“23. Compartir el Evangelio y fortalecer a los miembros nuevos y a los que regresan a la actividad”, Selecciones del Manual General, 2023.
“23. Compartir el Evangelio y fortalecer a los miembros nuevos y a los que regresan a la actividad”, Selecciones del Manual General.
23.
Compartir el Evangelio y fortalecer a los miembros nuevos y a los que regresan a la actividad
23.0
Introducción
Invitar a todos a recibir el Evangelio forma parte de la obra de Dios de salvación y exaltación (véanse 1.2 en este manual; Mateo 28:19–20). Eso incluye:
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Participar en la obra misional y prestar servicio como misioneros.
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Ayudar a los miembros nuevos y a los que regresan a la actividad en la Iglesia a progresar a lo largo de la senda de los convenios.
23.1
Compartir el Evangelio
23.1.1
Amar
Una manera de mostrar nuestro amor por Dios consiste en amar y servir a Sus hijos (véanse Mateo 22:36–39; 25:40). Nos esforzamos por amar y servir como lo hizo Jesucristo. Ese amor nos inspira a tender la mano a las personas de todas las religiones, razas y culturas (véanse Hechos 10:34; 2 Nefi 26:33).
23.1.2
Compartir
Puesto que amamos a Dios y a Sus hijos, de forma natural queremos compartir las bendiciones que Él nos ha dado (véase Juan 13:34–35) y ayudar a recoger a Israel. Procuramos ayudar a las personas a sentir el gozo que nosotros sentimos (véase Alma 36:24). Hablamos abiertamente del Salvador y de Su influencia en nuestra vida (véase Doctrina y Convenios 60:2). Compartimos esas cosas de maneras normales y naturales, como parte de nuestras interacciones individuales, en línea y de otro tipo.
23.1.3
Invitar
Oramos para recibir inspiración y guía sobre cómo invitar a otros a:
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Venir y ver las bendiciones que están a nuestro alcance por medio de Jesucristo, Su Evangelio y Su Iglesia (véase Juan 1:37–39, 45–46).
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Venir y ayudarnos a servir a las personas necesitadas.
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Venir y pertenecer a la Iglesia restaurada de Jesucristo.
Con frecuencia, invitar significa simplemente incluir a nuestra familia y a nuestros amigos y vecinos en lo que ya estamos haciendo.
23.2
Fortalecer a los miembros nuevos
Cada miembro nuevo necesita amistad, oportunidades de servir y alimento espiritual. Como miembros de la Iglesia, brindamos amor y apoyo a los miembros nuevos (véase Mosíah 18:8–10). Los ayudamos a sentir que pertenecen a la Iglesia; los ayudamos a progresar a lo largo de la senda de los convenios y a llegar a estar más profundamente “convertidos al Señor” (Alma 23:6).
23.3
Fortalecer a los miembros que regresan a la actividad
Algunos miembros deciden dejar de participar en la Iglesia. El Salvador dijo: “Debéis continuar ministrando por estos; pues no sabéis si tal vez vuelvan, y se arrepientan, y vengan a mí con íntegro propósito de corazón, y yo los sane; y vosotros seréis el medio de traerles la salvación” (3 Nefi 18:32).
Es más probable que los miembros que no participan plenamente regresen si tienen lazos fuertes con los miembros de la Iglesia. Al igual que los miembros nuevos, necesitan amistad, oportunidades de servir y que se les nutra espiritualmente.
23.4
Los líderes de estaca
23.4.1
La presidencia de estaca
El presidente de estaca tiene las llaves para compartir el Evangelio y fortalecer a los miembros nuevos y a los que regresan a la actividad en la estaca. Él y sus consejeros orientan de forma general en cuanto a esta labor.
De forma mensual, generalmente, el presidente de estaca se reúne con el presidente de misión para coordinar esfuerzos entre los líderes de estaca y de barrio, y los misioneros de tiempo completo.
23.4.3
Los miembros del sumo consejo
La presidencia de estaca podría asignar a miembros del sumo consejo para que instruyan y apoyen a las presidencias de cuórum de élderes y los líderes misionales de barrio. Se podría asignar a uno o más miembros del sumo consejo a que dirijan esa labor. Sin embargo, todos los miembros del sumo consejo tienen esas responsabilidades en los barrios y cuórums que se les asignen.
23.4.4
La presidencia de la Sociedad de Socorro de estaca
Bajo la dirección del presidente de estaca, la presidencia de la Sociedad de Socorro de estaca instruye y apoya a las presidencias de Sociedad de Socorro de barrio en sus responsabilidades de compartir el Evangelio y fortalecer a los miembros nuevos y a los que regresan a la actividad.
