“29 junio – 5 julio. Alma 23–29: ‘Nunca más se desviaron’”, Ven, sígueme — Para la Primaria Libro de Mormón 2020 (2020)
“29 junio – 5 julio. Alma 23–29”, Ven, sígueme — Para la Primaria 2020
29 junio – 5 julio
Alma 23–29
“Nunca más se desviaron”
Con espíritu de oración, estudie Alma 23–29 y busque inspiración sobre lo que los niños necesitan y sobre cómo ayudarles.
Anote sus impresiones
Invitar a compartir
Dibuje una carita feliz en una hoja de papel y permita que los niños se turnen para sostenerla. Cuando sostengan la hoja, invítelos a nombrar algo que estén aprendiendo del Libro de Mormón que les brinde gozo.
Enseñar la doctrina: Niños pequeños
Soy bendecido cuando cumplo mis promesas.
¿Qué aprendió durante su estudio de Alma 24:6–24 que pudiera ayudar a los niños a entender la importancia de cumplir una promesa que sea justa?
Posibles actividades
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Lea algunos versículos o frases de Alma 24:6–24 para enseñar a los niños sobre los anti-nefi-lehitas, la promesa que hicieron y cómo cumplieron esa promesa. También podría utilizar la imagen que se encuentra en la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para uso individual y familiar o en el “Capítulo 26: El pueblo de Ammón” (Historias del Libro de Mormón, págs. 73–74, o el video correspondiente en churchofjesuschrist.org).
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Describa cómo los anti-nefi-lehitas enterraron sus armas a fin de cumplir con su promesa. Invite a los niños a hacer un dibujo de una espada, y luego a hacer cuenta que excavan un hoyo y entierran la espada. Ayude a los niños a pensar en promesas que hacen. ¿Por qué es importante que cumplamos nuestras promesas? Explique que cuando somos bautizados, hacemos promesas con Dios y Él hace promesas con nosotros; a esas promesas se les llama convenios. Testifique que somos bendecidos cuando cumplimos las promesas que hemos hecho con Dios.
El Evangelio me brinda gozo, y puedo compartir ese gozo con los demás.
Ammón, quien ayudó a enseñar el Evangelio a los anti-nefi-lehitas, recibió gran gozo por predicar el Evangelio. Alma, quien también enseñó el Evangelio a muchas personas, recibió ese mismo gozo. Podemos sentir un gozo similar cuando compartimos nuestro testimonio con los demás.
Posibles actividades
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Seleccione algunas frases de Alma 26 o 29 que hablen del gozo, y léalas a los niños (véanse, por ejemplo, Alma 26:11, 13 o Alma 29:13–14). Invite a los niños a ponerse de pie cada vez que escuchen la palabra “gozo” o alguna conjugación de la palabra “regocijar” (por ejemplo, “regocijo”, “regocijaré”, “regocijarnos”). Ayude a los niños a comprender que compartir el Evangelio hizo felices a Alma y a Ammón. Cuente una experiencia en la que compartir el Evangelio le haya brindado gozo.
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Invite a los niños a hacer dibujos de cosas que les brinden gozo, y luego pida a cada niño que le dé su dibujo a otro compañero de la clase y que se lo explique. Señale que cuando algo nos brinda gozo —tal como el Evangelio— nuestro gozo aumenta cuando lo compartimos.
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Entregue a un niño un ejemplar del Libro de Mormón y permita que practique compartirlo con otro miembro de la clase. Aliente a los niños a explicar lo que sienten en cuanto al Libro de Mormón. ¿Por qué compartimos el Libro de Mormón con otras personas?
Puedo ayudar a mis amigos a vivir el Evangelio.
Los nefitas protegieron a los anti-nefi-lehitas de sus enemigos y les ayudaron a cumplir los convenios que habían hecho con el Señor.
Posibles actividades
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Relate a los niños la historia de cuando los anti-nefi-lehitas hicieron la promesa de no volver a pelear (véase Alma 27:20–30). Explique que debido a la promesa que los anti-nefi-lehitas habían hecho, no podían defenderse de sus enemigos. Lea Alma 27:23 y explique que sus amigos nefitas decidieron proteger a los anti-nefi-lehitas para que pudieran cumplir su promesa. ¿En qué forma podemos ayudar a nuestros amigos a cumplir con sus promesas? Hable sobre alguna ocasión en la que un amigo le haya ayudado a cumplir las promesas que usted hizo con Dios.
