Ven, sígueme
13 – 19 enero. 1 Nefi 8–10: “[Vengan] y [coman]… de aquel fruto”


“13 – 19 enero. 1 Nefi 8–10: ‘[Vengan] y [coman]… de aquel fruto’”, Ven, sígueme — Para la Primaria Libro de Mormón 2020 (2020)

“13 – 19 enero. 1 Nefi 8–10”, Ven, sígueme — Para la Primaria 2020

La visión de Lehi del árbol de la vida

El sueño de Lehi, por Steven Lloyd Neal.

13 – 19 enero

1 Nefi 8–10

“[Vengan] y [coman]… de aquel fruto”

Además de verse a sí mismo en la visión de Lehi, trate de ver a los niños a quienes enseña. ¿Cómo se aplica esa visión a ellos?

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Invitar a compartir

Comuníquese con anticipación con algunos niños y pídales que piensen en experiencias o pasajes de las Escrituras que puedan compartir que les hayan ayudado a sentir el amor de Dios.

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Enseñar la doctrina: Niños pequeños

1 Nefi 8:2, 5–34

La palabra de Dios me conduce hacia Dios y me ayuda a sentir Su amor.

En la visión de Lehi, se nos invita a participar del amor de Dios, simbolizado por el árbol y su fruto. ¿Cómo puede ayudar a los niños a aceptar esa invitación?

Posibles actividades

  • Invite a los niños a ayudarle a relatar la historia de la visión de Lehi, que se encuentra en 1 Nefi 8:10–34. A fin de ayudarles a visualizar la historia, podría mostrarles una imagen de la visión de Lehi (véase la reseña de esta semana en Ven, sígueme — Para uso individual y familiar) o las imágenes de “Capítulo 6: El sueño de Lehi” (Historias del Libro de Mormón, págs. 18–20, o el video correspondiente en churchofjesuschrist.org). Asegúrese de que los niños sepan que la barra de hierro representa la palabra de Dios, la cual leemos en las Escrituras y escuchamos de labios de los profetas vivientes. Ayúdeles a entender que el árbol representa el amor que Dios nos tiene.

  • Lleve una cuerda para representar la barra de hierro en la visión de Lehi. Pida a los niños que se agarren de ella y guíelos por el salón hacia la imagen de un árbol. Ayúdeles a entender que la palabra de Dios nos acerca más a Él, tal como la cuerda que representa la barra de hierro nos condujo hasta el árbol. A fin de demostrar que el árbol representa el amor de Dios, podría poner a la vista imágenes de cosas que Dios nos ha dado para demostrar el amor que nos tiene, tales como el Salvador, nuestra familia y el hermoso mundo.

  • Lleve alguna fruta con un corazón pegado. Dé a los niños un pedazo de la fruta para que la prueben y pregúnteles cuál es su fruta favorita. Explique que el fruto en la visión de Lehi era el más dulce que jamás había probado, y que llenó su alma de gozo. Tal como la fruta dulce nos hace felices, nos sentiremos felices cuando sigamos a Jesús y vivamos nuevamente con el Padre Celestial.

  • Lea 1 Nefi 8:12 e invite a los niños a prestar atención a fin de determinar lo que Lehi deseó hacer después de que probó el fruto. Permita que los niños tomen turnos para hacer de cuenta que son Lehi y que invitan a los demás a venir a participar del fruto. ¿Qué podemos hacer para invitar a los demás a venir y a disfrutar de las bendiciones del Evangelio con nosotros?

    3:23

1 Nefi 10:17, 19

Dios me revelará la verdad mediante el poder del Espíritu Santo.

Tras haber escuchado en cuanto a la visión de su padre, Nefi tuvo el deseo que todos debemos tener: el deseo de saber la verdad por sí mismo.

Posibles actividades

  • Lea 1 Nefi 10:19 e invite a los niños a levantar la mano cuando escuchen las palabras “descubiertos” y “Espíritu Santo”. Ayude a los niños a entender ese pasaje de las Escrituras, que enseña que el Espíritu Santo nos ayudará a saber las respuestas a nuestras preguntas. A fin de ayudar a los niños a visualizar lo que significa que la verdad sea “descubierta”, lleve una manta y colóquela de manera que cubra una imagen del Salvador; pida a los niños que descubran la imagen.

  • Cante con los niños una canción sobre buscar la verdad, tal como “Escudriñar, meditar y orar” (Canciones para los niños, pág. 66). Muestre imágenes que ilustren palabras de la canción a fin de ayudar a los niños a recordar la forma en que el Espíritu Santo nos enseña.

