascua de Resurrección. Después de ayudar a administrar la Santa Cena a los santos que estaban en el recién dedicado Templo de Kirtland, José Smith y Oliver Cowdery encontraron un lugar tranquilo detrás de un velo e inclinaron la cabeza para ofrecer una oración en silencio. Entonces, en ese día sagrado en que los cristianos en todas partes estaban conmemorando la Resurrección de Jesucristo, el Salvador resucitado mismo se apareció en Su templo, declarando: “Soy el que vive, soy el que fue muerto” (Doctrina y Convenios 110:4).
¿Qué significa cuando se dice que Jesucristo es “el que vive”? No solo quiere decir que se levantó de la tumba y que se apareció a Sus discípulos en Galilea. Significa que Él vive ahora; que habla por medio de profetas actualmente; que dirige Su Iglesia hoy en día; que sana las almas heridas y los corazones quebrantados en la actualidad. De modo que podemos hacernos eco de las palabras del potente testimonio de José Smith: “Después de los muchos testimonios que se han dado de él, este es el testimonio […], que nosotros damos de él: ¡Que vive!” (Doctrina y Convenios 76:22). Podemos escuchar Su voz en estas revelaciones, ser testigos de Su mano en nuestras vidas y “gozoso[s], cant[ar] con fervor: Yo sé que vive mi Señor”. (Himnos, nro. 73).
Ideas para aprender en el hogar y en la Iglesia
Jesucristo vive.
La mayoría de nosotros no hemos visto a Jesucristo como lo hizo el profeta José Smith. Pero podemos saber, como él, que el Salvador vive, que conoce nuestros éxitos y nuestras luchas, y que nos ayudará en momentos de necesidad. Considera tu propio testimonio del Cristo viviente mientras reflexionas sobre las preguntas siguientes y estudias los recursos que las acompañan.
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¿Quién es Jesucristo? ¿Por qué lo adoramos? (Véase “El Cristo Viviente: El Testimonio de los Apóstoles”).
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¿Qué me enseña el Espíritu acerca de las experiencias de José Smith y de otras personas que vieron al Salvador? ¿De qué manera sus testimonios fortalecen el mío? (Véanse Doctrina y Convenios 76:11–14, 20–24; 110:1–10; José Smith—Historia 1:17).
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¿Qué aprendo acerca de la misión y la divinidad del Salvador a partir de Sus propias palabras? (Véanse Doctrina y Convenios 29:5; 38:7).
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¿Cómo puede ayudarme el Salvador en la actualidad? (Véanse Isaías 53:3–5; Hebreos 2:17–18; Mosíah 3:7; Alma 7:11–13; 36:3; Éter 12:27; Moisés 5:10–12).
En el video “My Spiritual Goal” [Mi meta espiritual], una joven decide memorizar “El Cristo Viviente” (Biblioteca del Evangelio). ¿Qué te impresiona sobre su experiencia? ¿Qué te sientes inspirado a hacer para recibir las verdades de “El Cristo Viviente” en tu corazón y mente?
Para aprender más acerca de cómo el Salvador nos bendice hoy, puedes estudiar, escuchar o cantar “Yo sé que vive mi Señor” (Himnos, nro. 73). Podría ser inspirador buscar verdades en este himno que también se enseñan en Doctrina y Convenios 6:34; 84:77; 98:18; 138:23.
Véase también Temas y preguntas, “Jesucristo”, Biblioteca del Evangelio.
Gracias a Jesucristo, resucitaré.
José Smith sabía lo que se siente al llorar la muerte de seres queridos, entre otras la de su padre y dos de sus hermanos. José y Emma enterraron a seis de sus hijos, todos menores de dos años. A partir de las revelaciones que Dios les dio, José y Emma obtuvieron una perspectiva eterna.
Busca verdades sobre la muerte y el plan eterno de Dios en Doctrina y Convenios 29:26–27; 42:45–46; 63:49; 88:14–17, 27–31; 93:33–34. ¿Cómo influyen esas verdades en la forma en que consideras la muerte? ¿Qué efecto tienen en la forma en que vives?
Véanse también 1 Corintios 15; Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, págs. 183–185; Easter.ChurchofJesusChrist.org.
Jesucristo logró una “perfecta expiación” para mí.
