Manuales y llamamientos
11. Mujeres Jóvenes


“11. Mujeres Jóvenes”, Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 2024.

“11. Mujeres Jóvenes”, Manual General.

mujeres jóvenes al aire libre

11.

Mujeres Jóvenes

11.1

Propósito y organización

La organización de las Mujeres Jóvenes ayuda a las hijas de Dios a prepararse para volver a Su presencia. A medida que se esfuercen por guardar los convenios que han hecho con Dios, las jóvenes tendrán “por armas su rectitud y el poder de Dios en gran gloria” (1 Nefi 14:14).

11.1.1

Propósito

La organización de las Mujeres Jóvenes ayuda a las jóvenes a hacer convenios sagrados y cumplirlos, y a profundizar su conversión a Jesucristo y Su Evangelio.

El propósito de las clases de las Mujeres Jóvenes es ayudar a las jóvenes a trabajar juntas para participar en la obra de Dios de salvación y exaltación. En sus clases, las mujeres jóvenes prestan servicio a los demás, cumplen con las responsabilidades que adquirieron con sus convenios, cultivan la unidad, y aprenden y viven la doctrina.

11.1.2

El lema de las Mujeres Jóvenes

El lema de las Mujeres Jóvenes puede ayudar a cada mujer joven a entender su identidad divina y llegar a convertirse a Jesucristo. Las mujeres jóvenes y sus líderes repiten el lema al comienzo de las reuniones dominicales y en otras reuniones de las Mujeres Jóvenes. El lema es el siguiente:

“Soy una hija amada de padres celestiales, con una naturaleza divina y un destino eterno.

“Como discípula de Jesucristo, me esfuerzo por llegar a ser semejante a Él. Busco revelación personal y actúo de conformidad con ella, y ministro a otras personas en Su santo nombre.

“Seré testigo de Dios en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar.

“A medida que me esfuerzo por ser merecedora de la exaltación, valoro el don del arrepentimiento y procuro mejorar cada día. Con fe, fortaleceré mi hogar y mi familia, haré y guardaré convenios sagrados, y recibiré las ordenanzas y las bendiciones del santo templo”.

11.1.3

ícono, pautas para la adaptación
Las clases

Las mujeres jóvenes pasan a ser miembros de una clase de las Mujeres Jóvenes a partir de enero del año en que cumplen doce años.

Las clases de las mujeres jóvenes están organizadas por grupos etarios. Un grupo etario son todas las mujeres jóvenes que cumplen la misma edad durante un año civil. Una clase puede estar conformada por más de un grupo etario. Las mujeres jóvenes progresan a una nueva clase en enero del año en que cumplan la edad de las mujeres jóvenes de esa nueva clase.

Los obispados y las líderes adultas de las Mujeres Jóvenes deciden con espíritu de oración cómo organizar las clases de acuerdo con las edades y consideran las oportunidades de liderazgo para las mujeres jóvenes. Cada clase, sin importar su tamaño, debe tener una presidenta y, donde sea posible, una o dos consejeras y una secretaria. En las unidades en las que haya suficientes mujeres jóvenes, las clases deben ser lo suficientemente grandes para que las presidencias de clase tengan miembros de la clase a quienes servir.

clase de mujeres jóvenes

Se hace referencia a las clases mediante el título unificador de “Mujeres Jóvenes”. Si en un barrio hay más de una clase, se usan grupos etarios para diferenciar las clases.

11.2

Participar en la obra de Dios de salvación y exaltación

Dios invita a todos a venir a Cristo y ayudar en Su obra por medio de:

  • Vivir el Evangelio de Jesucristo.

  • Cuidar de los necesitados.

  • Invitar a todos a recibir el Evangelio.

  • Unir a las familias por la eternidad.

Las presidencias de clase, con el apoyo de los líderes adultos, deliberan en consejo sobre cómo ayudar a llevar a cabo esta obra. Para obtener más información sobre la obra de Dios de salvación y exaltación, estudie el capítulo 1.

