Hemos erigido en esta nación cristiana esta Casa del Señor. Ahora, actuando bajo la autoridad del sacerdocio que proviene de Ti, dedicamos y consagramos el Templo de Madrid, España, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Os la presentamos a Ti y a Tu Hijo Divino. Acepta nuestra ofrenda, que Tus agradecidos hijos e hijas realizamos con amor. Honramos y reverenciamos esta casa como Tu morada. Rogamos que Tu Santo Espíritu more aquí en todos los tiempos y en todas las estaciones.
Dedicamos el terreno y las instalaciones adyacentes con sus flores, arbustos, árboles y césped. Dedicamos la estructura del templo, desde los cimientos hasta la figura de Moroni. Dedicamos cada sala y cada instalación, e invocamos una bendición particular sobre aquellas áreas que se utilicen para administrar las ordenanzas sempiternas tanto para las personas vivas como para quienes han fallecido.
Rogamos que Tus fieles santos acudan dignamente a esta, Tu santa casa, para recibir las ordenanzas superiores del Evangelio, para concertar convenios contigo y para sellarse como familias por el tiempo y por toda la eternidad.
Planta en “el corazón de los hijos las promesas hechas a los padres”, y haz que “el corazón de los hijos se [vuelva] hacia sus padres”, para que la tierra no sea “asolada a [la] venida” de Tu Hijo (D. y C. 2:2–3).
Te rogamos que protejas esta estructura por medio de Tu divino poder. Guárdala de la profanación y de daños provocados por manos impuras. Bendícela para que pueda permanecer firme en las generaciones venideras. Bajo el sol y la tormenta, protégela bajo Tu atento cuidado. Rogamos que nada malo ni impuro pueda entrar en este recinto. Y Te rogamos que sea en verdad Tu Santa Casa, oh Dios, Padre nuestro.
Te damos las gracias por Tu antiguo evangelio, restaurado en esta, la plenitud de los tiempos, por medio del profeta José Smith. Te damos las gracias por su difusión sobre toda la tierra, por medio de la fiel labor de los mensajeros de la verdad que han ido entre las naciones. Abre las puertas y los corazones de las personas con las que hablen, dondequiera que sean enviados. Guárdalos de sufrir daños y de la maldad.
Te damos las gracias por este gran reino de España que ha acogido a Tus santos. Bendice esta tierra. Sabemos bien que fue desde estas costas que zarpó Colón para descubrir América, tal como se predijo en el Libro de Mormón. Bendice al rey y a la reina. Bendice a los gobernantes de todos los niveles de esta nación y de las otras naciones de las cuales vendrá Tu pueblo a esta Casa. Te rogamos que sean cordiales y generosos hacia Tu causa y Tu reino. Bendice esta Tu obra para que florezca y progrese con maravilloso esplendor, para que conmueva para bien eterno el corazón de las personas en todo lugar.
“Trae a tu memoria, oh Señor, a todos los de tu iglesia, y a todas sus familias […]; para que tu iglesia salga del desierto de las tinieblas, y resplandezca hermosa como la luna, esclarecida como el sol e imponente como un ejército con sus pendones” (D. y C. 109:72,73).
Ahora, nuestro amado Padre, no solo dedicamos este templo, sino las demás estructuras complementarias construidas en esta plaza. Dedicamos el hermoso y amplio centro de estaca, con todas sus instalaciones. Te rogamos que sea una preciada casa de instrucción, donde se enseñe y se nutra la fe. Que Tu palabra, pronunciada desde el púlpito del salón sacramental, avive, como si fuera fuego, los testimonios de la verdad eterna de esta, Tu santa obra. Te rogamos que quienes se reúnan en estas sagradas instalaciones participen con reverencia de los emblemas de la carne y la sangre de Tu Divino Hijo, que dio Su vida para expiar los pecados de la humanidad. Que el salón de actividades sea un lugar de socialización, donde Tu pueblo pueda relacionarse con agradable cordialidad. Te rogamos que Tus verdades eternas se enseñen en las aulas y que la fe pueda aumentar entre todos los que adoren aquí.
Dedicamos el edificio que alberga el Centro de Capacitación Misional y su residencia, el hostal para participantes en el templo, el Centro de distribución, la Biblioteca de Historia Familiar y el estacionamiento subterráneo.
Todo ello se ha construido con el fin de cumplir los propósitos de Tu Iglesia y de Tu reino. Que cada edificio se utilice de conformidad con Tu plan y Tu propósito divinos. Te rogamos que Tu palabra se enseñe aquí y que pueda difundirse a los pueblos de la tierra para el establecimiento de Sion y la edificación del Reino de Dios. Todas estas instalaciones han sido posibles gracias al diezmo de Tus fieles santos. Abre las ventanas del cielo y derrama bendiciones sobre ellos. Sostenlos. Provee para ellos. Hazlos prosperar a medida que te sirvan en rectitud.
Padre nuestro y Dios nuestro; Tú, el Gran Elohim, ¡cuánta gratitud sentimos hacia Ti! Acepta la gratitud de nuestros corazones y permite que Tus bendiciones destilen sobre nosotros, Tus hijos, como el rocío del cielo. Te lo rogamos humildemente en el nombre de nuestro Redentor, sí, el Señor Jesucristo, Tu Hijo amado, que fue escogido antes de la fundación del mundo. Amén.