Una manera de centrarse en el Salvador durante la época de la Pascua de Resurrección es estudiar las revelaciones en Doctrina y Convenios que enseñan en cuanto a Su sacrificio expiatorio. Algunas se encuentran en Doctrina y Convenios 18:10–13; 19:16–19; 45:3–5; 76:69–70. Considera hacer una lista de las verdades que encuentres en esos versículos. Para profundizar tu estudio, puedes ampliar la lista escudriñando Lucas 22:39–44; 1 Juan 1:7; 2 Nefi 2:6–9; Mosíah 3:5–13, 17–18; y Moroni 10:32–33.
A continuación figuran algunas preguntas que podrían orientar tu estudio:
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¿Qué es la Expiación de Jesucristo?
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¿Por qué Jesucristo eligió sufrir y morir por nosotros?
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¿Qué debo hacer para recibir las bendiciones de Su sacrificio?
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¿Cómo me siento acerca de Jesucristo después de leer estos versículos?
Véanse también Guía para el Estudio de las Escrituras, “Expiación”, Biblioteca del Evangelio; “El Salvador sufre en Getsemaní”, video, Biblioteca del Evangelio.
Ideas para enseñar a los niños
Gracias a Jesucristo, yo resucitaré.
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Para enseñar a tus hijos sobre la Resurrección, podrías empezar mostrándoles ilustraciones de la muerte y la Resurrección del Salvador. Permite que los niños expresen lo que sepan en cuanto a esos acontecimientos. También pueden cantar una canción como “¿Vivió Jesús una vez más?” (Canciones para los niños, pág. 45).
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Considera una lección práctica que pueda ayudar a que tus hijos comprendan lo que pasa cuando morimos (nuestros espíritus y cuerpos se separan) y cuando resucitamos (nuestros espíritus y cuerpos se vuelven a juntar, y nuestros cuerpos son perfectos e inmortales). Por ejemplo, ¿qué sucede cuando le sacamos la batería a una linterna o la tinta a un lapicero? ¿Qué pasa cuando se vuelven a juntar? (Véase Alma 11:44–45).
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¿Conocen los niños a alguien que haya muerto? Permíteles hablar un poco acerca de esas personas y luego lean juntos Doctrina y Convenios 138:17. Conversen sobre lo que se siente al saber que nuestros seres queridos resucitarán y volverán a tener cuerpo.
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Si tienes hijos mayores, puedes invitarlos a buscar frases que capturen el mensaje de la Pascua de Resurrección en los siguientes pasajes: Doctrina y Convenios 63:49; 88:14–17, 27; 138:11, 14–17. Lo mismo podrían hacer con el video “Él vive - Celebra la Pascua gracias a que Jesucristo vive” (Biblioteca del Evangelio). ¿De qué manera podemos compartir ese mensaje con los demás?
El profeta José Smith vio a Jesucristo.
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Quizás a ti y a tus hijos les interese leer acerca de tres ocasiones diferentes en que Jesucristo se apareció a José Smith y a otras personas, como se registra en José Smith—Historia 1:14–17; Doctrina y Convenios 76:11–24; 110:1–10. Tus hijos también pueden ver ilustraciones de esos acontecimientos en la hoja de actividades de esta semana. ¿Qué aprendemos acerca de Jesucristo a partir de cada una de esas experiencias? ¿Por qué es una bendición saber que José Smith y otras personas vieron al Salvador resucitado?
Gracias a Jesucristo, puedo recibir el perdón de mis pecados.
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Las verdades que José Smith aprendió sobre el perdón por medio de Cristo pueden dar a tus hijos la esperanza de que sus errores y pecados pueden ser perdonados. Considera invitarlos a crear una tabla con títulos como estos: Lo que hizo el Salvador por mí y Lo que debo hacer para recibir Su perdón. Ayuda a tus hijos a escudriñar los pasajes siguientes en busca de cosas que sean ejemplos de esos títulos: Doctrina y Convenios 18:10–13; 19:16–19; 45:3–5; 58:42–43. Hablen sobre el gozo y la gratitud que sienten por lo que el Salvador hizo por nosotros.
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También podrías ver el video “La bicicleta brillante” (Biblioteca del Evangelio) con tus hijos y relatar experiencias en las que hayas sentido el perdón del Salvador al arrepentirte.