11.2.1

Vivir el Evangelio de Jesucristo

11.2.1.1

Las funciones de los padres y los líderes

Los padres tienen la responsabilidad de enseñar el Evangelio a sus hijos y de ayudarlos a vivirlo (véase Doctrina y Convenios 68:25–28). El obispado, las líderes de las Mujeres Jóvenes y las presidencias de clase apoyan a los padres en esa responsabilidad de la manera siguiente:

  • Fomentan la comunicación entre las mujeres jóvenes y sus familias.

  • Se aseguran de que las actividades de las jóvenes sean un apoyo y una bendición para las familias.

  • Ayudan a los padres a preparar a sus hijas para la investidura del templo, el servicio misional de tiempo completo (si la joven lo desea), el matrimonio en el templo y la maternidad.

Las líderes deben ser consideradas con las jóvenes que no cuenten con el apoyo de la familia para vivir el Evangelio.

Los padres y los líderes se esfuerzan por ser buenos ejemplos para los jóvenes y los guían en sus empeños por llegar a ser más como Jesucristo. El programa Niños y Jóvenes puede ser de utilidad en estos esfuerzos (véase NiñosyJóvenes.LaIglesiadeJesucristo.org).

11.2.1.2

El aprendizaje del Evangelio

Las líderes de las mujeres jóvenes y las presidencias de clase alientan a las jóvenes y sus familias a aprender el Evangelio en el hogar. Las líderes estudian el Evangelio y comparten con las mujeres jóvenes lo que han aprendido, e invitan a las miembros de las clases a compartir en las reuniones lo que están aprendiendo en el hogar.

Las clases de las Mujeres Jóvenes se reúnen los domingos a fin de fortalecer la fe, cultivar la unidad, fortalecer a las familias y los hogares, y hacer planes para participar en la obra de Dios de salvación y exaltación. Las presidencias de clase planifican las reuniones dominicales con el apoyo de las líderes adultas.

Las reuniones de clase se llevan a cabo el segundo y cuarto domingo de cada mes, duran 50 minutos. Las reuniones comienzan con una oración y las dirige una miembro de la presidencia de clase, que guía a la clase al recitar el lema y deliberar en consejo sobre las asignaciones y otros asuntos.

Una miembro de la clase o una líder adulta dirige entonces la enseñanza del Evangelio. Las presidencias de clase deliberan con las líderes adultas sobre quién debe enseñar. Hay bosquejos para las reuniones en Ven, sígueme. Las reuniones deben finalizar con una oración.

Si un barrio tiene más de una clase de Mujeres Jóvenes, estas se reúnen por separado. No obstante, pueden reunirse juntas cuando haya alguna necesidad especial. Ocasionalmente, las jóvenes y los jóvenes podrían combinarse para asistir juntos a alguna lección dominical, según lo coordinen el obispado y la presidencia de las Mujeres Jóvenes.

Se alienta a las Mujeres Jóvenes a participar en Seminario (véase 15.1).

11.2.1.3

El servicio y las actividades

Las presidencias de clase, con el apoyo de las líderes adultas, planifican los proyectos de servicio y las actividades, las cuales deben ayudar a llevar a cabo la obra de Dios de salvación y exaltación. Los proyectos de servicio y las actividades deben edificar los testimonios, fortalecer a las familias, fomentar la unidad de la clase y proporcionar oportunidades de bendecir a los demás. Deben cubrir equilibradamente los cuatro aspectos del crecimiento personal: espiritual, social, físico e intelectual.

ícono, pautas para la adaptación La mayoría de las actividades de los jóvenes se llevan a cabo en días que no sean domingo ni lunes por la noche, y suelen hacerse semanalmente. En algunos lugares, el reunirse para las actividades semanales se torna poco práctico debido a la distancia, la seguridad u otros factores. En ese caso, las actividades se realizan con menos frecuencia, pero por lo general deben efectuarse al menos mensualmente. ícono, recursos opcionales Dichas actividades pueden planearse en la Hoja de ejemplo para la planificación de servicio y actividades, disponible en ChurchofJesusChrist.org.

Algunos proyectos de servicio y actividades deben incluir tanto a los hombres jóvenes como a las mujeres jóvenes, especialmente en el caso de los jóvenes de más edad.

