Adam C. Olson, “Resistiendo el Paso del Tiempo”, Liahona, febrero de 2004
El Libro de Mormón, preservado durante siglos para nuestra época, ayuda a jóvenes mexicanos a edificar el testimonio que van a necesitar para superar las pruebas de la vida.
Fábio Henrique N. da Silva, “Ahora lo entiendo”, Liahona, septiembre de 2004
Al oír acerca del Libro de Mormón, sentí curiosidad; cuando oré, el Espíritu me hizo saber que era verdadero.
Grigor A. Tadevosyan, “Un libro excepcional, una respuesta excepcional”, Liahona, octubre de 2007
Mis dudas me preocupaban, pero el aclararlas fue algo rápido e inspirado, y estoy convencido de que no ocurrió por casualidad.
Diana Summerhays Graham, “Le enseñé a mi profesor”, Liahona, diciembre de 2009
“Para mí, el Libro de Mormón es un libro de Escritura”, le dije a mi profesor. “Me gustaría saber qué motivos tiene para afirmar que es falso”.
Chiao-yi Lin, “De creer a saber”, Liahona, enero de 2011
Creer que el Libro de Mormón es verdadero fue sólo el comienzo.
Kathy Truman, “El poder de dos testimonios”, Liahona, febrero de 2008
Imaginen mi sorpresa cuando, al abrir el libro, vi una fotografía de mi familia que se había tomado hacía 25 años. En la parte inferior de la foto estaba el testimonio que había escrito mi padre.
Andrej Bozhenov, “Lo que es basura para unos es un tesoro para otros”, Liahona, julio de 2011
Un libro con letras doradas en la cubierta llegó a ser un tesoro para alguien que buscaba la verdad.