23.5
Los líderes de barrio
23.5.1
El obispado
El obispado coordina esfuerzos con las presidencias del cuórum de élderes y de la Sociedad de Socorro conforme estas dirigen los esfuerzos del barrio por compartir el Evangelio y fortalecer a los miembros nuevos y a los que regresan a la actividad. Estos líderes deliberan en consejo con regularidad.
El obispado se asegura de que dichos esfuerzos se traten y coordinen en las reuniones del consejo de barrio y del consejo de barrio para la juventud.
El obispo entrevista a los miembros nuevos de la edad apropiada que desean obtener una recomendación para el templo a fin de efectuar bautismos y confirmaciones por representante (véase 26.4.2). También entrevista a los hermanos varones que tengan la edad apropiada para recibir el Sacerdocio Aarónico. Por lo general, lleva a cabo esas entrevistas en el plazo de una semana a partir de la confirmación del miembro.
23.5.2
Las presidencias de cuórum de élderes y de la Sociedad de Socorro
Las presidencias de cuórum de élderes y de la Sociedad de Socorro dirigen los esfuerzos cotidianos del barrio por compartir el Evangelio y fortalecer a los miembros nuevos y a los que regresan a la actividad (véanse 8.2.3 y 9.2.3).
Estos líderes tienen las responsabilidades siguientes:
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Ayudar a inspirar a los miembros a amar a los hijos de Dios, a compartir el Evangelio y a invitar a otras personas a recibir las bendiciones del Salvador.
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Asignar hermanos y hermanas ministrantes a los miembros nuevos y a los que regresan a la actividad (véase 21.2.1).
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Dirigir la labor del líder misional de barrio.
El presidente del cuórum de élderes y la presidenta de la Sociedad de Socorro asignan a un miembro de su respectiva presidencia para que ayude a dirigir esa labor. Esos dos miembros de las presidencias trabajan en conjunto y asisten a las reuniones de coordinación semanales (véase 23.5.7).
23.5.3
El líder misional de barrio
El obispado consulta al presidente de estaca a fin de determinar si se debe llamar a un líder misional de barrio. Esa persona debe ser un poseedor del Sacerdocio de Melquisedec. Si no se llama a tal líder, un miembro de la presidencia del cuórum de élderes cumple esa función.
El líder misional de barrio apoya a la presidencia del cuórum de élderes y a la presidencia de la Sociedad de Socorro con sus responsabilidades misionales y tiene también las responsabilidades siguientes:
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Coordinar la obra de los miembros y los líderes del barrio, los misioneros de barrio y los misioneros de tiempo completo.
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Dirigir las reuniones de coordinación semanales (véase 23.5.7).
23.5.4
Los misioneros de barrio
Los misioneros de barrio ayudan a los miembros del barrio a experimentar el gozo de compartir el Evangelio tal como se describe en 23.1. Prestan servicio bajo la dirección del líder misional de barrio o del miembro de la presidencia del cuórum de élderes que cumpla esa función.
23.5.5
El consejo de barrio y el consejo de barrio para la juventud
En las reuniones del consejo de barrio se debe analizar regularmente la labor de compartir el Evangelio y fortalecer a los miembros nuevos y a los que regresan a la actividad. El obispo podría invitar al líder misional de barrio a asistir a las reuniones del consejo de barrio.
Los formularios siguientes pueden ser útiles en esos análisis:
Al tratar las necesidades de los jóvenes del barrio, el consejo de barrio para la juventud presta especial atención a los miembros nuevos y a los que regresan a la actividad, y a los jóvenes a quienes los misioneros estén enseñando.
23.5.7
Las reuniones de coordinación
Cada semana, se llevan a cabo reuniones breves e informales para coordinar los esfuerzos por compartir el Evangelio y fortalecer a los miembros nuevos y a los que regresan a la actividad. Si se ha llamado a un líder misional de barrio, entonces él dirige esas reuniones. De lo contrario, las dirige el miembro de la presidencia del cuórum de élderes que desempeña esa función.
Otras personas que están invitadas son:
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Los miembros asignados de las presidencias de la Sociedad de Socorro y del cuórum de élderes.
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Los misioneros de barrio.
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Un ayudante del cuórum de presbíteros (o el presidente del cuórum de maestros o de diáconos, si no hay presbíteros en el barrio).
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Una miembro de la presidencia de la clase de Mujeres Jóvenes de mayor edad.
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Los misioneros de tiempo completo.