Los jóvenes pueden beneficiarse al socializar en grupos más grandes. Ocasionalmente, los jóvenes de dos o más barrios pueden juntarse para prestar servicio y realizar actividades. Ocasionalmente, las estacas y los distritos pueden planear proyectos de servicio y actividades para los jóvenes (véase 20.3.2).

Las líderes adultas contribuyen a garantizar que las actividades sean seguras (véase safety.ChurchofJesusChrist.org; véase también 20.7 en este manual). Al menos dos líderes adultas responsables deben estar presentes en todas las actividades (véase 11.6.1).

Para obtener más información, véase MujeresJóvenes.LaIglesiadeJesucristo.org. Véase también JustServe.org, donde esté disponible. Esos recursos proporcionan ideas para prestar servicio y realizar actividades.

Actividades anuales. Además de las actividades regulares de los jóvenes, las mujeres jóvenes también pueden participar en lo siguiente cada año:

  • Una reunión para los jóvenes junto con sus padres y madres cerca del comienzo del año. Se puede llevar a cabo para hombres y mujeres jóvenes por separado, o bien juntos. También se puede llevar a cabo a nivel de barrio o de estaca. Debe ser planeada y dirigida por los ayudantes del obispo en el cuórum de presbíteros y la presidencia de la clase de las jóvenes de mayor edad de las Mujeres Jóvenes. Las jóvenes que cumplan doce años durante el año pueden recibir sus emblemas de pertenencia en esta reunión (véase 11.6.3). Para obtener más información, véase NiñosyJóvenes.LaIglesiadeJesucristo.org.

  • Un campamento de las Mujeres Jóvenes (véase Guía de Campamento de las Mujeres Jóvenes). Las jóvenes pueden participar en campamentos adicionales donde se pernocte, y en otros eventos y actividades durante el año, donde sea factible.

  • ícono, recursos opcionales Una conferencia de la juventud de barrio o estaca, o una conferencia Para la Fortaleza de la Juventud (FSY, por sus siglas en inglés, anteriormente PFJ). Para obtener información acerca de las conferencias FSY, véase FSY.ChurchofJesusChrist.org. Para obtener información sobre llamamientos y responsabilidades de FSY de barrio y de estaca, véase FSYLeader.ChurchofJesusChrist.org (para los Estados Unidos y Canadá) o la Guía para la planificación de PFJ (para todas las demás Áreas).

  • Al menos una actividad que haga hincapié en los principios de Para la Fortaleza de la Juventud: Una guía para tomar decisiones. Esa actividad podría incluir tanto a hombres jóvenes como a mujeres jóvenes. También se puede invitar a los padres.

Requisitos relativos a la edad. Con la aprobación de los padres, las mujeres jóvenes pueden asistir a campamentos de Mujeres Jóvenes en los que se pernocte a partir del mes de enero del año en que cumplan doce años. Pueden asistir a bailes, conferencias de la juventud y conferencias FSY a partir del mes de enero del año en que cumplan catorce años.

Fondos para las actividades. Los fondos para las actividades, incluso los suministros, deben proceder del presupuesto del barrio. Ni el viaje ni los gastos han de ser excesivos.

A modo de excepción, si el presupuesto del barrio no tiene suficientes fondos para costear una actividad de varios días, como los campamentos, por ejemplo, las líderes pueden pedirles a las participantes que ayuden a pagar el costo. Sin embargo, el que una joven no pueda pagar no debe ser impedimento para su participación. Si hiciera falta más dinero, el obispo podría autorizar que se efectúe una actividad anual para recaudar fondos (véase 20.6.5).

El obispado se asegura de que el presupuesto y las actividades para mujeres jóvenes y hombres jóvenes sean suficientes y equitativos. El presupuesto de las mujeres jóvenes se basa en la cantidad de mujeres jóvenes que hay en el barrio. El de los cuórums del Sacerdocio Aarónico se basa en la cantidad de hombres jóvenes que hay en el barrio.

mujeres jóvenes teniendo una guerra de agua

ícono, recursos opcionales Véase FSY.ChurchofJesusChrist.org para obtener información acerca de los fondos para las conferencias FSY.