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Haga una dramatización con los niños de situaciones en las que puedan, de manera amable, ayudar a los demás a escoger lo correcto. Por ejemplo, ¿qué le podemos decir a un amigo que tiene el deseo de mentir o ser malo?
Enseñar la doctrina: Niños mayores
Los convenios son promesas que hago con Dios y que Él hace conmigo.
Los anti-nefi-lehitas enterraron sus armas y prometieron no volver a matar. De manera similar, los niños a quienes enseña pueden cumplir con sus convenios.
Posibles actividades
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Entregue a todos los niños rocas pequeñas e invítelos a escribir la palabra convenio en la roca. Explique que un convenio es una promesa entre el Padre Celestial y Sus hijos. ¿De qué manera nuestros convenios nos hacen fuertes o “firmes” como una roca? (Alma 24:19). Lean juntos Alma 24:16–25 a fin de averiguar qué convenios hizo el pueblo de Ammón y cómo cumplieron con su convenio. Invite a los niños a llevar la roca a su casa como recordatorio de cumplir con sus convenios.
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Lea con los niños Alma 24:16–19 y analicen lo que hicieron los anti-nefi-lehitas para demostrarle a Dios que se habían arrepentido. ¿Qué prometieron no hacer bajo convenio? Explique que los convenios que hacemos son “un testimonio a Dios” de que deseamos seguir Sus mandamientos (versículo 18). ¿Qué convenios han hecho los niños?
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Invite a los niños a hacer dibujos de las armas de los anti-nefi-lehitas, y luego pídales que escriban, en la parte de atrás de las armas, algo que sientan que deben cambiar a fin de seguir a Jesucristo más plenamente. Permítales que hagan de cuenta que están enterrando sus armas y que hagan un plan de acción de acuerdo con lo que escribieron.
Alma 24:7–10; 26:23–34; 27:27–30
Debido a que el Padre Celestial es misericordioso, podemos arrepentirnos y cambiar.
Últimamente los niños han estado aprendiendo sobre Alma, Ammón y los anti-nefi-lehitas. ¿Cómo puede utilizar esos relatos para ilustrar que el Padre Celestial es misericordioso con los que se arrepienten sinceramente?
Posibles actividades
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Escriba Antes y Después en la pizarra. Pida a algunos de los niños que lean los siguientes versículos para averiguar cómo eran los lamanitas antes de que Ammón y sus hermanos les enseñaran: Alma 17:14–15; 26:23–24. Pida a los otros niños que lean los siguientes versículos para averiguar cómo cambiaron los lamanitas: Alma 26:31–34; 27:27–30. Invite a los niños a anotar bajo los encabezados lo que encontraron, y luego invítelos a descubrir, en Alma 24:7–10, cómo esos lamanitas pudieron cambiar completamente. Exprese su testimonio del poder de Dios para perdonar y para ayudarnos a arrepentirnos y cambiar.
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Invite a los niños a que lean juntos Alma 26:21–22 y a que se fijen en las bendiciones que reciben los que se arrepienten. Invite a los niños a describir algunas de esas bendiciones con sus propias palabras.
El Evangelio me brinda gozo, y puedo compartir ese gozo con los demás.
Esos capítulos están llenos de ejemplos del gozo que proviene de vivir y compartir el Evangelio. ¿Cómo puede utilizar Alma 26 y 29 para inspirar a los niños a buscar ese gozo?
Posibles actividades
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Ayude a los niños a encontrar la palabra “gozo” y las conjugaciones que haya de la palabra “regocijar” en Alma 26 y 29. Lean juntos algunos de los versículos que encuentren y analicen lo que estos enseñan sobre el gozo. ¿Qué brindó gozo a Ammón y a Alma? Comparta una experiencia de cuando haya sentido gozo por vivir o compartir el Evangelio, o invite a los niños a compartir sus experiencias.
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Invite a dos niños a ponerse de pie uno frente al otro y ver quién de los dos puede hacer sonreír al otro primero. ¿Cuáles son algunas formas en que podemos propagar gozo a los demás? ¿En qué forma el compartir el Evangelio propaga gozo? Ayude a los niños a pensar en formas en que puedan compartir el gozo del Evangelio con sus amigos y familiares.
Alentar el aprendizaje en el hogar
Invite a los niños a cumplir sus promesas como lo hicieron los anti-nefi-lehitas.