  • Considere compartir una experiencia en la que el Espíritu Santo le haya ayudado a saber que algo es verdad. Diga a los niños en qué forma le habló el Espíritu Santo.

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Enseñar la doctrina: Niños mayores

1 Nefi 8:2, 5–34

La palabra de Dios me conduce hacia Dios y me ayuda a sentir Su amor.

A medida que los niños de su clase aprendan sobre la visión de Lehi, ínstelos a estudiar la palabra de Dios y a compartir el amor de Dios con los demás.

Posibles actividades

  • Mientras los niños lean versículos selectos de 1 Nefi 8, invítelos a encontrar detalles de esos versículos en una imagen de la visión de Lehi (tal como la que se encuentra en la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para uso individual y familiar); o bien, invítelos a hacer dibujos en la pizarra de los detalles sobre los que lean. Luego ayude a los niños a descubrir lo que los símbolos del sueño representan (véanse 1 Nefi 11:21–22; 12:16–18; 15:23–33, 36).

  • De ser posible, lleve un pedazo de hierro u otro metal a la clase e invite a los niños a describir algunas de sus propiedades y a mencionar cosas para las que se podría utilizar. ¿En qué sentido es la palabra de Dios como una barra de hierro? ¿Dónde encontramos la palabra de Dios? ¿Por qué es la barra de hierro un elemento tan importante de la visión de Lehi?

    Lehi come del fruto del árbol de la vida

    Lehi come del fruto del árbol de la vida. El árbol de la vida, por Marcus Alan Vincent.

  • Invite a los niños a escribir en una hoja de papel una experiencia en la que la palabra de Dios les haya ayudado a saber lo que debían hacer o a sentirse más cerca del Padre Celestial. Cuando compartan lo que escribieron, invítelos a enrollar la hoja de papel como si fuera una barra. Si lo desea, también podría pegar con cinta las “barras” como representación de la barra de hierro del sueño de Lehi.

  • Invite a algunos niños a leer 1 Nefi 8:10–12 y a describir lo que Lehi vio. Pida a los demás que lean 1 Nefi 11:20–23 y que describan lo que Nefi vio. ¿Por qué el ángel le mostró a Nefi al niño Jesús para enseñarle sobre el amor de Dios? Para ayudar a responder esa pregunta, lean juntos Juan 3:16 o entonen juntos una canción sobre el Salvador, tal como “Mandó a Su Hijo” (Canciones para los niños, págs. 20–21). Diga a los niños en qué forma ha sentido el amor del Padre Celestial y de Su Hijo Jesucristo en su vida.

  • Escriba en la pizarra: ¿Qué aprendemos del ejemplo de Lehi? Invite a los niños a pensar en la visión de Lehi y a escribir tantas respuestas como les sea posible. Pídales que compartan sus respuestas con la clase y que luego piensen en alguien con quien puedan compartir el gozo del Evangelio.

1 Nefi 10:17–19; 11:1

Dios me revelará la verdad mediante el poder del Espíritu Santo.

Si le pedimos al Padre Celestial con fe, la verdad nos será “[descubierta] por el poder del Espíritu Santo” (1 Nefi 10:19). ¿Cómo puede ayudar a los niños a quienes enseña a entender esa verdad?

Posibles actividades

  • Invite a los niños a hablar de formas en que puedan encontrar respuestas a una pregunta. Inste a los niños a leer 1 Nefi 10:17–19 y 11:1. ¿Qué diría Nefi si alguien le preguntara cómo encontrar respuestas a una pregunta sobre el Evangelio? ¿En qué forma nos enseña Dios por medio del Espíritu Santo? (véase D. y C. 8:2).

  • Pida a los niños que hablen sobre alguna ocasión en la que el Espíritu Santo les haya ayudado a saber que algo es verdadero. Pídales que imaginen que tienen un amigo que piensa que no puede recibir respuestas por medio del Espíritu Santo. ¿Qué podrían compartir de 1 Nefi 10:17–19 y 11:1 para ayudar a ese amigo?

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Alentar el aprendizaje en el hogar

Aliente a los niños a utilizar la hoja de actividades de esta semana para compartir con su familia lo que aprendieron en cuanto a la visión de Lehi sobre el árbol de la vida.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Los niños aprenden de muchas maneras. Los niños disfrutan aprender por medio de diferentes experiencias; utilice actividades que les ayuden a moverse, hacer uso de todos sus sentidos y probar cosas nuevas (véase Enseñar a la manera del Salvador, págs. 25–26).