11.2.1.4

El desarrollo personal

Como parte de sus esfuerzos por llegar a ser más cómo el Salvador, se invita a los jóvenes a fijarse metas para crecer espiritual, social, física e intelectualmente (véase Lucas 2:52). Los jóvenes procuran inspiración para descubrir en qué necesitan trabajar. Con la ayuda de sus padres, trazan planes, actúan según sus planes y reflexionan en cuanto a lo que aprenden. Asimismo, las líderes ofrecen apoyo según sea necesario. Sin embargo, no deben llevar un registro de las metas ni del progreso de las jóvenes. Los padres y las líderes pueden sugerir metas, pero permiten que las jóvenes procuren recibir su propia inspiración acerca de las metas que deben fijarse.

Se anima a las jóvenes a completar al menos dos metas en cada uno de los cuatro aspectos cada año. Pueden utilizar el recurso Desarrollo personal: Guía para los jóvenes o la aplicación Vivir el Evangelio para fijarse metas y llevar un registro de ellas.

Para obtener más información, véase NiñosyJóvenes.LaIglesiadeJesucristo.org.

11.2.2

Cuidar de los necesitados

Las mujeres jóvenes deben tener oportunidades regulares de servir a otras personas en sus familias y con sus familias, durante las actividades de los jóvenes y por su cuenta. Encontrará ideas para prestar servicio en NiñosyJóvenes.LaIglesiadeJesucristo.org. En los lugares donde esté disponible, JustServe.org sugiere oportunidades de servicio en la comunidad.

11.2.2.1

Ministrar

Ministrar es cuidar de los demás como el Salvador lo haría. Las mujeres jóvenes pueden recibir asignaciones para ministrar a partir de enero del año en que cumplan catorce años. Para más información, véase el capítulo 21.

11.2.3

Invitar a todos a recibir el Evangelio

Las mujeres jóvenes invitan a todos a recibir el Evangelio al “ser testigos de Dios en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar” (Mosíah 18:9). A continuación, se describen algunas maneras de hacerlo:

  • Dan un buen ejemplo como discípulos de Jesucristo.

  • Comparten sus testimonios con sus amistades y familiares.

  • Ministran a las miembros menos activas de sus clases.

  • Invitan a sus amistades a venir a la Iglesia y a las actividades para jóvenes.

  • Invitan a sus amistades a participar en el programa Niños y Jóvenes. Los líderes trabajan en estrecha colaboración con los padres de esos jóvenes para ayudarlos a comprender el programa y para determinar cómo les gustaría participar a ellos y a sus hijos.

  • Invitan a sus amistades a que permitan que los misioneros les enseñen.

Los padres y las líderes pueden ayudar a las mujeres jóvenes a que se preparen para compartir el Evangelio durante toda la vida. A continuación, se describen algunas maneras de hacerlo:

  • Alientan a las mujeres jóvenes a obtener un testimonio personal del plan de felicidad del Padre Celestial, de la Expiación de Jesucristo y de la restauración de Su Evangelio.

  • Les dan oportunidades de prestar servicio en la Iglesia.

  • Les dan oportunidades de enseñar el Evangelio en las reuniones de la clase y en otros contextos.

Si las mujeres jóvenes desean servir en misiones de tiempo completo, los padres y las líderes las ayudan a prepararse, lo cual incluye enseñarles acerca de las bendiciones y las expectativas de la obra misional de tiempo completo.

Como parte de esa preparación, el obispado o la presidencia de estaca puede organizar una clase de preparación misional. Los recursos principales para esta clase son las Escrituras, Normas misionales para los discípulos de Jesucristo y Predicad Mi Evangelio: Una guía para compartir el Evangelio de Jesucristo. El curso no se imparte durante las reuniones dominicales regulares.

icono, recursos opcionales En el sitio Missionary.ChurchofJesusChrist.org se proporcionan recursos adicionales que pueden ayudar a las mujeres jóvenes que deseen prepararse para servir en una misión. Véanse los capítulos 2324 para obtener más información.

11.2.4

Unir a las familias por la eternidad

Las mujeres jóvenes pueden ayudar de muchas formas a unir las familias por la eternidad. A continuación, figuran algunas de ellas:

  • Honrar a sus padres y ser un ejemplo al llevar una vida semejante a la de Cristo en sus hogares.

  • Prepararse para formar su propia familia eterna.

  • Tener una recomendación vigente para el templo.

  • Prepararse para hacer convenios y cumplirlos, y para recibir las ordenanzas del templo, incluido el matrimonio eterno.

  • Averiguar información acerca de sus familiares y sus antepasados (véase Mi familia: Historias que nos unen).

  • Encontrar antepasados que necesiten las ordenanzas del templo (véase FamilySearch.org).

  • Tomar parte en bautismos y confirmaciones por los muertos tan a menudo como lo permitan las circunstancias.

  • Participar en la indexación (véase FamilySearch.org/indexing).

  • Prestar servicio como consultoras de templo e historia familiar, conforme las llame el obispado (véase 25.2.4).

11.3

Las líderes de las Mujeres Jóvenes de barrio

11.3.1

El obispado

La responsabilidad principal del obispo es cuidar de la nueva generación de su barrio. Él y sus consejeros han de conocer sus nombres y entender sus circunstancias familiares. Se reúnen con cada mujer joven al menos dos veces al año (véase 31.3.1).

El obispo es el responsable de la organización de las Mujeres Jóvenes del barrio. Se reúne regularmente con la presidenta de las Mujeres Jóvenes e informa de cuestiones tocantes a dicha organización en las reuniones de obispado.

El obispo y sus consejeros participan con regularidad en reuniones, proyectos de servicio y actividades de las Mujeres Jóvenes. Cuando hubiera varias clases de las Mujeres Jóvenes, el obispo puede asignarse trabajar con ciertas clases específicas y asignar a sus consejeros que trabajen con otras clases determinadas.

11.3.2

La presidencia adulta de las Mujeres Jóvenes

El obispo llama y aparta a una mujer adulta para que sirva como presidenta de las Mujeres Jóvenes de barrio. Si la unidad es suficientemente grande, ella recomienda que se llame a una o dos mujeres adultas como sus consejeras (véase el capítulo 30). El obispado considera su recomendación y extiende los llamamientos.

ícono, pautas para la adaptación En una unidad pequeña, la presidenta de las Mujeres Jóvenes podría ser la única líder adulta llamada en esa organización. En ese caso, ella coordina con los padres para organizar la enseñanza y las actividades de las jóvenes. Además, se asegura de que haya al menos dos adultas responsables que estén presentes en todas las reuniones y actividades. Cuando sea posible, se debe llamar a consejeras y a una secretaria.

Si una rama no tuviera presidenta de las Mujeres Jóvenes, la presidenta de la Sociedad de Socorro podría encargarse de organizar la enseñanza de las jóvenes hasta que se llame a una presidenta para esa organización.

mujer y jovencita hablando

La presidenta de las Mujeres Jóvenes tiene las siguientes responsabilidades, y sus consejeras la ayudan en su cumplimiento.

  • Prestar servicio en el consejo de barrio. Presta servicio como (1) miembro del consejo de barrio que ayuda a tratar las necesidades del barrio y a buscar soluciones; y (2) como representante de las Mujeres Jóvenes (véase 29.2.5).

  • Servir como miembro del consejo de barrio para la juventud (véase 29.2.6).

  • Ministrar a las jóvenes individualmente.

  • Presentar recomendaciones al obispado para que se llame a hermanas a servir en la organización de las Mujeres Jóvenes.

  • Enseñar sus responsabilidades a otras líderes de las Mujeres Jóvenes y a las presidencias de clase.

  • Aconsejar a las jóvenes en cuanto a las dificultades que no requieran la intervención del obispo ni que estén relacionadas con abuso o maltrato (véanse 32.3, 31.1, 31.3.1 y 38.6.2).

  • Orientar a las presidencias de clase en sus responsabilidades de liderazgo. Cada clase cuenta con la ayuda y supervisión de una miembro específica de la presidencia de las Mujeres Jóvenes.

  • Apoyar a las jóvenes que presten servicio como compañeras ministrantes de hermanas adultas (véase 21.2.2).

  • Llevar a cabo reuniones de presidencia de las Mujeres Jóvenes y reunirse con el obispo con regularidad.

  • Supervisar los registros, los informes, el presupuesto y las finanzas de la organización de las Mujeres Jóvenes.

11.3.3

ícono, pautas para la adaptación
La secretaria

Si la unidad es suficientemente grande, la presidenta de las Mujeres Jóvenes recomienda al obispo a una hermana adulta para que sirva como secretaria de esa organización, que podrá tener las siguientes responsabilidades:

  • Ayudar a la presidencia de las Mujeres Jóvenes a preparar las agendas de las reuniones de presidencia. Asistir a esas reuniones, tomar notas y realizar un seguimiento de las asignaciones.

  • Capacitar a las secretarias de clase y ayudarlas a llevar los registros de asistencia.

  • Valiéndose de LCR, trabajar con la secretaria de la Sociedad de Socorro para llevar los registros de asistencia de las hermanas adultas que sirven en las Mujeres Jóvenes.

  • Ayudar a la presidencia de las Mujeres Jóvenes a elaborar un presupuesto y rendir cuentas de los gastos.

11.3.4

La presidencia y la secretaria de clase

11.3.4.1

Llamar, sostener y apartar

Cada clase de las Mujeres Jóvenes debe tener una presidencia de clase. La presidencia de las Mujeres Jóvenes puede recomendar a mujeres jóvenes para que sirvan como presidentas de clase. Los miembros del obispado deliberan en consejo y con espíritu de oración para determinar a quién deben llamar.

Un miembro del obispado llama a una joven para servir como presidenta de clase. ícono, recursos opcionales Cuando haya suficientes mujeres jóvenes que puedan prestar servicio, ella considera con espíritu de oración a qué miembros de la clase podría recomendar como consejeras y secretaria. El obispado considera su recomendación y extiende los llamamientos.

Antes de pedirle a una joven que preste servicio en cualquiera de estos llamamientos, el miembro del obispado pide permiso a los padres de dicha joven.

Después de extender esos llamamientos, un miembro del obispado presenta a las jóvenes a la clase para su sostenimiento. El obispo o un consejero asignado aparta a la joven.

Un miembro del obispado anuncia esos llamamientos en la reunión sacramental, pero no los presenta para ser sostenidos.

Poco tiempo después de haber sido apartadas las presidencias de clase, un miembro del obispado debe orientarlas en cuanto a sus responsabilidades. Véase “Orientación para las presidencias de cuórum del Sacerdocio Aarónico y las presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes” en MujeresJóvenes.LaIglesiadeJesucristo.org; véase también el capítulo 4 de este manual.

11.3.4.2

Responsabilidades

Las presidentas de clase sirven en el consejo de barrio para la juventud (véase 11.3.4.4). Las presidencias de clase tienen además las siguientes responsabilidades:

  • Dirigir la labor de la clase para participar en la obra de Dios de salvación y exaltación (véase el capítulo 1).

  • Llegar a conocer a cada joven y prestarle servicio, incluso a las que no asistan a las reuniones de la clase. Tener presentes sus necesidades y circunstancias.

  • Participar en los esfuerzos del barrio por compartir el Evangelio y fortalecer a los miembros nuevos y a los que regresan a la actividad. Una miembro de la presidencia de la clase de las jóvenes de mayor edad de las Mujeres Jóvenes asiste a las reuniones de coordinación (véase 23.4).

  • Participar en los esfuerzos de templo e historia familiar del barrio. Una miembro de la presidencia de la clase de las jóvenes de mayor edad de las Mujeres Jóvenes asiste a las reuniones de coordinación (véase 25.2.7).

  • Organizar a los jóvenes para que ministren dando la bienvenida a los visitantes y a los miembros mientras estos ingresan al salón sacramental (véase 29.2.1.3).

  • Planear y dirigir las reuniones de clase dominicales (véase 11.2.1.2).

  • Planear y llevar a cabo proyectos de servicio y actividades con la clase (véase 11.2.1.3).

  • Llevar a cabo con regularidad reuniones de presidencias de clase (véase 11.3.4.3).

ícono, pautas para la adaptación Si se ha llamado a secretarias de clase, ellas preparan las agendas de las reuniones, toman notas y llevan un registro de la asistencia.

Las miembros de la presidencia de las Mujeres Jóvenes capacitan regularmente a las presidencias de clase en cuanto a sus responsabilidades (véase 11.3.2). Las asesoras y las especialistas de clase deben ayudar activamente (véanse 11.3.5 y 11.3.6).

11.3.4.3

La reunión de la presidencia de clase

Las presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes se reúnen con regularidad bajo la dirección de la presidenta de clase. También asisten las líderes adultas de las Mujeres Jóvenes asignadas a dar apoyo a la presidencia de la clase. En esas reuniones, las líderes deliberan en consejo y procuran recibir revelación acerca de la voluntad del Señor con respecto a su clase. La agenda podría incluir el análisis de los puntos siguientes:

  • Ayudar a llevar a cabo la obra de Dios de salvación y exaltación

  • Cómo servir a las miembros de la clase, prestando especial atención a brindar apoyo a las nuevas miembros y acercarse a las miembros menos activas

  • Cómo tender la mano a las personas de otras religiones y creencias

  • Planificar las reuniones, los proyectos de servicio y las actividades de la clase

  • Capacitación sobre liderazgo por parte de las líderes adultas de las Mujeres Jóvenes o de una miembro de la presidencia de la clase

ícono, recursos opcionales Hay un Ejemplo de una agenda de una reunión de presidencia en ChurchofJesusChrist.org.

11.3.4.4

El consejo de barrio para la juventud

El propósito del consejo de barrio para la juventud es ayudar a los jóvenes a traer a otras personas a Jesucristo, y ayudar a llevar a cabo la obra de Dios de salvación y exaltación.

El obispo preside el consejo de barrio para la juventud. Integran este consejo:

  • El obispado.

  • Uno de los ayudantes del obispo en el cuórum de presbíteros, el presidente del cuórum de maestros y el presidente del cuórum de diáconos.

  • Las presidentas de las clases de las Mujeres Jóvenes (o toda la presidencia, si solo hubiera una clase).

  • La presidenta de las Mujeres Jóvenes.

El consejo de barrio para la juventud analiza maneras de ayudar a otras personas a edificar el testimonio, recibir las ordenanzas de salvación, hacer y guardar convenios, y llegar a ser discípulos de Jesucristo consagrados (véase Moroni 6:4–5). Deliberan en consejo sobre las necesidades de las mujeres jóvenes y los hombres jóvenes del barrio y analizan qué actividades pueden satisfacer esas necesidades. No obstante, la planificación detallada de las actividades debe realizarse en las reuniones de presidencia de cuórum o de clase.

Véase 29.2.6 para obtener más información acerca del consejo de barrio para la juventud.

11.3.5

ícono, pautas para la adaptación
Las asesoras

La presidencia de las Mujeres Jóvenes puede recomendar que el obispado llame a asesoras de esa organización. Cada asesora trabaja con mujeres jóvenes de un grupo etario específico.

Las asesoras tienen las siguientes responsabilidades:

  • Ayudar a la presidencia de las Mujeres Jóvenes con sus responsabilidades.

  • Brindar apoyo y guía a las presidencias de clase a medida que estas aprenden y desempeñan sus responsabilidades.

  • Enseñar las lecciones dominicales, según sea necesario. Ayudar a que las jóvenes a las que se haya pedido enseñar alguna lección se preparen y enseñen con eficacia.

  • Asistir a las actividades de clase.

  • Asistir a las reuniones de presidencia de las Mujeres Jóvenes, cuando sean invitadas.

Al menos dos mujeres adultas responsables deben estar presentes en todas las reuniones y actividades de clase. Las asesoras deben completar la capacitación que se encuentra en ProtectingChildren.ChurchofJesusChrist.org (véase 11.6.1).

mujeres jóvenes cosiendo

11.3.6

ícono, recursos opcionales
Las especialistas

Donde sea necesario, la presidencia de las Mujeres Jóvenes puede recomendar que el obispado llame a especialistas para que ayuden con un evento en particular, tal como un campamento, una conferencia de la juventud o deportes.

Todas las especialistas sirven bajo la dirección de la presidencia de las Mujeres Jóvenes de barrio.

Las especialistas deben completar la capacitación que se encuentra en ProtectingChildren.ChurchofJesusChrist.org (véase 11.6.1).

11.4

Ayudar a las mujeres jóvenes a prepararse para ingresar en la Sociedad de Socorro

Una mujer joven puede ingresar en la Sociedad de Socorro cuando tenga dieciocho años. Para la edad de diecinueve años, toda mujer joven debe estar participando plenamente en la Sociedad de Socorro. En algunos casos, alguna mujer joven puede llegar a la Sociedad de Socorro antes del día en que cumpla los dieciocho años. Cada joven delibera con sus padres y con el obispo para decidir lo que mejor la ayudará a seguir fortaleciendo su fe en Jesucristo.

Los padres y las líderes de las Mujeres Jóvenes y de la Sociedad de Socorro trabajan juntos para ayudar a cada mujer joven a progresar con éxito hacia la Sociedad de Socorro. Estas líderes proporcionan oportunidades continuas para que las jóvenes y las hermanas de la Sociedad de Socorro formen lazos y entablen vínculos.

11.5

ícono, pautas para la adaptación
Las líderes de las Mujeres Jóvenes de estaca

Un miembro de la presidencia de estaca llama a una mujer adulta para servir como presidenta de las Mujeres Jóvenes de estaca. Si la estaca es suficientemente grande, esta recomienda a una o dos mujeres adultas para que sirvan como consejeras, y a otra para que sirva como secretaria. Un miembro de la presidencia de estaca o un miembro asignado del sumo consejo llama y aparta a dichas mujeres. Para obtener información sobre las responsabilidades de la presidencia y la secretaria de las Mujeres Jóvenes de estaca, véanse 6.7.1, 6.7.1.2 y 6.7.3.

Un consejero de la presidencia de estaca tiene la responsabilidad de la organización de las Mujeres Jóvenes en la estaca y es responsable de la labor de la presidencia de esa organización. Además, capacita a los obispos en sus responsabilidades para con las mujeres jóvenes.

La presidencia de estaca asigna a un miembro del sumo consejo para que trabaje con la presidencia de las Mujeres Jóvenes de estaca (véase 6.5).

La presidencia y la secretaria de las Mujeres Jóvenes de estaca sirven en el comité de líderes de jóvenes de estaca (véase 29.3.9).

mujeres jóvenes en clase

11.6

Pautas y normas adicionales

11.6.1

Proteger a las jóvenes

Cuando haya adultos que interactúen con jóvenes en contextos de la Iglesia, deben estar presentes al menos dos adultos responsables. Quizás se necesite combinar clases para hacerlo posible.

Todos los adultos que trabajen con jóvenes deben completar la capacitación sobre cómo proteger a los niños y jóvenes durante el primer mes después de haber sido sostenidos (ProtectingChildren.ChurchofJesusChrist.org). A partir de entonces han de repetir la capacitación cada tres años.

Para obtener información sobre cómo se aplican estas pautas a las compañeras ministrantes, véase 21.2.2.

11.6.2

Las mujeres jóvenes con discapacidades

Las presidencias de clase brindan especial atención a las jóvenes con discapacidades. ícono, recursos opcionales Para obtener información sobre cómo ayudar a estas jóvenes, véase Discapacidad.LaIglesiadeJesucristo.org; véase también 38.8.27 en este manual.

11.6.3

Emblemas de Niños y Jóvenes

Las mujeres jóvenes reciben emblemas como parte del programa Niños y Jóvenes. Toda jovencita, al hacerse miembro de las Mujeres Jóvenes, debe recibir un emblema de pertenencia de parte de la presidencia de su clase. Recibe, además, un ejemplar de Desarrollo personal: Guía para los jóvenes. Esto puede hacerse cuando la presidencia de la clase y las líderes adultas de las Mujeres Jóvenes se reúnen con ella para darle la bienvenida a las Mujeres Jóvenes. También podría hacerse en la reunión anual de los jóvenes con sus padres (véase 11.2.1.3).

En el mes de enero del año en que la joven cumple dieciocho años, recibe un emblema adicional de pertenencia.

Las jóvenes pueden ganar un emblema de logros por esforzarse por llegar a ser más cómo el Salvador.

Para obtener más información sobre los emblemas, véase NiñosyJóvenes.LaIglesiadeJesucristo.org.